"Mi obligación y destino es terminar las causas que tengo a mi cargo"
En 17 años de trabajo, Aldana ha indagado 194 causas, de las cuales 34 han terminado en sentencias que involucran a múltiples imputados y numerosas víctimas.
Durante los últimos 18 años el ministro Carlos Aldana Fuentes se ha dedicado a la investigación de causas sobre ejecutados políticos y secuestros calificados ocurridos en la región del Biobío tras el Golpe Militar hace 50 años.
Con una trayectoria de 13 años como juez del crimen en Talcahuano previo a la Reforma Procesal Penal, Aldana como magistrado del antiguo sistema concentra la investigación, así como las facultades para decretar las diligencias intrusivas del sumario y finalmente condenar si corresponde, siendo responsabilidad de la Corte de Apelaciones y posteriormente la Corte Suprema, el rol de confirmar la sentencia.
El ministro comenta que ha sido un proceso largo, que muchas veces se extienden con apelaciones de los imputados, pero que espera poder finalizar sus 46 causas activas antes de que termine el 2024. "Teniendo presente que yo jubilo a fines del próximo año, la Corte Suprema no me ha ingresado ninguna causa nueva y mi obligación y destino es terminar las causas que tengo a mi cargo", sostuvo Aldana.
-A poco tiempo de jubilar ¿cómo evalúa el trabajo realizado en estos 18 años?
-Como ministro en visita extraordinaria he conocido todas las causas de la región del Biobío desde 2005 y desde 2017 las causas de la jurisdicción de la Corte de Apelaciones de Chillán. Hemos tramitado 194 causas y han tenido 34 sentencias que se han dictado. Las causas son muy dispares en cuanto a su complejidad, extensión, víctimas y participantes, porque por lo general son causas de más de una víctima; en algunos han llegado a 18 víctimas y de los encausados y sentenciados, a veces han sido 15 o 16 imputados. Entonces si bien pareciera ser que la cantidad es baja, tiene la complejidad de la extensión de las causas.
-¿Qué se puede esperar de las causas que continúan abiertas?
-Actualmente tengo 46 causas en actividad con diligencias muy avanzadas; en aquellas que hay antecedentes son 7 causas las que me falta dictar los autos de procesamiento y que se está trabajando en ello. Esas causas pasan a etapa de plenario para sentencia y la que ya pasó el cierre del sumario y está en etapa de empezar la prueba es la última causa que tengo de Chillán, una muy compleja, tiene cerca de 40 tomos y 27 mil hojas . De estas 46 causas, 23 ingresaron entre 2022 y este año con antecedentes muy primarios y pudiera ser que algunas no lleguen a una sentencia y terminen sobreseídas.
--¿Cuál es la implicancia para las familias terminar estas investigaciones?
-Creo que la tranquilidad de que el ministro, los órganos del Estado, las Cortes de Apelaciones , han hecho todo lo posible para esclarecer los hechos. Aquellos en que no se ha podido lograr porque no son causas de violación a los DD.HH, porque no se han podido identificar los responsables o no se presentaron en su oportunidad, ya no hay nada más que hacer. Cuando los familiares han quedado con alguna duda se han vuelto a hacer las peticiones que presentan y así han salido algunas con autos} de proceso últimamente. Pero creo que las familias deben tener la certeza, la tranquilidad, de que se ha hecho todo para esclarecer homicidios calificados y secuestros que son las causas que yo llevo.
-¿Y para usted?
-Como ministro, solamente estaría satisfecho con haber terminado todas mis causas, con mi misión cumplida a cabalidad. Si me queda alguna me va a quedar algo de insatisfacción, no obstante todo lo que uno quiera a veces hay plazos, apelaciones, a veces depende de la Corte, los abogados querellantes que quieren que se condene al máximo y los que están imputados que se alarguen las causas; frente a toda esta discordancia de fines uno como juez tiene que optar por que haya verdad y justicia.
-¿Aplicar el sistema inquisitivo ha implicado dificultades a esta altura de las investigaciones?
-Además de las objeciones y nulidades que han presentado constantemente los abogados y que incluso han llegado al Tribunal Constitucional de que no procedería aplicarles un procedimiento que no resguarda los derechos del imputado, pero todo eso ha sido desestimado y se han seguido cumpliendo. Quienes ejercemos funciones de DD.HH. somos ministros, es decir tenemos una larga trayectoria en Juzgados del Crimen, entonces por la experiencia y resguardo de los derechos, siempre se trata de mantener las garantías de los imputados, quienes pueden recurrir a las Cortes de Apelaciones y de hecho así ocurre constantemente (...). Al menos yo le doy publicidad en todas las intervenciones que se hacen, incluso aunque el sumario es por ley secreto en el sistema inquisitivo.
-A 50 años de la mayoría de los hechos ¿cómo se está trabajando con los testigos?
-El tiempo transcurrido implica investigar con testigos que están sobrepasados por los periodos, tener una memoria más nítida de todo lo que declaran, entonces hay que estar muy atento a sus dichos y confrontarlos o corroborarlos con otros antecedentes, otras declaraciones y los antecedentes objetivos que uno puede obtener.
-¿Y cómo se enfrentan los cambios de escenarios, por ejemplo, para las reconstituciones de escenas?
-Las reconstituciones son muy útiles porque permiten corroborar lo que dicen los testigos con el sitio del suceso. Estos hechos ocurrían en predios forestales o campesinos, así que desde el ingreso al predio con cada testigo, separado del resto, se les pide que se ubiquen en qué lugar están, qué fue lo que vieron, que sitúen los lugares, se va reconstituyendo lo que vieron o como actuaron.
Las reconstituciones con imputados que han confesado han ahondado en muchos detalles que ahí uno los confronta con el lugar del hecho, la posibilidad de que así hubieran ocurrido o que la persona esté idealizando lo que declara. Todas las causas de derechos humanos que yo llevo han llegado a una etapa de sitio de suceso, de inspección ocular del mismo predio, y después de reconstitución de escena.