"Si tuviera responsabilidad penal o administrativa, vamos a promover la salida del ministro Montes"
"Que uno de los ideólogos del Gobierno salga por hechos de corrupción, me parece muy grave", dice el diputado sobre la salida de Giorgio Jackson del gabinete por el caso convenios. A su compañero de tienda, Carlos Larraín, le pide "mejorar el lenguaje" y evitar la "espiral de violencia" en política; y sobre los 50 años del Golpe, dice que "llegó el momento de dar vuelta la página".
Por Mauricio Ávila C.
Como jefe de la bancada de Renovación Nacional en la Cámara de Diputados, Frank Sauerbaum ha liderado la posición de su partido en la crisis del Caso Convenios desde el Parlamento. Los legisladores de la tienda acordaron no firmar la acusación constitucional contra el ministro de Desarrollo Social, Giorgio Jackson, pero aseguraron que votarán a favor si es que se llegaba a esa instancia. Finalmente, y por ahora, no habrá juicio político ni sanción al fundador de Revolución Democrática.
Sauerbaum reconoce que el ambiente en el Congreso estaba crispado y que en ese contexto era muy complejo avanzar en la tramitación de leyes, y explica que los partidos oficialistas tampoco ayudaban mucho: "Es muy difícil entenderse hoy día con los partidos del Gobierno. Nosotros, como oposición, tratamos de representar al 70% de los chilenos que no se sienten cercanos al Gobierno, pero ha sido muy difícil la convivencia porque la izquierda, especialmente el Frente Amplio y el Partido Comunista, para llegar al poder generaron un ambiente de polarización muy grave en el país que desembocó en un estallido social y luego en la elección de Gabriel Boric. El Gobierno insiste hoy día en hablarle al 30% de apoyo que tiene, o menos, al 25%, sin tratar de hablarle al otro 70% que hoy día rechaza su actuar. Entonces, en ese sentido ha sido muy complejo enfrentar a un Gobierno que no se da cuenta del contexto que está viviendo".
-También con este contexto, ¿qué tanto entorpece el Caso Convenios a que se logren acuerdos legislativos para temas tan importantes para la ciudadanía como las pensiones?
-La corrupción instalada en el gobierno obviamente entorpece las conversaciones, sobre todo en materia de reforma tributaria, porque la gente se pregunta por qué tengo que pagarle más impuestos un gobierno que le está entregando la plata a sus amigos a manos llenas, y esa es una respuesta que nosotros no podemos dar en la calle. Mientras eso no se dilucide, los chilenos no están disponibles para seguir entregándole recursos al gobierno que los administra inadecuadamente. En materia de pensiones nosotros estamos disponibles ahora para aprobar la Pensión Garantizada Universal a 250.000 pesos y el término de varias exenciones, elusión y evasión tributaria para poder financiarla. Eso se lo hemos dicho al Gobierno hace un año, pero quiere refundar el sistema previsional, cosa en la que nosotros no estamos de acuerdo. Eso no soluciona el problema de fondo que tiene que ver con las bajas pensiones y por lo tanto llamamos al Gobierno a ser menos fanático, doctrinario y más práctico.
-¿Cómo ha afectado a la oposición este escándalo? Porque hay matices entre los partidos sobre cómo enfrentar esta crisis.
-Los escándalos de corrupción han hecho que la oposición se ordene para poder enfrentar al Gobierno de manera más coordinada y hacer arremetidas fiscalizadoras en conjunto. Nosotros hemos hecho un trabajo con Chile Vamos y también con Republicanos, yendo a la Contraloría, a la Fiscalía, presentando acusaciones constitucionales, pero también generando una comisión investigadora para determinar alguna responsabilidad administrativa o penal. Por lo tanto, cada error del Gobierno, que es lamentable para los chilenos, une mucho más a los distintos sectores de oposición. Hoy día en el Congreso tenemos más de una oposición, son distintas oposiciones que hoy día se enfrentan a un mal gobierno y, por lo tanto, cada vez que el Gobierno equivoca el camino o produce un escándalo de corrupción como este, favorece la unidad del sector y también deja mucho más claro que es más urgente que nunca trabajar en conjunto, coordinar nuestro trabajo y llevarlo adelante en unidad.
-RN tiene elecciones pronto. ¿Da lo mismo que salga electa cualquiera de las tres listas que se presentan?
-Renovación Nacional es un partido que se fundó en base a distintas vertientes de la derecha en Chile, considerando a sectores liberales, conservadores, nacionalistas. También, del Frente Nacional del Trabajo, Unión Nacional. Por lo tanto, es muy relevante que esas identidades confluyen en un solo proyecto político que siempre sea tolerante a las diferencias, en donde hay una amplitud de criterio para aceptar las diferencias debidamente y se puedan manejar. Renovación Nacional nunca tiene que renunciar a su vocación de centroderecha dialogante, con capacidad de consensos y acuerdos y una vocación de mayoría que la lleve al poder para reemplazar a este mal gobierno.
-Carlos Larraín va en una lista y dijo que este Gobierno está preparando un golpe de Estado. ¿Qué análisis hace de estas declaraciones?
-Sin duda, este es un mal gobierno al que Renovación Nacional le ha hecho una clara oposición, fiscalizando también, ejerciendo nuestra labor como oposición democrática y también hemos propuesto cada vez que se nos ha solicitado. Ahora, la ineptitud con la que el Gobierno ha llevado adelante su administración no da para acusarlos de golpistas. Yo creo que hay que mejorar el lenguaje y mejorar la relación para que esta espiral de violencia que a cada rato nos amenaza, vaya bajando de intensidad y podamos darles más tranquilidad a los chilenos que esperan que los políticos se traten mejor para entenderse.
-Si el Caso Convenios se alojó fundamentalmente en Vivienda, ¿por no debería irse también el ministro Carlos Montes?
-Nosotros hemos sido muy responsables en Renovación Nacional. Lo primero que hicimos fue ir a la Contraloría, luego la Fiscalía, presentamos una comisión investigadora y de esa manera poder establecer las responsabilidades del ministro Montes. Si tuviera alguna responsabilidad administrativa o penal, claramente va a ser acusado constitucionalmente o vamos a promover su salida. Pero eso obviamente tiene que ser evaluado a través de los antecedentes que se conozcan. El ministro Jackson tiene más bien una responsabilidad distinta, que es el ser el líder del partido en donde se instaló la corrupción.
-¿Qué opina de la renuncia del ministro Jackson?
-El ministro Jackson le hizo un tremendo daño al Gobierno, porque indirectamente se involucró en hechos de corrupción que golpearon el centro medular del Gobierno que venía con una impronta distinta y una ética y moral distinta a quienes nos habían gobernado los últimos 30 años y por lo tanto no les quedan ya activos al Frente Amplio para demostrarse mejores que el resto. No supieron administrar el Estado y ahora también demostraron incompetencia para combatir hechos de corrupción.
-¿Bajará ahora la presión al Gobierno o debe hacer algo más?
-El Gobierno con su salida queda terriblemente debilitado. Que uno de los ideólogos del Gobierno salga por hechos de corrupción, me parece muy grave, pero es una muy buena señal de que el Gobierno esté reconociendo que su permanencia le generaba un mal ambiente y no se propiciaban los entendimientos. Ahora el Gobierno tiene que seguir en la misma senda, dar absoluta certeza de que se va a entregar toda la información, de que se van a poner todos los antecedentes y que finalmente va a haber sanción a quienes estuvieron involucrados en estos hechos y que no solamente privaron a los más pobres de los recursos que necesitaban, el caso de los campamentos, por ejemplo, sino que también afectaron la fe pública.
-¿Están seguros en RN que si se revisa para atrás no habrá alguna fundación vinculada al partido o a militantes que vaya a salir en una investigación?
-Hoy día la transparencia tiene que ser de todos los sectores políticos, hay que darles tranquilidad a los chilenos de que los recursos públicos se administran adecuadamente. Hay que investigar a todos los sectores políticos y a todos quienes pudieran estar ligados a fundaciones, incluyendo los partidos de oposición. Nosotros no estamos haciendo cuestión de eso, pero hoy día quienes gobiernan tienen la principal responsabilidad, porque son ellos los que manejan los recursos fiscales. Yo quiero recordar que los parlamentarios de oposición ni ningún parlamentario tiene la atribución de entregar el más mínimo recurso. Por lo tanto, es el Gobierno el que tiene a través del Poder Ejecutivo, el poder de entregar y repartir recursos a manos llenas. Hasta hoy día se conocen fraudes hasta 15.000 millones de pesos y no hay respuesta, no hay responsables y el hilo se ha estado cortando por lo más delgado.
-¿Está aclarado lo del diputado José Miguel Castro?
-El caso del diputado Castro quedó claramente establecido con la investigación que hizo la Contraloría de todos los arriendos de inmuebles en el caso del covid para que hicieran de residencia sanitaria. Quedó claramente establecido que se cumplieron todos los requisitos y llega a ser cómico cómo la izquierda busca alguna mínima situación que, aunque ya está aclarada legalmente, para poder tratar de empatar el escándalo que tienen en la entrega de recursos millonarios. Estamos hablando de cifras bastante menores comparados con los 15.000 millones de pesos que hasta el momento se han ido sumando en la entrega a fundaciones truchas y a los amigos del Presidente.
-¿Cómo toma la decisión del concejo municipal de Santiago de cambiar el nombre a algunas calles, a propósito de los 50 años del Golpe?
-El Gobierno está empecinado en dividir a los chilenos para poder ganar algo de adhesión de los sectores de izquierda y de esa manera poder subir algo su aprobación. Yo creo que no hay que caer en esos juegos. Al país le hace mal que volvamos a recrudecer las diferencias que existieron durante esos años muy duros para el país. Han pasado 50 años, llegó el momento de dar vuelta a la página y mirar hacia el futuro. Hablemos de lo que nos une, de lo que compartimos como metas para nuestro país, el desarrollo que esperamos tener y cuáles son los pasos que tenemos que seguir. A mí no me sorprende que la alcaldesa comunista (Irací Hassler) vaya en la misma línea del Gobierno, porque es toda una estrategia para desviar la atención respecto a lo que está pasando. El país está pasando una crisis económica brutal, con una recesión tremenda que tiene hacia a casi un millón de chilenos sin empleo. Somos el único país latinoamericano que no va a crecer. Tenemos niveles de delincuencia desatados, listas de esperas enormes y el Gobierno quiere distraer la atención en temas que pasaron hace 50 años. Yo creo que hay que querer más al país y quererse menos ellos para salvar una situación compleja, como también hoy día son los casos de corrupción.
¿Cómo debiera conmemorarse esta fecha?
-Chile ya tiene un juicio histórico respecto de lo que fue el pronunciamiento militar. Para otros fue un golpe militar y eso no va a cambiar. Tratar de escribir una sola verdad es infructuoso. Por lo tanto, yo dejaría este día para la reflexión respecto de la deficiencia que he tenido el sistema político para zanjar sus diferencias y caer en la violencia, a tal punto que terminamos con una larga trayectoria democrática. Hay que llamar a la reflexión respecto de quienes generaron estas condiciones para que hubiera un golpe militar y también respecto de las consecuencias de este. Creo que hay que aprender de la historia, no repetirla y no generar las odiosidades que nos llevaron a estas diferencias irreconciliables. Es un muy mal precedente que el Presidente trate de poner este tema a fuerza en la discusión pública, para tratar de separarnos nuevamente. Hoy día hay que hablar de la unidad que el país necesita para mirar hacia adelante con optimismo a pesar de las diferencias, a pesar de las dificultades que estamos pasando.