"A partir de nuestra historia, es clave cómo nos proyectamos hacia el futuro sin patrimonializarnos"
El equipo directivo liderado por Julio González explica que los principales ajustes pasarán por cambios curriculares y el paso a plurigenérico.
Esta semana, el Liceo Enrique Molina Garmendia de Concepción celebró con distintas actividades sus 200 años de vida institucional, con el recuerdo latente de su historia desde su época del Instituto Literario y Liceo de Hombres. Pero también, con la mirada puesta en los desafíos del presente y del futuro, apostando a transformaciones clave para toda la comunidad educativa.
El rector Julio González, quien hace una semana fue ratificado como director del inmueble por cinco años más -asumió en 2018- tras imponerse en el concurso realizado vía Alta Dirección Pública, explica que "hay muchas de las cosas que le dan singularidad a Concepción y al sur de Chile, como tener una universidad autónoma como la UdeC, si no hubiera sido por el liceo. Hay una serie de aportes, desde la primera biblioteca pública, la primera imprenta y el departamento de Historia; el vínculo es significativo, pero no queremos que sea solamente historia".
Sobre la ratificación del equipo directivo hasta 2028, el rector destaca que "es un signo de confianza dentro de la institucionalidad, porque entramos por la puerta ancha, al ser parte del concurso vía Alta Dirección Pública".
Los desafíos a futuro
Junto a la inspectora general Lorena Campos y el jefe de UTP Víctor Alarcón, el rector González aborda los principales ejes del trabajo futuro que buscan impulsar en el liceo que tiene una matrícula cercana a 300 alumnos, con la impronta de que se convierta en un espacio de oportunidades. "Es clave cómo proyectamos desde la educación pública toda esa historia, porque patrimonializamos al liceo y lo congelamos, sin ser capaces de proyectar", explica Alarcón.
-¿De qué forma se puede proyectar el liceo en su tercer siglo, considerando los cambios que ha vivido la educación escolar en los últimos 50 años, desde la estructura administrativa hasta la percepción de la ciudadanía? El liceo ha sido protagonista de esos cambios, siendo actualmente administrado por el Servicio Local Andalién Sur, parte de la desmunicipalización.
-LC: El liceo debe ser modernizado, porque tiene una historia robusta que no podemos desconocer. Pero también tenemos un futuro, hay que recordar que finalmente los chicos de hoy no son iguales respecto a 20 o 30 años atrás. Las perspectivas educativas son diferentes para este tipo de estudiantes, considerando que tienen características distintas y la sala de clases se vuelve heterogénea, considerando que recibimos estudiantes vulnerables en distintas dimensiones.
En ese punto, cuenta que el principal trabajo que vendrá durante los próximos cinco años -luego de un primer periodo de adecuaciones internas- es reformar y modernizar el currículum, "buscando que los estudiantes salgan a experiencias significativas fuera del aula a espacios educativos donde profundicen el conocimiento", y también el tránsito a ser un colegio plurigenérico, lo que podría ocurrir en 2025 -mientras se trabaja en cambios curriculares y de infraestructura-, rompiendo una tradición de 200 años en que el establecimiento solo recibió hombres.
"Hay cuestiones administrativas en que no podemos incidir, pero estamos soñando, estamos proyectando, porque se ha abierto una diversidad importante de género entre los estudiantes, y se requiere romper el paradigma de que este buen establecimiento solo recibe hombres", dice Campos, con el énfasis en que también se buscará romper las estructuras binarias con este cambio.
-Queda la sensación que el desafío es sólo que el colegio reciba mujeres, sino que va más allá y apunta a una nueva forma de construir educación pública. Además de ser un punto de inflexión...
-JG: Nosotros lo relacionamos -sin caer en el slogan- con el espíritu progresista del liceo. Obedece a esa necesidad de reflexionar, de repensar y aportar desde el punto que, si nos resulta a nosotros, puede replicarse en otras instituciones, e incorporar cambios a una sociedad que requiere ser plural. Acá, además, contamos con todo el apoyo del Ministerio de Educación y del Servicio Local, pero sobre todo de la propia comunidad, porque esto nace inicialmente como una propuesta de los profesores, lo votan los estudiantes y la sociedad de exalumnos, y se concluye que están a favor de este tránsito.
Además, tiene el matiz de que es un tránsito hacia lo plurigenérico y no mixto, algo que no solo es conceptual, sino que va más allá, y no se reduce a trabajar en colegios mixtos, como dicen algunos colegas. Es algo más complejo, porque implica abordar situaciones curriculares y asumir una realidad que existe; los colegios tienen estudiantes con distintos géneros, por lo que debemos asumirlo y no que se viva de forma subterránea.
Educación pública
En una profunda reflexión sobre los cambios que ha vivido la educación pública, el equipo directivo del Liceo Enrique Molina pone el foco en el reposicionamiento del recinto educativo.
"Siempre se nos pregunta por la baja de matrícula que hemos tenido viéndolo en una dimensión de blanco y negro, pero por otro lado pensemos cómo el liceo ha sobrevivido a todos los cambios que ha vivido la educación pública", dice González, para que luego Campos apunte a que "la educación pública se ha visto mermada por diferentes razones como las movilizaciones, el rol de los colegios particulares subvencionados, o las formas de financiamiento".
-¿Qué evaluación realizan del trabajo con el sostenedor, considerando que también son parte de un cambio a nivel de sistema educativo en los últimos años?
- JG: La gestión del Servicio Local ha estado marcada porque nos seguimos conociendo, formando un trabajo en equipo. Sabemos que adolecen los recursos, y también ellos están profundizando el trabajo con cada recinto y sus necesidades; son considerados, respetuosos respecto a la autonomía de las comunidades, pero esa autonomía requiere recursos, porque finalmente debemos ver cómo resolvemos nuestros problemas en el día a día.
VA: En las reuniones que tenemos con el Servicio Local, buscamos ponerlos en tensión o intentamos establecer un diálogo que les aporte. Creemos que faltan recursos y un proyecto educativo territorial, con mayor claridad en función de las características del territorio, del Gran Concepción y la Región. ¿Qué proyecto educativo podemos tener acá? Se adolece de aquello, y se debe avanzar, porque se convierte una mera instancia administrativa.
En el cierre, los directivos destacan el trabajo de vinculación que se ha realizado en los últimos años con la Universidad de Concepción, "avanzando al objetivo de generar un acceso preferente de estudiantes del liceo hacia la educación superior", junto con la apuesta por la recuperación patrimonial, todo con el objetivo de proyectar el tercer siglo de vida del tercer liceo público más antiguo del país.