Bajas ventas repercuten en oferta del comercio ambulante establecido
Vendedores de accesorios de ropa, frutas y verduras, además de los tradicionales palomeros, advierten un menor interés de los clientes y un alza en el valor de los insumos.
Una mala noticia para los amantes de las palomitas. Desde hace algunos días esas inmensas bolsas repletas de capullos de maíz endulzados que se encuentran en los carritos establecidos de Barros Arana disminuyeron su tamaño. La respuesta de los vendedores apunta al encarecimiento del saco de maíz, que en dos años pasó de costar $30.000 a $50.000. Pese a todo, cuentan que no quieren subir sus precios a la clientela -por eso la bolsa de palomitas sigue costando $1.000-, pero que como están las cosas no tuvieron otra alternativa que adelgazar el paquete para sostener la economía del negocio.
Este mal escenario se repite en otro rubros del comercio callejero legal que por años ha tenido presencia en el centro de Concepción. Vendedoras de frutas, verduras y accesorios de ropa se suman al relato y dan cuenta de las dificultades que han debido enfrentar estos últimos años producto de la crisis económica, efectos que aún siguen experimentando.
Tres casos locales
Luis Solar es dueño de un carrito de palomitas ubicado en Barros Arana, a pasos de Castellón. Junto a su señora, llevan establecidos ahí más de 20 años y a la fecha reconoce que se han visto afectados y bajo una presión constante. Indica que la variación de precios que han registrado los insumos los obligó a tomar medidas, "porque los precios se estaban elevando mucho (...) Teníamos contenta a la clientela con los productos que le estábamos vendiendo, pero para no subir nuestros precios tuvimos que achicar un poco (la bolsa de palomitas), aunque no es tanta la diferencia".
El comerciante agrega que a diferencia de otros tiempos, las ventas son más lentas y que esa baja bordea el 30%.
A casi cinco cuadras de distancia, en la intersección de las calles Lincoyán y Barros Arana, atiende un carro de frutas y verduras Marisol Fuentes. La emprendedora detalla que ese negocio familiar lleva establecido unos 17 años y que al igual que Luis Solar se observa una fuerte merma en las ventas.
"Como todo está tan caro, creo que la gente va por otras cosas, como la mercadería de supermercado. Ese fenómeno lo comenzamos a ver pasando la pandemia, porque ahí quedó todo cambiado. Calculamos que las ventas cayeron en 70%, pues antes nos íbamos al día hasta con $360.000, pero hoy sólo con $160.000, y lo que se invierte llega a los $500.000", grafica.
Fuentes plantea que todo está más caro, con precios que, incluso, se han cuadruplicado. Por lo mismo, dejaron de ofertar productos como el mango, la granada o el pepino dulce.
Otro factor que les atañe, comenta, apunta directamente al comercio ambulante ilegal, que a su juicio afecta mucho, en el sentido de que ese grupo vende más barato a las personas, pero productos de mala calidad, "lo que sobra hasta de la basura, algo que la gente no sabe".
De vuelta hacia Castellón, en el mismo paseo peatonal, Sandra Díaz, dueña de un espacio dedicado a la venta de guantes, gorros y bufandas, además de otros accesorios, da cuenta de uno de sus peores momentos en más de 25 años de historia. Dice que en su caso el impacto se nota en los viajes que regularmente hacía a Santiago para conseguir mercadería. Si en años anteriores lograba hacer dos a la semana, ahora no hace ninguno.
"Se vende, y uno no puede ser malagradecida, pero han bajado considerablemente las ventas, casi en un 80%. En el invierno juntábamos platita para el verano, y el tema es que ahora sólo nos alcanza para darnos vuelta, es decir, no nos da y no nos alcanza para ir a Santiago. Tenemos que comprar acá o encargamos si alguien viaja, y eso le pasa a la mayoría de mis colegas", enfatiza la comerciante.
Desde su óptica, los factores que complican la situación obedecen a la inflación, sobre todo a los precios elevados que han tenido los alimentos. Este escenario, añade, hace que las familias deban elegir mejor en qué gastar su dinero, "y obviamente tienen que buscar cosas que sean de primera necesidad, y lo nuestro no lo es".
Sus insumos también se han encarecido en más de la mitad, precisa.