La UE usará 500 millones de euros para producir armas en apoyo de Ucrania
En tanto, EE.UU. confirmó que entregará bombas de racimo al país. El presidente Joe Biden dijo que la decisión fue "difícil" pero necesaria, ya que "los ucranianos se están quedando sin munición". Alemania, ONU y HWR critican envío.
La presidencia del Consejo de la Unión Europea, a cargo de España, y el Parlamento Europeo llegaron la noche del jueves a un acuerdo para impulsar de forma urgente con 500 millones de euros la producción de municiones y misiles en la UE, con el fin de seguir ayudando a Ucrania.
ASAP, como se ha bautizado este reglamento en apoyo de la producción de munición en la Unión Europea, corresponde a la tercera vía del plan europeo para donar a Ucrania un millón de cargas de munición en un año impulsado por los líderes de la UE en su cumbre del pasado 20 de marzo.
Esta vía se suma a las que se refieren, en paralelo, a la entrega de todas las existencias posibles que tengan en su poder los Estados miembros y a la vía de realizar pedidos comunes entre varios países a la industria para que sean rápidamente repuestas.
Las normas acordadas, que deben aún ser refrendadas formalmente por el Consejo y el Parlamento para su entrada en vigor que se espera antes de finales de julio, introducen un "instrumento" a través del cual la UE apoyará financieramente el refuerzo de las capacidades de producción industrial de la UE para municiones y misiles a lo largo de las cadenas de suministro y valor.
Este apoyo financiero se proporcionará en forma de subvenciones para diversos tipos de acciones que contribuyan a los esfuerzos de la industria de defensa europea para aumentar su capacidad de producción y abordar los cuellos de botella identificados.
Se trata del primer acuerdo de una normativa europea entre el Consejo (los países), el Parlamento y la Comisión- conseguido durante la presidencia de turno española, que comenzó el 1 de julio.
Bombas de racimo
Por su parte, ayer Estados Unidos confirmó que enviará bombas de racimo a Ucrania pese a las críticas de Alemania y de organizaciones como Human Rights Watch (HWR), a quienes les preocupa el impacto sobre la población civil. Incluso el secretario general de la ONU, António Guterres, dijo estar en contra de "un uso continuado" en el campo de batalla.
Las bombas de racimo se incluyen en un nuevo paquete de ayuda militar a Ucrania.
El presidente de EE.UU., Joe Biden, dijo ayer a CNN, que la decisión de enviar bombas de racimo como parte del nuevo paquete de ayuda militar para Ucrania fue "difícil" pero necesaria ya que "los ucranianos se están quedando sin munición".
El mandatario enfatizó que no es una decisión permanente, sino que estará en vigor mientras el país asegura un suministro suficiente de artillería de 155 milímetros, ampliamente utilizada por los sistemas de la OTAN.
En la misma línea, el subsecretario de Defensa Colin Kahl aseguró que el envío de municiones en racimo será un "puente" mientras EE.UU. y sus aliados europeos amplían la producción de proyectiles de 155 milímetros.
"Esta guerra es sobre las municiones, y se están quedando sin esa munición, y a nosotros nos queda poco", dijo el mandatario en un avance de la entrevista, que será emitida hoy.
El presidente insistió en que se ha tratado de una decisión consensuada con sus aliados, a pesar de las críticas.
Por su parte, el Ministerio de Defensa ucraniano celebró la decisión y se comprometió a no utilizarlas "en zonas urbanas para evitar riesgos para la población civil".
"Serán utilizadas solo en campos abiertos en los que haya una concentración de militares rusos", explicó el ministerio de Defensa de Ucrania, Oleksí Réznikov.