Bancos de leche materna, positivo impacto en la salud infantil
Si bien la tendencia en el mundo se extiende, en Chile aún existe un solo banco de leche materna para lactantes internos en el sistema de salud, ya sea prematuros o con enfermedades que precisan hospitalización.
Innumerable son los beneficios de la leche materna como alimentación exclusiva de los niños, desde su nacimiento y hasta por lo menos los seis meses de edad. Sin embargo, los nuevos estilos de vida muchas veces atentan contra este proceso natural, lo que no solo obliga a las madres a cambiar las estrategias de nutrición de sus hijos, sino que a veces, trastocan incluso la salud de la madre nodriza, impidiéndole desarrollar la leche de la forma que precisa.
"La leche materna es única, y aún más beneficiosa en aquellos recién nacidos que, por múltiples razones, nacen prematuramente: reduce la probabilidad de infecciones y, a largo plazo, disminuye también el riesgo de muerte", expresa Ángela Aldea Tejo, académica de la carrera de Obstetricia de la Universidad San Sebastián. "De hecho, la Organización Mundial de la Salud recomienda que los recién nacidos prematuros se alimenten con leche materna, y que cuando esta no está disponible desde su madre, puedan recibir como alternativa leche donada de un banco de leche humana (BLH)", agrega. Así, surge el concepto de estos repositorios que refuerzan la vida.
Los BLH funcionan en clínicas y hospitales mediante la recolección de leche de una red de donantes. Las mujeres que deseen donar deben cumplir ciertos requisitos y someterse a exámenes que garanticen su buen estado de salud. La leche es recolectada, analizada, pasteurizada y conservada en frío para ser administrada a los niños/as hospitalizados que lo requieran.
"En la actualidad, los BLH están regulados a través de la Ley N°21.155, del Ministerio de la Mujer, que establece Medidas de Protección a la Lactancia Materna y su Ejercicio", resume Ángela Aldea, también magíster en Neonatología.
El banco de leche se encarga de recolectar, analizar, almacenar, conservar y suministrar leche materna donada de madres que la estén produciendo en exceso, para entregársela a los recién nacidos, en especial a los prematuros que pesan menos de 1.500 gramos.
¿Cómo funciona un BLH? "Cada banco debe considerar con un equipo profesional básico, un director, un responsable técnico, nutricionista, uno o dos técnicos de nivel superior, y un auxiliar, todos capacitados", cuenta Carla Cornejo Caamaño, académica de Nutrición y Dietética de la Universidad San Sebastián.
Para albergar a este equipo, los BLH deben contemplar una planta física mínima (área de almacenamiento y procesamiento), establecimiento de procedimientos operativos estandarizados e identificación de puntos críticos de control, "con el fin de entregar un alimento seguro e inocuo y apto nutricionalmente para los beneficiarios. Y lo más importante, no puede funcionar sin las donantes, que son el motor de cada banco, por lo que es necesario realizar campañas en diferentes medios de comunicación para incrementar el número de donadoras, que cumplan con los criterios para poder hacerlo", refiere la académica.
DEMANDA
En Chile, el primer y único banco de leche se abrió el año 2015, en la Unidad de Neonatología del Hospital Sótero del Río. "Sería ideal contar con bancos de leche en las unidades de Neonatología de diferentes recintos hospitalarios del país, que atienden a lactantes (prematuros extremos) hospitalizados por diferentes circunstancias y que no disponen de la leche de su madre, o que la requieran por indicación profesional", cuenta Carla Cornejo, quien es magíster en Nutrición Humana.
"Los BLH han beneficiado significativamente a diferentes lactantes, porque han contribuido en reducir diferentes complicaciones intrahospitalarias por el déficit de leche materna, como la enterocolitis necrotizante, alteraciones inmunológicas, sepsis, retinopatía del prematuro, entre otras", manifiesta Cornejo. "Los beneficios son enormes. Se debiera disponer de un banco de leche humana en cada dependencia de Neonatología, cumpliendo con las regulaciones técnicas y las normativas vigentes, las que establecen las directrices para la implementación y funcionamiento de un BLH", precisa la académica.
Al respecto, la matrona Ángela Aldea complementa con importantes cifras. "Según el INE, en 2019, de 210 mil nacidos, cerca del 9% tenía 36 semanas o menos al nacer, y 1,4% eran menores de 32 semanas. Por ende, pareciera urgente entonces la creación de otro BLH, en nuestra región o país, que ofrezca este alimento completo y perfecto para recién nacidos prematuros, para así contar con niños y niñas más sanos en el futuro", concluye la académica.