Prevención y denuncias para enfrentar estafas
Las estafas telefónicas y los llamados con el "cuento del tío", se han hecho cada vez más frecuentes y afectan sin distinción a todo tipo de personas. El reciente caso ocurrido en un cuartel policial y que llevó a entregar armas a personas desconocidas pone de nuevo al tema de la prevención como el centro de la preocupación para evitar caer en estos ilícitos.
Desde hace algunos años se han registrado casos de familias que han recibido llamados donde les indican que tienen secuestrado a uno de los integrantes del grupo familiar y exigen un rescate, que alguien ha sufrido un accidente y hay que pagar una fianza, o que el dueño de casa envió a alguien a retirar artículos de valor, tal como ocurrió con el caso que afectó al cuartel policial.
En ese sentido, la Policía de Investigaciones, PDI, llama "secuestro virtual" a estas estafas telefónicas, utilizadas para conseguir transferencias de dinero a distintas cuentas bancarias. Y ya no solo se hace a través de llamadas por teléfono, sino que el delito se puede producir a través de SMS, whatsapp u otros medios.
También ocurre que cuando hay una denuncia por presunta desgracia, los delincuentes simulan un secuestro de alguien que está desaparecido para sacar provecho de la situación, sin tener retenida a la persona. En los últimos años, debido a los retiros de 10% de los recursos ahorrados en los fondos previsionales, se conocieron asimismo intentos de estafas en que personas llamaban supuestamente a nombre de la AFP, pedían a los trabajadores que entregaran sus claves para que se les hiciera el depósito correspondiente.
Esto revela que la delincuencia es cada vez más sofisticada y utiliza metodologías osadas que ya no sorprenden. Las bandas operan incluso desde las cárceles y pese a que el reglamento penitenciario lo prohibe, los celulares son de uso frecuente, porque son llevados desarmados por los familiares, hasta que los reclusos rearman las piezas. Es un claro reflejos de que la organización delictual no se extingue con la reclusión de sus integrantes y que, por el contrario, recurren a la tecnología para seguir delinquiendo desde el interior, con la seguridad de que esto no aumentará su castigo sino que, a lo más, tendrán sólo una sanción administrativa.
Hoy es posible obtener a través de Internet todos los datos de una persona, como nombre completo, RUT, número telefónico, mientras que las redes sociales entregan mucha información, desde los nombres de familiares y amistades, lugar de trabajo o estudio, sitios que frecuentan, fotografías, cuándo y a dónde viajarán de vacaciones, nombre de las mascotas, etc. De esta manera, se pueden reconstruir en entorno de sus potenciales víctimas, mientras demuestran la habilidad de ir logrando más antecedentes que las mismas personas proporcionan en forma espontánea durante la conversación.
Hasta hace unas décadas, el tradicional "cuento del tío" era presencial, luego se hacía por correo electrónico, pero con el desarrollo tecnológico han aparecido nuevos métodos, como la vía telefónica, e incluso whatsapp u otras redes sociales, pero que poseen los mismos componentes de la estafa tradicional, es decir, hay un engaño y se hace caer en él a la persona.
Hace unos años se intentaba envolver a las víctimas haciéndoles creer que tenían posibilidad de obtener un millonario premio de un programa de televisión, para lo cual había que comprar tarjetas de llamadas de prepago, hoy se envían links vía mensajes a celulares, con el falso aviso de un envío que está disponible. La prevención y la denuncia siguen siendo las mejores herramientas para dar a conocer estas situaciones y evitar que les ocurran a otros, con consecuencias lamentables.
Con el desarrollo tecnológico han aparecido nuevos métodos, como la vía telefónica, e incluso whatsapp u otras redes sociales, pero que poseen los mismos componentes de la estafa tradicional.