Daniela Melian Antulafken, a 56 días del accidente aéreo que cambió su vida
En un sentido y reposado relato, desmenuza parte de los detalles que marcaron aquel domingo 23 de abril, pero también ahonda en las acciones emprendidas por las autoridades, las problemáticas existentes, el trabajo con la comunidad y su nueva misión en el territorio para abogar por un mayor desarrollo.
"Me siento igual que la avioneta, destrozada y fragmentada en cientos de pedazos. Partes de mí quedaron en el océano, otras llegan a la orilla de la playa, otras han sido recolectadas, otras se encuentran en el retén de isla Mocha y otras en el continente a la espera de ser periciadas, a la espera de saber qué ocurrió. Sin duda, es una situación durísima. No sé bien cómo he resistido".
Daniela Melian Antulafken, mapuche de 30 años, fue la única sobreviviente del accidente aéreo que enlutó a isla Mocha el 23 de abril pasado. Ese día cuatro personas fallecieron, incluido el piloto de la aeronave, Juan Carlos Paul, y la pareja de Daniela, el arquitecto Edison Villa Ortiz. El día fatal lo recuerda como algo inesperado, como algo que la remece por completo. De forma abrupta, cuenta, se presentó la necesidad de trasladarse al continente, "ya que Villantu requería atención médica especializada". Así se organizaron para salir ese domingo por aire y regresar el día siguiente vía marítima.
"Pienso en su muerte, repaso en mi mente ese día. Recuerdo mirarnos a los ojos cuando se precipitaba la avioneta. Me pregunto qué habrá pasado en ese momento por su cabeza. Ingenuamente, creí que no habíamos alcanzado suficiente altura y pensé en que sobreviviríamos. Perdí la conciencia, cuando reaccioné estábamos en el agua. Recuerdo tenerlo en mis brazos, recuerdo perder su cuerpo debido a la fuerza de una ola". La licenciada en artes visuales, quien logró sobrevivir por sus propios medios luego de nadar hacia la orilla, agrega a su relato que hubo rumores y teorías sobre lo ocurrido, y que ahora piensa en la irresponsabilidad de las palabras de muchos. "Sólo al retornar a la isla pude comprender lo que había sucedido, hice un reconocimiento del lugar del accidente y recopilé los relatos de las primeras personas en llegar y de quienes se encontraban observando desde el aeródromo", precisa.
Acercamiento con las autoridades
En su perfil de Instagram Daniela tiene distintas fotografías, todas con un sentido artístico profundo que se deja ver en blanco y negro. Capturan y reflejan identidad. Hay imágenes que, por ejemplo, muestran la recolección de luga en la isla, luces del amanecer, cuerpos desnudos, siluetas vegetales, un faro frente a la inmensidad del mar y una gata llamada Cochayuya que goza de una luminosidad que parece provenir de los rayos del sol (y que acompaña a Daniela junto a la gata Buga y la perra Alma). También hay fotos de Edison y una carta subida un mes después del accidente, en donde se dirige a las distintas autoridades de gobierno para que asuman que ella no será una sobreviviente pasiva. Al contrario, dice que alzará la voz junto a vecinas y vecinos para que los compromisos del Ejecutivo sean cumplidos y así avanzar en soluciones que otorguen un mayor desarrollo a la isla.
-Han pasado 56 días desde el accidente. ¿Qué contacto han mantenido los vecinos con las autoridades regionales y nacionales para resolver los problemas de la isla?
-Las y los dirigentes de las juntas de vecinos (Norte y Sur) hemos estado dialogando con autoridades regionales y nacionales. Se han llevado a cabo reuniones virtuales. Lo que más nos interesa es su presencia para que puedan observar y contar con la experiencia de situarse en isla Mocha y conversar con las y los habitantes. A casi ocho semanas del accidente aún no se concreta la visita mencionada en la reunión que sostuve con el ministro de Transportes y la delegada presidencial a inicios de mayo, en donde me aseguraron que el subsecretario de Transportes junto a su comitiva, además de la delegada presidencial, vendrían a la isla el día 23 de mayo. La reunión fue cancelada y la reprogramaron para el 5 y 6 de junio, pero también fue cancelada. Hasta ahora no ha existido manifestación alguna que asegure una fecha concreta para su posterior realización.
El secretario regional ministerial Héctor Silva se comprometió específicamente a visitar isla Mocha junto a una comitiva para ver una licitación del servicio de transporte aéreo subvencionado que se proyectará por cinco años, además de definir un nuevo servicio de transporte para suplir de alguna manera el rol que cumplió Juan Carlos (Paul) durante años, y así contar con la posibilidad de desplazamiento todos los días de la semana y no cuatro días como está establecido en este momento.
-¿Ha habido alguna respuesta del Presidente Gabriel Boric?
-Pretendo escribirle una carta y enviarla a su domicilio. Me gustaría tener contacto directo para que comprenda los procesos y carencias de isla Mocha y la urgencia de subsanar las distintas problemáticas.
Para Daniela, la conexión con la isla fue algo inexplicable. Trabajó un par de años en el Centro Cultural La Moneda, lugar en el que un día encontró una pequeña reseña expositiva de isla Mocha, lo que le causó una gran curiosidad. Tanto fue el interés que solicitó días libres para viajar y conocer dicho paraje. Se trasladó de Santiago a Tirúa de forma terrestre y de Tirúa a la isla vía marítima. "Al llegar me vi interpelada de sobremanera, tanto así que declaré que viviría allí", rememora.
"Tres años más tarde emprendí mi viaje con el objetivo de radicarme en isla Mocha. Fue en agosto de 2021 cuando partí con mis maletas, mis libros y mi gata Buga. Llegué a Tirúa, comunidad que se encuentra justo frente al territorio insular. Sin embargo, debido a diversas razones no pude cruzar el océano hasta seis meses después. En Tirúa viví una de las pausas más bonitas de este transitar. Ese tiempo me permitió conocer al amor de mi vida, un amor fulminante y genuino. Al estar en Tirúa iba a diario a la playa a contemplar la isla. Si bien se podía observar desde cualquier punto, me gustaba llegar a ese límite entre la tierra y el mar, esa acción me hacía sentir más cerca de la isla. Así, meses más tarde me situé allí, y mi amor lafkenche me siguió. Por eso he decido permanecer en isla Mocha con la idea de llevar a cabo nuestros proyectos", comenta.
Ya instalados junto a Edison, experimentaron de inmediato la precariedad de los distintos servicios, un problema que, según dice, aquejaba a toda la comunidad. Debido a esto comenzaron a ir a reuniones, escuchar y apoyar el levantamiento y redacción de las diferentes problemáticas advertidas. Dentro de los puntos principales recogidos en ese momento asomaron los problemas de conectividad, educación, salud, agua potable y electricidad. Daniela agrega que, de acuerdo a los diálogos que han surgido, la delegada presidencial Daniela Dresdner les compartió el desarrollo de una mesa de trabajo multisectorial llevada a cabo con los ministerios, "y ante esto solicitamos una comunicación activa sobre los distintos avances, ya que la comunidad de isla Mocha requiere compromisos y soluciones que se sostengan en el tiempo, así como información concreta sobre el estado de desarrollo de los proyectos y los plazos establecidos para su ejecución".
Su nuevo rol en la isla
Desde su punto de vista, la desconexión geográfica del territorio insular, la condición de aislamiento y los problemas de conectividad no han permitido que se escuchen las voces de quienes han habitado allí. El hecho de sobrevivir, sin embargo, le generó algunos cuestionamientos sobre su papel en aquella sociedad. "Mi lugar de enunciación está ligado a las artes, a la educación y al compromiso social. Creo que el arte permite comunicar ideas, sentires y generar propuestas. Es una herramienta de activación crítica, creativa y de generación de conocimientos que permite el encuentro desde la diversidad de miradas, identidades y realidades. Por lo tanto, las acciones que pretendo emprender para fortalecer el desarrollo de las vidas en la isla están ligadas al diálogo, al trabajo colectivo y al apoyo, generando puentes con el continente", subraya.
Eso sí, a partir de distintas situaciones que han ocurrido dice tener la sensación de que las autoridades la observan como una persona conflictiva, "ya que mi voz les ha incomodado, puesto que les cuesta enfrentarse a la autocrítica". Y añade: "Si hubiese sido la quinta fallecida, no hubiese acaparado la atención de los medios de comunicación, por lo tanto, el trabajo realizado junto a Edison hubiese quedado olvidado en la bandeja de entrada de los correos de quienes tratamos de acudir para solicitar su atención ante las problemáticas y carencias de isla Mocha".
En línea a este análisis crítico, advierte que las autoridades regionales han buscado la forma de censurar su voz e ignorado el hecho de que la comunidad de la isla propuso que sea vocera de la junta de vecinos del sector norte, "porque han establecido comunicarse sólo con los dirigentes que están en la nómina vigente del registro civil. Es una situación desilusionante, buscan generar rencillas, pero ignoran el hecho de que somos una comunidad organizada".
-¿Tiene confianza en que ese abandono histórico por fin acabará tras lo ocurrido, o es algo que, lamentablemente, seguirá experimentándose?
-Tengo la ilusión, sólo depende del interés político de descentralización y del compromiso social del gobierno para marcar un precedente ante el abandono histórico. Como lo he señalado en otras ocasiones, es importante generar un programa de trabajo que se sostenga en el tiempo y que esté a la altura de las necesidades propias del territorio insular.
A 56 días de la tragedia, hoy Daniela asegura reencontrarse con cada rincón del hogar que mantuvo junto a Edison, con los lugares por los cuales transitaron y sus memorias, donde el archivo fotográfico adquiere un sentido de refugio. Tiene la sensación de que sus ancestras la salvaron para ponerla en ese lugar y cumplir un rol que irá descubriendo, "pero que tiene relación con contribuir al territorio y a sus habitantes".