Por Felipe Cuevas Mora

El 1 de julio, la magíster en Salud Pública y Educación Médica para las Ciencias de la Salud Ana María Moraga asumirá como decana de la Facultad de Medicina de la Universidad de Concepción (UdeC), tras ganar la elección interna con 108 votos de sus pares.

Luego de dos décadas de trayectoria académica y tras cumplir seis años como jefa de carrera de Medicina, su asunción representa el quiebre de paradigmas: para la celebración del centenario de la facultad en 2024 será la primera mujer y la persona más joven en asumir el cargo.

"Me siento privilegiada. Es la palabra que mejor describe lo que siento, principalmente por ser la primera mujer. Me alegra tanto dar una señal a las colegas mujeres, no sólo médicos, sino profesionales del área de la salud, de que tenemos espacio en los liderazgos", afirma.

La epidemióloga cuenta a Diario EL SUR que se prepara entre reuniones, leyendo discursos anteriores y con una imagen que se repite una y otra vez.

"En la sala de consejo están las fotografías de los decanos que hemos tenido y es un liderazgo característico: médicos clínicos, varones y mayores. Esta propuesta viene a ser un cambio necesario para llegar a un equilibrio ad portas de comenzar los nuevos cien años", dice con énfasis en el valor histórico que se le dará al centenario y la visión estratégica de "reposicionarnos y fortalecer la imagen de la facultad a nivel local, institucional, regional, nacional e, incluso, internacional".

-Queda la sensación de que la puesta en valor que usted señala va de la mano con relevar el rol que juega la facultad para la UdeC.

-La carrera de Medicina tiene 5.600 postulaciones efectivas a los 100 cupos que da cada año. No hay otra carrera en nuestra universidad que tenga ese tipo de deseo a nivel académico de los jóvenes para querer ingresar.

Los desafíos que pone sobre la mesa tienen relación con el cuidado del bienestar integral: "Somos profesionales que cuidamos a otras personas, por lo tanto, debemos partir por cuidarnos. Esa mirada en la educación no está lo suficientemente posicionada y queremos dar un énfasis al bienestar de toda la comunidad, a nivel estructural, físico y de salud mental. Pero también identificar los talentos y gestionarlos para aumentar la motivación y proactividad".

Como tercer eje estructurante, apunta a fortalecer la vinculación con el territorio y la investigación: "Nuestros alumnos están en los Cesfam y hospitales todo el día, pero queremos estar mucho más en el territorio. Y ese será un desafío, junto con otros como hacer un mayor aporte en investigación. Queremos hacer un centro de investigación en cáncer y un centro integral que reúna el trabajo que desarrollamos".

Panorama sanitario

Junto a sus labores como decana, Ana María Moraga deberá seguir destinando once horas semanales para la labor de miembro del Comité Asesor del Ministerio de Salud, que desarrolla desde marzo de 2023.

"Como epidemióloga, siempre he trabajado con el Estado y mi fin es la salud de las personas, independiente del gobierno. La invitación que me hiciera el gabinete de la Presidencia para integrar este comité me llenó de alegría", dice, además de destacar su aporte como la única miembro de regiones y valorar el rol que ha jugado la ministra Ximena Aguilera, "una profesional que conozco hace décadas. Es la mejor ministra que podríamos tener, y colaborar con ella es un honor".

-¿Cómo observa usted el escenario actual que vivimos a nivel epidemiológico?

-Estamos en otoño aún, y es interesante porque estamos en una situación de alerta por virus respiratorios en plena campaña de invierno. Hay que anticiparse, porque ya vivimos un peak de influenza y quizás no sea el primero, porque no se puede tener certezas de si viene otro. Este se presentó de manera más adelantada que en años anteriores y fue más intenso, pero ya viene en disminución.

En ese punto, realiza tres recomendaciones centrales. La primera apunta a vacunarse contra la influenza, considerando que el procedimiento salió de los recintos de salud, mientras que la segunda se focaliza en extremar los cuidados a los grupos vulnerables: "Si vivo con adultos mayores o si comparto con niños menores, es súper importante adherir a las medidas que nos dice el Ministerio. Por ejemplo, el volver a usar las mascarillas para los niños mayores de 5 años durante las clases busca cuidar a esos niños, y también a quienes integran el grupo familiar. Si nos damos cuenta, afortunadamente, un grupo de población ha comprendido el sentido que tiene usar la mascarilla, también como una muestra de respeto y civilidad a los demás".

La tercera recomendación se centra en no participar de aglomeraciones en espacios cerrados, sobre todo los grupos de riesgo, "pensando que la circulación de virus sincicial respiratorio (VRS) es alta. El 60% de las muestras que llegan al ISP son positivas a VRS y en un porcentaje menor influenza y adenovirus. Sabemos que en los grupos de riesgo se pueden generar enfermedades más complejas".

-¿La situación epidemiológica actual es peor que años anteriores, o bien en la actualidad se deben extremar las medidas por el escenario postpandemia?

-La OMS nos dijo que no estamos en una situación de pandemia, lo que no quiere decir que el covid-19 haya desaparecido, sólo que hoy no es el virus de mayor circulación. Si hay que tener presente que todos quienes tuvieron covid y quedaron con secuelas podrían sufrir una enfermedad compleja o grave frente a un virus que antes no les causaba tanto daño.

Al comparar con años anteriores, es clave hacerlo con años previos a la pandemia. Cuando uno mira hacia atrás, y ve el resultado que menos quisiera en base a enfermedades respiratorias -que es una muerte-, hoy tenemos menos muertes en niños respecto a la prepandemia, en número absolutos.

-¿Esto responde a las lecciones aprendidas tras la pandemia?

-Claro que sí, y en todo nivel. Como comunidad nos dimos cuenta de que el uso de las mascarillas y el lavado de manos sirve. A nivel hospitalario, la gestión centralizada de camas públicas y privadas nos sirve a todos, tanto al sistema público como al privado. Eso antes no existía y, si existía, era en una baja proporción. Es un modelo muy exitoso que se sigue replicando.

El otro tema que ha seguido es el de la conversión de camas, suspendiendo cirugías electivas, pese a que no es infinito, porque no es sólo cambiar la cama de lugar, sino también el recurso humano capacitado para atender pacientes críticos.

-Sin embargo, se cuestiona desde el mundo político que la preparación del Ejecutivo o del Minsal fue tardía...

-No tengo ninguna duda de que la preparación ha sido la que ha correspondido, estando dentro de los equipos que están analizando cómo se toman las decisiones.

Las decisiones se toman de manera anticipada respecto a la organización de los equipos, la vigilancia de virus respiratorios, de enfermedades o el uso de camas; todo esto no ha parado del tiempo de pandemia. No es que en algún minuto dejamos de vigilar o preocuparnos y ahora lo volvimos a hacer, sino que el trabajo preventivo de la red asistencial no ha parado y los equipos ahí están.

En el cierre, Ana María Moraga cuenta que a través de grupos de WhatsApp con sus excompañeros de universidad intercambiaban opiniones. Tras la última reunión del comité asesor de este miércoles, les recordaba a sus colegas que la mesa de trabajo sesiona permanentemente con los principales equipos ministeriales: "Esto es permanente y la vigilancia de lo que se está haciendo es al día. El Ministerio tiene una visión completa de lo que ocurre".