La prensa brasileña no calificó con buena nota el encuentro de presidentes sudamericanos organizado por el presidente Luiz Inacio Lula da Silva. O'Estado de Sao Paulo editorializó diciendo que había avergonzado a Brasil al abrazar a Nicolás Maduro. El diario Folha destacó que, ante sus problemas internos, el gobierno ha tratado de proyectarse en el ámbito internacional.
Hace unas semanas el jefe de estado brasileño fracasó en su intento de posicionarse como un negociador de la paz entre Rusia y Ucrania. Ahora, su esfuerzo por resucitar Unasur no entusiasmó a sus invitados. El gran ganador fue Nicolás Maduro en su primera aparición internacional en más de cinco años. Las duras palabras de los presidentes de Chile y Uruguay sobre las violaciones de los derechos humanos en Venezuela marcaron el poco positivo balance del encuentro.
El régimen de Lula pretende recuperar el papel protagónico que ha tenido Brasil en el mundo. No cabe duda de que es un gigante en nuestro continente. Y ha hecho valer su peso internacional desde el siglo XIX.
La cita de ahora, resumió el diario El País, "fue la oportunidad de que los jefes de Estado de Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Paraguay, Surinam, Uruguay y Venezuela, además del primer ministro de Perú, tuvieran la oportunidad de estar prácticamente toda la jornada juntos, de intercambiar opiniones y análisis en un clima de cercanía y confianza".
Pero ¿se avanzó realmente en estos propósitos? El mandatario brasileño recibió personalmente a Maduro e hizo una sugerencia que desató la controversia; "Sabes, la narrativa que se construyó contra Venezuela, de la antidemocracia, de autoritarismo", dijo. "Está en tus manos, compañero, construir tu narrativa y dar vuelta a este partido para poder vencer definitivamente y que Venezuela vuelva a ser un país soberano donde solamente su pueblo, a través de una votación libre, diga quién va a gobernar".
En su discurso, al inaugurar el encuentro presidencial, reiteró su convicción de que "con esto perdimos todos". Sus palabras fueron transmitidas en vivo por la televisión oficial brasileña, a diferencia de los discursos de otros presidentes
Gabriel Boric y Luis Lacalle Pou, de Uruguay, refutaron la afirmación de Lula de que se ha creado una "narrativa" sobre la falta de democracia en Venezuela.
"Manifesté respetuosamente que tenía una discrepancia con lo que señaló el presidente Lula el día de ayer, en el sentido que la situación de derechos humanos en Venezuela era una construcción narrativa", dijo Boric.
"No es una construcción narrativa; es una realidad, es seria y he tenido la oportunidad de verla en los ojos y el dolor de cientos de miles de venezolanos que hoy día están en nuestra patria", agregó el mandatario chileno.
El debate no terminó ahí. En una conferencia de prensa posterior, el diputado cercano a Nicolás Maduro, Diosdado Cabello, emplazó al presidente Boric:
"Siempre en las fiestas hay un bobo, pero es un bobo con malas intenciones, es un bobo que fue a faltarle el respeto al presidente Lula y al pueblo brasileño. Ya no es necesario que la gente diga que trabaja para los gringos, ya es evidente que trabaja para los gringos".
Lo que viene es saber qué consiguió Lula realmente.
Gabriel Boric y Luis Lacalle Pou, de Uruguay, refutaron la afirmación de Lula de que se ha creado una "narrativa" sobre la falta de democracia en Venezuela.