La larga espera para conectar el Biotrén a las comunas de Lota y Penco
Representantes actuales y pasados de EFE Sur y alcaldes analizan los puntos de conflicto que han entrampado las iniciativas de extensión a estas ciudades. En el caso de Lota, el nuevo puente Ferroviario vino a condicionar el avance del plan, aunque también advierten falta de voluntad política y un alto grado de centralización. Destacan, eso sí, las certezas que hay en estos momentos.
Por Nicolás Álvarez Arrau / nicolas.alvarez@diarioelsur.cl
Hay una portada de este medio que con letras grandes precisa lo siguiente: "Confirman la extensión ferroviaria a Lota y Tomé". Es una edición de 2006, de archivo, en la que se destacan las declaraciones de la exintendenta regional María Soledad Tohá. Bajo el titular se observa una foto con autoridades de la época, gente sonriente, una bandera chilena sostenida por dos hombres y un Biotrén de fondo. Meses después, sin embargo, se lee lo siguiente en un portal web: "La promesa de extender el servicio a Lota, Penco y Tomé fue sólo un aprovechamiento político para conseguir más votos". Lo dice Luis Cisternas, vicepresidente de la Unión Comunal de Juntas de Vecinos de Lota durante 2007, el mismo año en que la expresidenta Michelle Bachelet visitó el estadio Schwager para plantear a la multitud que si el Biotrén iba a llegar a Coronel, "por qué no podría llegar a Lota".
Desde 2006 han pasado 17 años -años de diversos gobiernos- y el servicio aún no arriba a la comuna minera, menos a Penco. Eso sí, hoy hay promesas que parecen ser más contundentes, no tan sólo por la energía que irradian las actuales autoridades al momento de anunciarlas, sino porque detrás de ellas vienen procesos más concretos, estudios que ya inician y que dan, ahora sí, una luz de esperanza. De hecho, existen plazos que se dejan entrever en caso de que las cosas marchen bien: 2028 para Lota y 2030 para Penco, aunque la concreción de este último todavía depende de los resultados de un estudio de prefactibilidad.
En esta edición, el gerente general de EFE Sur, Nelson Hernández, así como los expresidentes del directorio de la estatal (anteriormente "Fesur"), Alejandro Tudela y Víctor Lobos, y los alcaldes Patricio Marchant (Lota) y Víctor Hugo Figueroa (Penco) analizan los obstáculos que han entrampado los avances de ambas iniciativas. La falta de voluntad política, el nuevo puente Ferroviario, la espera de los resultados del proyecto que conectó Concepción con Coronel, la burocracia del aparataje público y la centralización, dicen, son parte de las piedras de tope sufridas estos últimos años.
Las piedras de tope y próximas etapas
A juicio de Alejandro Tudela, quien asumió la presidencia de la filial en 2014, a la hora de formular este tipo de proyectos hay que entender el marco regulatorio que define las inversiones del sector público. Por eso le llaman la atención los comentarios de algunas autoridades locales respecto a que los procesos se adelanten, tal como aspira el municipio lotino. "Ellos deberían saber cómo opera esto, porque tú no puedes hacer inversión pública si no hay un respaldo, al menos, económico en su ejecución, y en el caso de Lota hubo que hacer un perfil, luego una prefactibilidad, una factibilidad, la ingeniería de detalle, y en cada etapa que se quema se someten los resultados a este proceso del gasto público, si se justifica o no, y eso ralentiza los procesos", remarca el también académico del Departamento de Ingeniería Civil de la Universidad de Concepción.
Tudela advierte que antes de ir más allá era necesario probar el éxito de la extensión del servicio de Biotrén hacia Coronel -que comenzó a operar en 2016-, analizar la demanda y otras discusiones asociadas a la cantidad de trenes y su compra, el refuerzo de la red eléctrica o el tipo de inversión a concretar en consideración de las características del territorio. "Cuando uno llega a Lota, a la parte baja donde va la línea férrea, hay una feria, y ahí hay otro problema, porque en el instante que se implemente aquello puede que la gente que ha ocupado todos esos terrenos ilegales pida compensaciones. Es cosa de pensar lo que pasó con el puente Chacabuco", desliza, y agrega que todo "es como tener una casa que se hace por etapa, aunque también hay que reconocer que algunas veces el sistema público se toma demasiado tiempo, lo que hace que en ocasiones lleguemos tarde con las soluciones".
Desde el punto de vista de Víctor Lobos, hombre que dejó la presidencia de la compañía ferroviaria en 2022, nunca hubo un anuncio oficial de la extensión a Lota, salvo en el segundo período del expresidente Sebastián Piñera. "Ahí hubo un compromiso de llegar a Lota y la empresa se comprometió a hacer los estudios necesarios. En esa ocasión también se informó que el proyecto está condicionado al funcionamiento del nuevo puente Ferroviario, que es el cuello de botella, porque sin eso no se puede concretar la extensión; significaría disminuir la frecuencia de trenes por la estrechez que se produce al ingresar a una sola vía en el puente actual. Para mantener frecuencias es esencial tener el puente nuevo ejecutado", subraya.
El exintendente regional asegura que en su momento el directorio pidió hacer calzar la inauguración del servicio con la entrada en funcionamiento del nuevo puente que cruzará el río Biobío, algo que actualmente parece difícil concretar, sobre todo si se considera que los estudios, la ejecución de la extensión y las estaciones requeridas estarán listas en un par de años, "entonces se está contra el tiempo".
Información de distintos medios locales indican que la entrada en operación del plan lotino podría concretarse dentro de 2027, según les habrían confirmado desde EFE Sur. La página de la estatal, sin embargo, detalla en un apartado del plan "Trenes para Chile" que la extensión del Biotrén Lota-Coronel contempla el inicio de obras a fines de 2025 -momento en que debiese comenzar a funcionar el puente Ferroviario- y de operaciones en los últimos meses de 2028, todo bajo una inversión de US$ 40 (MM). El gerente general de EFE Sur, Nelson Hernández, evita entregar un año exacto para la entrada en operación, porque, según dice, todo dependerá del avance de los estudios. En el caso de Lota, informa que el próximo paso apunta a la ingeniería de detalle, que tiene una serie de factores técnicos y ambientales, es decir, "una tramitación que tiene sus tiempos y que no podemos acelerar demasiado, porque es necesario cumplir con esas condiciones".
"En términos concretos, de aquí a fin de año debemos ingresar la postulación a diseño, pero de ahí en adelante hay plazos que son bien relativos, ya que un estudio de impacto ambiental, por ejemplo, podría durar tres años (…) El diseño tiene ingeniería, estudios de evaluación ambiental, manejo del medio humano, la compra de material rodante, y después pasamos a ejecución. Yo diría que la extensión de Lota partió con la extensión a Coronel y con el puente sobre el Biobío, que son hitos súper relevantes", plantea Hernández.
Respecto a Penco, recuerda que recientemente se presentó al consultor que hará el estudio de prefactibilidad, trabajo que debiese durar del orden de 24 meses -hace unos días se indicó que serían 18 meses-, "lo que va de acuerdo a lo planificado y avanzando bien". De haber buenos resultados, comenzará la factibilidad y se entrará a diseño, antes de ejecutar las obras que, en el mejor de los casos, permitirían iniciar las operaciones a partir del año 2030.
Falta de voluntad y centralización
En Lota esperan apurar el proceso. Por lo mismo anunciaron esta semana una campaña para que el Biotrén llegue a la comuna en 2025 y beneficiar así a más de 12 mil personas que diariamente se mueven hacia la capital regional. Se juntarán 20 mil firmas a partir del 1 de junio, las que serán entregadas en una carta durante la primera quincena de septiembre al Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones y EFE. La semana que viene, en tanto, esperan convocar una reunión con los parlamentarios de la zona, concejales y dirigentes sociales para "hacer fuerza entre todos y cerrar filas respecto a un megaproyecto que es intransable", según define el alcalde Patricio Marchant.
Marchant fue también jefe comunal de Lota entre los años 2000 y 2008. Recuerda que la primera vez que escuchó que el Biotrén llegaría a Lota fue en el gobierno de Ricardo Lagos, "pero todos los presidentes han dicho lo mismo". En línea al análisis anterior, reconoce que el nuevo puente Ferroviario viene a ser una piedra de tope que hoy, afortunadamente, comienza a desintegrarse cada vez que avanza su construcción, pero insiste en que en todo este tiempo ha extrañado una voluntad política sólida.
Su par de Penco, Víctor Hugo Figueroa, recuerda que el tema de la extensión se comenzó a conversar durante el segundo mandato de Michelle Bachelet, tras una visita a la ciudad del subsecretario de Transportes de ese entonces, Cristián Bowen. "Claro que esto ha sido demoroso, porque han pasado ocho años desde que se comienza a conversar hasta el inicio del estudio de prefactibilidad. Lo más probable es que si esto da, podría materializarse en ocho años más, y eso es un tiempo muy prolongado", precisa el alcalde, quien apuesta porque la prefactibilidad finalice con números azules, algo que, insiste, sí o sí se conseguiría si la extensión hubiese considerado también a Tomé.
"Además, el Biotrén tendría una dura competencia con las micros, entendiendo que este último sistema será mucho mejor de aquí a cinco años y que una gran cantidad de personas seguirá prefiriendo el taxibus. Por eso planteé la necesidad de incorporar a Tomé para que la rentabilidad social sea absolutamente positiva", subraya Figueroa. Por último, y al igual que Marchant, ve falta de voluntad política, gobiernos muy cortos que no logran materializar proyectos y una centralización extremadamente marcada que hace que en la Región Metropolitana planes de este tipo demoren un cuarto de tiempo menos que acá.
Similar a Lota, para Penco también hay ideas que rondan con el objeto de acelerar la concreción del proyecto. El consejero regional y presidente del Comité de Fomento Productivo del Consejo Regional, Rodrigo Vera, propone crear desde el Gobierno Regional una gobernanza que permita financiar y ejecutar etapas de forma conjunta, como en la factibilidad y el diseño, reduciendo de esta forma la llegada del Biotrén a Penco de ocho a cinco años.