El plan 2023 para fortalecer la convivencia escolar en la zona
El Ministerio de Educación escogió este año a 11 ciudades de la Región del Biobío, de acuerdo a una serie de criterios. "A convivir se aprende" iniciará el segundo semestre y la idea es definir propuestas de trabajo. Parte de los sostenedores piden acelerar su implementación.
Por Nicolás Álvarez Arrau / nicolas.alvarez@diarioelsur.cl
Un total de 100 comunas del país serán priorizadas en un trabajo que busca enfrentar y prevenir la violencia generada en el contexto educativo, una violencia que se acrecentó con fuerza una vez que los estudiantes retornaron a la presencialidad tras la pandemia. Varias comunidades -y la opinión pública en general- fueron testigos de crudos videos que expusieron peleas callejeras entre alumnos y maltrato a profesores en los primeros meses del año escolar pasado. A través del plan "A convivir se aprende", que se lanzó a fines de marzo de 2023, el Ministerio de Educación espera que los recintos de estas ciudades obtengan apoyos y desarrollen competencias y habilidades.
A nivel regional habrá 11 comunas: Concepción, Florida, Hualqui (agrupadas en el Servicio Local de Educación Pública Andalién Sur), Cañete, Los Ángeles, Talcahuano, Alto Biobío, Mulchén, Yumbel, Coronel y Tirúa. Son cinco más de las que el semestre anterior iniciaron una especie de trabajo piloto enmarcado en el programa de convivencia escolar, que permitió recolectar información y generar diagnósticos locales. Todas fueron seleccionadas a partir de indicadores como denuncias reportadas por la Superintendencia de Educación, consultas a las Seremi, Índice de Vulnerabilidad Escolar y criterios de urgencia aplicados a partir de los incendios forestales ocurridos durante febrero.
Desafíos 2023
La seremi Elizabeth Chávez recuerda que en principio la iniciativa estuvo a cargo de las universidades del Desarrollo y de Concepción, las que permitieron generar un diagnóstico de las necesidades de los colegios y liceos. Gracias a esa labor, cuenta, fue posible consolidar un trabajo en red entre los establecimientos y detectar algunas brechas asociadas, justamente, a la falta de coordinación o a la carencia de procesos pedagógicos asociados a la convivencia escolar. Con esto último se pretende, por ejemplo, que asignaturas como lenguaje o matemáticas no sólo tengan objetivos de aprendizaje, sino que también incluyan habilidades socioemocionales para el siglo XXI.
Dado que en la zona hay un camino recorrido, la idea es que a contar de este año se definan las propuestas de trabajo, más que diagnósticos. "Ya sabemos qué necesitamos. Ahora tenemos que ver cómo hacemos que estas necesidades y brechas se transformen en acciones en donde podamos mejorar la convivencia escolar y tener protocolos que nos permitan ir desarrollando un rol referido a una convivencia más amable, pero mediante una acción conjunta entre profesores, asistentes de la educación, familias, estudiantes y toda la comunidad", plantea la seremi, quien agrega que lo anterior se debe dar, principalmente, en Florida, Hualqui, Concepción, Talcahuano, Los Ángeles y Cañete, que ya tienen un camino trazado.
Parte de estos sostenedores se muestran preocupados por la falta de claridad acerca del inicio del programa. Si bien en 2022 lograron cumplir sus objetivos, dicen que todo se hizo en un período muy corto de tiempo y eso es lo que esperan no sufrir en esta oportunidad, por lo que llaman a recibir cuanto antes las directrices. "Es importante que los programas comiencen a principio del año escolar, de tal manera que no congestionemos a las comunidades educativas en todas las demandas que hay (...) No hay que congestionar y agobiar a las personas; lo ideal es que las acciones se implementen el primer semestre para que después fluyan y se instale un proceso de trabajo", precisa Ana Suárez, encargada de Convivencia Escolar de Andalién Sur.
Al respecto, la seremi explica que durante este mes se difundirán las bases para que institutos y universidades postulen al plan, de tal manera de realizar la evaluación en junio y activar el proceso durante el segundo semestre. En esta oportunidad, el trabajo de apoyo se extenderá en el 100% de los establecimientos de cada comuna, ya sean municipales, subvencionados o particulares, aunque habrá un porcentaje que tendrá una atención especial y que por ciudad podría ir entre los cuatro o siete colegios o liceos.
La experiencia de los sostenedores
En Andalién Sur tienen una evaluación positiva del programa. Incluso, y aunque insisten en que aún es muy pronto para dar cuenta de resultados concretos, perciben una mayor articulación de los equipos de convivencia y que a mayo hay una menor cantidad de situaciones críticas en relación al mismo mes del año pasado, las que podrían significar una caída del 50%. "El producto de este trabajo era poder contar con los planes de convivencia escolar que son requeridos por normativa, entonces toda esta focalización facilitó a los participantes tener una comprensión más acabada de cómo se debe elaborar un plan de gestión y dónde tributan las acciones, partiendo de un diagnóstico", subraya Ana Suárez.
El único punto crítico, advierte, fue el escaso tiempo que tuvieron, ya que "eso genera algunas dificultades por lo que implica el cierre de año, pero a pesar de esa dificultad se valora la labor". En lo que respecta a 2023, además, insistirán en sumar a Chiguayante, comuna que tampoco fue incluida en la versión anterior.
Susana Mondaca, jefa del Área Técnica Pedagógica del DAEM de Talcahuano, también recalca que los resultados siempre son a largo plazo y que durante el semestre anterior sólo se logró trabajar durante noviembre y diciembre, lo que impidió extender las acciones hacia los estudiantes. En su caso trabajaron junto a la Universidad del Desarrollo, ente que abrió una mesa de trabajo territorial para levantar un diagnóstico y realizó cinco talleres de formación, junto con acompañar con profesionales directos del plantel a recintos focalizados.
"La evaluación que tenemos es positiva respecto de los aprendizajes. El foco el año pasado estuvo en las crisis, pero este año estará en la educación de la convivencia, y ahí nos interesa reflexionar con las comunidades y formar a la comunidad entera (...) Este año esperamos que el Ministerio gestione rápido los mecanismos administrativos para comenzar a trabajar antes y no a fin de año, porque ahí se complica. Yo no sé si la licitación estará avanzada o no para ver quién se adjudicará la implementación", sostiene la profesional.
Más al sur, en Cañete, el coordinador comunal de Convivencia Escolar, Juan Carlos Alvear, cuenta que ellos quisieron cambiar el concepto de "focalización" y hablar de "primeras escuelas", pero proyectando las acciones a toda la Provincia de Arauco. Aunque el paquete ministerial iba dirigido a siete recintos cañetinos, afirma que "bajo común acuerdo y la lógica de comunidad vimos la posibilidad de trabajar de forma consciente con todo el sistema educativo, no como una formalidad, sino que como un agregado extra y voluntario".
Parte de los focos que desean abordar este año tienen que ver con el aprendizaje integral y el liderazgo educativo. "El objetivo es desarrollar distintas acciones desde lo cognitivo, actitudinal y procidemental en comunidad escolar, pero enfocado en temas de regulación emocional de los estudiantes y familias, contención, fortalecimiento de herramientas socioemocionales y formativas. También el robustecimiento de la red", plantea Alvear.
Por último, Jeannette Fuentes, coordinadora de Convivencia Escolar de Los Ángeles, destaca que en la primera instancia pudieron alcanzar todas las metas propuestas, entendiendo que lo urgente era recoger información. Añade que al establecer ambientes propicios, afectivos, de confianza y seguridad, la enseñanza será mucho más fácil, "y ese es nuestra primera meta, además de cuidar la integridad del alumno y su salud mental".