Hace 128 años, Talcahuano vio nacer las primeras instalaciones navales, las que con el paso del tiempo no solo le dieron la categoría de primer puerto militar del país; sino que también, fue el inicio de una relación, que con el paso del tiempo se estrechó y se extendió a toda la Región del Biobío.

Rememorando los inicios de la Armada de Chile en esta área del país, se pueden encontrar escritos de 1768, en los que se menciona la intención de establecer instalaciones relacionadas al ámbito naval en Talcahuano. Las condiciones geográficas de la bahía y las consecuencias de los movimientos libertarios de principios del siglo XIX hicieron que esta zona de Chile asumiera una importancia estratégica.

Desde que la Armada se formó como una entidad del Estado de Chile, en 1818, pasaron casi siete décadas para que se estableciera en forma definitiva en este puerto de la Región del Biobío. En 1880, se inició la construcción del edificio administrativo para la empresa a cargo de las obras del Dique de Carenas, lo que actualmente es la Comandancia en Jefe de la Segunda Zona Naval.

Una década después, se iniciaron las obras del Dique Seco 1. Y en 1895, se creó el Apostadero Naval, al mando del contraalmirante Constantino Bannen Pradel, destacado marino a quien el actual comandante en jefe de la Segunda Zona Naval, contraalmirante Daniel Muñoz, homenajeó durante el acto inaugural del Mes del Mar 2023, al señalar que, "su enorme capacidad humana y profesional fundó los cimientos de lo que hoy en día es la valiosa relación de la Armada con la Región del Biobío".

Esas antiguas instalaciones, junto a una serie de maestranzas, conformaron lo que hoy es Asmar Talcahuano y junto al resto de las reparticiones navales, forman el complejo naval en este puerto, que es la principal base logística de la Armada de Chile, donde se manifiestan las cinco áreas de misión que la Marina debe cumplir: Defensa de la soberanía e integridad territorial, emergencia nacional y protección civil, cooperación internacional y apoyo a la política exterior, contribución al desarrollo nacional y a la acción del Estado y seguridad e intereses marítimos.

Dualidad histórica

Todo este complejo naval ha generado una especial relación entre la institución y la Región, "entre ambas existe una dualidad histórica, cuyo vínculo en el presente aporta al desarrollo naval y marítimo del país, porque nuestra institución tomó durante el transcurso de los siglos XIX y XX, la decisión histórica por establecerse en la Región del Biobío", destacó el contraalmirante Muñoz.

La autoridad naval agregó que esa vinculación tiene una componente muy importante, que es el factor humano. Un alto porcentaje de las cerca de cinco mil personas que trabajan en la Base Naval Talcahuano proceden de alguna comuna de la Región del Biobío, "ellos se encuentran emplazados aquí para cumplir la misión institucional y apoyar en las más diversas áreas que la sociedad civil demande de nosotros, lo que me mueve a solicitarles que la sientan suya y les agradezco el cariño, que de las más diversas formas nos demuestran", destacó.

La delegada presidencial regional, Daniela Dresdner, indicó que el trabajo que realiza la Armada es esencial para el desarrollo de la Región, "lo hemos visto intensificado en los estados de catástrofe y emergencia, donde hemos tenido un trabajo cercano y absolutamente coordinado con la Armada, la Jefatura de la Defensa Nacional y también con la Segunda Zona Naval".

La autoridad de gobierno añadió que "el rol que cumple la Armada es esencial por la vinculación que existe con el medio y con el trabajo que hace Asmar, lo que hace que sea muy importante en el desarrollo regional".

En tanto Jorge Baksai, cónsul de Hungría, afirmó, desde su perspectiva laboral conectada al sector portuario, que "la Armada tiene un nexo y una relación con los habitantes de la zona que es muy profunda y ha ido creciendo con el tiempo. Eso lo pude conocer teniendo una estrecha relación con la autoridad marítima en el ambiente portuario".

Talcahuano ha sido escenario de hechos históricos tan importantes como la primera acción de combate de la naciente Escuadra Nacional, la que el 28 de octubre de 1818, capturó a la fragata española "Reina María Isabel", junto a una unidad de infantes de marina. El alcalde de la comuna, Henry Campos, destacó que "para nosotros es fundamental la vinculación que hoy día tenemos con nuestra Marina. La Armada es conocida y querida, pero debemos seguir profundizando ese conocimiento para continuar estrechando los lazos de cariño y afecto que la ciudadanía tiene por nuestra institución naval".

Esas muestras de afecto y cercanía a la institución naval, la ciudadanía las manifiesta en cada una de las actividades que la Comandancia en Jefe de la Segunda Zona Naval realiza en las comunas. Así lo manifestó Alicia Brito, de Talcahuano, quien destacó lo simbólico que fue iniciar el Mes del Mar con el izamiento del Pabellón Nacional en la Plaza de Armas Arturo Prat, "muy lindo este inicio del Mes del Mar", señaló.

Juan Mercado y Carlos Suárez, como exmarinos, comentaron que con orgullo entonaron el himno nacional y Brazas a Ceñir, "agradecemos a la Segunda Zona Naval por este homenaje a la ciudad de Talcahuano, donde muchas personas tienen su sustento a través del mar. Con emoción y orgullo cantamos el himno nacional, porque el patriotismo nunca se pierde".

Las actividades cívico-militares no solo recuerdan efemérides o valores como el patriotismo; sino que también llenan de recuerdos y emociones a toda una comunidad, que de una u otra manera está relacionada al mar, al contar con un cuerpo de agua como la bahía de Concepción. Así lo manifestaron Eliana Pérez y Maritza Alarcón, residentes del sector de Los Cerros del puerto. Pérez destacó que "el izamiento del Pabellón Nacional es nuestro orgullo como ciudad y como país". Alarcón sostuvo que observar a los efectivos navales "nos hace recordar con emoción a nuestros hijos y conocidos que también fueron parte de la institución".

El contraalmirante Muñoz manifestó que uno de los desafíos de este Mes del Mar es difundir la Marina más allá de las comunas costeras. "En los puertos y caletas de la Región la institución es muy conocida, pero en esta oportunidad nuestro objetivo es llegar a las comunas que están más al interior, para que los jóvenes y niños que viven hacia la cordillera también puedan conocer la institución y sepan cuáles son las potenciales capacidades que la institución ofrece para su desarrollo profesional".

Reconocimiento de la ciudadanía

Uno de los principales atractivos turísticos de la Región del Biobío, y en particular del puerto de Talcahuano, es el museo Reliquia Histórica (RH) "Huáscar". Su estructura pintada de negro y amarillo se observa desde distintos puntos de la bahía de Concepción, donde permanece fondeado desde 1901.

Durante todo el año, delegaciones de turistas y escolares llegan a la Base Naval de Talcahuano para conocer este santuario flotante, buque que en sí mismo es parte de la historia naval. En él se conservan pasajes de la Guerra del Pacífico y un mundo de compromiso, caballerosidad e hidalguía, llevada a su máxima expresión por ilustres hombres de mar, como lo fueron los comandantes chilenos Arturo Prat Chacón, Manuel Thomson Portomariño y el almirante peruano Miguel Grau Seminario y sus respectivas tripulaciones.

Este histórico legado, fundamental para la memoria y educación cívica nacional es el que la Armada de Chile custodia para las nuevas generaciones, bajo la responsabilidad de la Comandancia en Jefe de la Segunda Zona Naval. Por ello, desde que se convirtió en santuario, periódicamente ha sido sometido a mantenciones en los Astilleros y Maestranzas de la Armada, Asmar Talcahuano, para conservar los niveles de seguridad del buque, como de las personas que a diario lo visitan.

El comandante del RH "Huáscar", capitán de fragata Julio Carvajal Madariaga, relató que el buque, tras salir del servicio, en 1935, fue sometido a un período de recuperación que permitiera restablecer parte de su condición para ser visitado por el público.

"Entre 1951 y 1952, se dio inicio a una gran iniciativa, que contó con la perseverancia del entonces comandante en jefe de la Segunda Zona Naval, contraalmirante Pedro Espina Ritchie, comenzando la restauración total del monitor con la intención de dejarlo como lucía en 1878 y con el propósito que se convirtiera en un santuario donde se veneraran las Glorias Navales de Chile y Perú. Siendo el 8 de octubre de 1952, inaugurada la primera gran restauración del Huáscar", agregó el comandante Carvajal.

Es esta condición de santuario lo que le da un gran valor histórico a este museo, "el monitor Huáscar, flotando a la gira en la bahía de Concepción, representa el profundo significado de culto a la memoria de dos grandes del mar, como lo fueron el comandante Arturo Prat y el almirante Miguel Grau y representa un elocuente gesto de hermandad y fraternidad entre dos naciones, alcanzando el mismo espíritu de caballerosidad e hidalguía expresado por quienes combatieron en sus cubiertas", destacó el comandante Carvajal.

Muestra histórica

En el "Húascar", el visitante se adentra en el pasado para conocer este navío, uno de los primeros construidos con un casco de hierro, que reemplazó a las antiguas unidades de madera, con una imponente pieza de artillería giratoria de 37 toneladas, conocida como torre de coles. También destacan los monolitos que recuerdan la memoria del comandante Prat, del almirante Grau y del sargento Aldea. Desde el castillo de proa se observa su espolón, y los 62 metros de eslora llegando la vista hasta la popa, donde flamea el Pabellón Nacional chileno desde 1879.

En su interior se presenta una colección de museología relacionada a los combates navales de Iquique y Angamos. Destaca el oratorio y la cámara del comandante, donde las aplicaciones de palo de rosa, caoba y ébano en puertas y paredes le dan calidez a este lugar donde se exhiben dos sables de abordaje de 1862. Junto a ellos, la espada del comandante Manuel Thomson y los retratos de tres marinos que rindieron sus vidas por sus patrias: Prat, Grau y el mismo Thomson.

El contramaestre del monitor "Huáscar", sargento José Parra, añadió que "el visitante, cuando llega a este museo flotante, se encuentra con un segmento de la historia que no se encuentra en los libros. Aquí la historia se puede mirar, tocar y observar, donde se destacan y resaltan las glorias y el valor de todos nuestros héroes patrios".

Es por ello, que año a año son muchos los visitantes que recorren el borde costero de la Base Naval Talcahuano, hasta llegar al muelle donde está la balsa impulsada de forma manual por marinos, que los traslada hasta este imponente buque, "promediando los 150 mil visitantes anuales, nacionales y extranjeros, los que recibimos en el museo. Solo durante los dos años de restricción sanitaria a causa de la pandemia hubo disminución de turistas. Pero ya nuevamente vemos llagar a las delegaciones de escolares, familias y turistas, hasta este museo que se encuentra en la bahía de Concepción", detalló el sargento Parra.