Cáncer de ovarios, una enfermedad silenciosa que cuesta vidas
La matrona Valentina Villegas, académica del Centro de Salud USS, explica este tipo de cáncer, a qué mujeres afecta, los factores de riesgo y las maneras de prevenirlo. También, detalla la atención en GES, sus beneficios en el sistema y los tiempos máximos de espera, entre otros puntos.
Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), una de las principales causas de muerte en el continente es el cáncer. En ese sentido, el Observatorio Global de Cáncer de la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que el cáncer de ovario es el octavo tumor maligno más frecuente en la población femenina, cuya tasa de decesos es de 3,9 por cada 100 mil mujeres. Ante una enfermedad mortal y silenciosa, resulta crucial reconocer los síntomas, saber los factores de riesgo y cuáles son los tratamientos disponibles.
Para Valentina Villegas Muñoz, académica del Centro de Salud de la Universidad San Sebastián, el cáncer de ovarios no solo es una patología que afecta a los ovarios en sí, sino también a los tejidos anexos a este. "Esta enfermedad es la proliferación anormal de las células de los ovarios en los que se forma un tumor. Se da principalmente en mujeres mayores de 40 años, sobre todo en quienes están en período posmenopáusico", explica.
Este tumor genera distintos síntomas como dolor agudo o hinchazón en el abdomen o la pelvis y deseos de orinar frecuentemente. A su vez, bultos en el área pélvica y problemas gastrointestinales como estreñimiento.
"Como estos signos clínicos son bastantes inespecíficos, es importantísimo que la mujer acuda a su matrona o ginecólogo, al menos una vez al año, para realizarse un chequeo ginecológico y posteriormente solicitar una ecografía transvaginal. Eso permitirá detectar problemas en los ovarios o en el útero", recomienda la matrona Valentina Villegas.
FACTORES DE RIESGO
Además de lo descrito, la enfermedad también puede ocurrir por factores de riesgo como: antecedentes familiares, alteraciones de los genes BRCA 1 y BRCA2, síndrome de Lynch, endometriosis, sobrepeso u obesidad, consumo de tabaco, menarquia precoz (cuando tiene su período de manera anticipada), nuliparidad (no tuvo hijos) y menopausia tardía.
El cáncer más frecuente es el epitelial o celómico, cuyas células recubren el ovario, y que presenta dos tipos: cáncer de tubas uterinas y cáncer peritoneal. También, están los tumores estromales. "Aunque hay distintos cánceres, los tumores de células germinales pueden afectar a jóvenes de 20 años. Sin embargo, es poco común que ocurra", puntualiza la profesional.
DIAGNÓSTICO Y COMPLICACIONES
El diagnóstico del cáncer de ovarios se puede obtener mediante uno de los siguientes cuatro exámenes: resonancia magnética o tomografía, biopsia de tejido, examen físico de la pelvis y exámenes de sangre con marcador tumoral (CA-125). Estos últimos detectan la proteína CA 125 que, generalmente, se encuentra elevada en pacientes con cáncer ovárico.
Para acceder a la biopsia, según la matrona Valentina Villegas, es requisito que, previamente, se realice una ecografía que muestre una masa anormal en los ovarios. "El tratamiento contra el cáncer dependerá de la etapa en la que se encuentre, pudiendo ser mediante una cirugía, quimioterapia o radioterapia", detalla.
"Dentro de los factores protectores tenemos: la anticoncepción oral, la multiparidad, la lactancia materna y la extirpación de las tubas uterinas o del útero. Esto último no se realiza a todas las mujeres, sino a quienes ya presentan esta patología u otra", indica Valentina Villegas, académica de la USS Concepción.
Respecto a las complicaciones, estas se pueden manifestar como: derrame pleural (acumulación de líquidos entre los pulmones y el tórax), inflamación del abdomen, trombosis venosa profunda, metástasis e incluso la muerte.
GES
Pero no todo es negativo en esta patología, ya que está cubierta por las Garantías Explícitas en Salud (GES). Los beneficios que incluye son medicamentos, cirugías y exámenes médicos. El tiempo máximo de espera, tanto para una intervención quirúrgica como para un diagnóstico, es de 30 días.
"El tratamiento complementario, desde la indicación médica, es de 30 días. Mientras que el seguimiento, desde el primer control, es de 60 días", dice Valentina Villegas, académica clínica del Centro de Salud USS.
Sobre cuál es el monto por pagar, si la persona pertenece a Fonasa D o isapre, el monto corresponde a $562 mil aproximadamente respecto a una cirugía cuyo arancel es de $2 millones 800 mil y fracción.