"La DC, como institución partidaria a nivel nacional, ha sufrido una derrota enorme. De todos nuestros candidatos a lo largo del país, no elegimos ninguno (…) Uno pudiese decir que en Biobío obtuvimos seis puntos, pero eso no cambia el hecho de que lo que enfrentamos fue un golpe y una pulverización de la centroizquierda", plantea el diputado demócrata cristiano por el distrito 20 Eric Aedo.
El legislador puntualiza que este fenómeno de inclinación hacia la derecha impactará en las elecciones municipales y de consejeros regionales, así como en la de gobernadores regionales, "por eso no hay nada de qué contentarse y hay que buscar la mayor amplitud política social posible entre el mundo de la centroizquierda y el oficialismo, o de lo contrario este terremoto se volverá a repetir". En concreto, Aedo precisa que es urgente que su partido asuma a nivel regional desafíos, como incorporar en sus filas a más personas profesionales, emprendedoras y jóvenes.
"Ahí hay un desafío súper concreto para la DC, porque no podemos seguir siendo siempre los mismos. Quienes permanecemos en el partido tenemos unos años de historia, pero no captamos con la misma velocidad a sectores profesionales, de emprendedores o, sobre todo, gente joven. Esos cuadros no los tenemos actualizados y representa una tarea pendiente", repasa.
Otro elemento que considera tiene que ver con la capacidad de tener unidad y compartir propósitos en algunos temas asociados, por ejemplo, al orden público y seguridad, robo de madera, violencia criminal, narcotráfico, o decaimiento económico, a fin de no caer en un "estado de obsolescencia". Precisa que su tienda debe buscar un entendimiento con el oficialismo y la centroizquierda, en una agenda legislativa que sea empujada de manera conjunta y a través de proyectos concretos, pero también en un acuerdo electoral en miras del futuro, "porque yo no veo un espacio para la DC en la derecha; todo lo que significa equidad, justicia social, desarrollo económico, respeto al medioambiente o seguridad tenemos que hacerlo en un marco de centroizquierda. Si el partido se inclinase a la derecha, sería inclinarse a una derecha que comanda el Partido Republicano, seríamos un absoluto vagón de cola".
Agrega que tiene que haber un cambio discursivo, de lo contrario, "a este ritmo, el mundo de la centroizquierda está destinado a desaparecer (…) Hoy somos un partido minoritario, pero podemos jugar un rol de conducción".