Durante los incendios forestales que afectaron a la Región del Biobío durante el verano de este año, Marco Aroca, agricultor de frutillas del sector Río Lía de Santa Juana, perdió toda su producción. A causa de las consecuencias del fuego, incluso pensó en dejar esta actividad porque el golpe fue muy grande para él y su familia.

Por fortuna, Aroca es uno de los beneficiados del proyecto Agroceler, instancia que ejecuta la Universidad Andrés Bello (Unab) gracias a recursos proporcionados por el Fondo para la Innovación y Competitividad (FIC) del Gobierno Regional del Biobío. Por medio de la instancia, en el predio de Aroca se instaló un completo kit de riego que contempla mangueras, planzas, bombas, un motor y el mejoramiento del sistema eléctrico para el funcionamiento de esta red, además de un nuevo y más grande estanque de agua.

"Se perdió todo, porque no teníamos agua, no teníamos los medios para regar y se perdió todo lo sembrado. Por eso Agroceler ha sido un gran aporte para nosotros, porque en estos momentos quedar sin nada y empezar de nuevo es difícil, cuesta mucho y esta ayuda lo insta a uno a continuar, es un gran apoyo", expresó Aroca.

Equipamiento de riego como el que recibió Marco Aroca también será entregado a otros 16 agricultores de Santa Juana por parte de Agroceler. Para formalizar este compromiso, el viernes 21 de abril se realizó una ceremonia en el predio de Aroca, en donde se les entregó a los beneficiados el certificado del Plan Piloto de Riego Eficiente, con el que se homologará los sistemas para llevar el agua a sus producciones.

Agregar valor

Tal como se indicó, el proyecto "Agroceler: Fruticultura 4.0 para la Región del Biobío" es una instancia ejecutada por Unab con financiamiento FIC del Gobierno Regional del Biobío. Actualmente se desarrolla la segunda etapa de esta iniciativa, centrada en la transferencia e implementación tecnológica en favor de agricultores de berries y cherries de Santa Juana, Hualqui y Florida, en la Provincia de Concepción, y Los Ángeles, Negrete, Nacimiento y Laja, en la Provincia de Biobío, totalizando 200 productores.

Anteriormente, se cumplió la primera fase del proyecto, denominada "Aceleradora para la valorización de la industria agroalimentaria en un mercado global", también ejecutada gracias a un FIC del Gobierno Regional del Biobío, a través de la cual se levantó una línea de base de productores de berries y cherries de nuestra región.

En esa etapa se concretó transferencia tecnológica a los beneficiarios directos e indirectos, por medio de seminarios, workshop y una gira tecnológica, entre otros adelantos. También se implementó un laboratorio de Robótica en la Universidad Andrés Bello.

Respecto a la fase actual, y en específico a la habilitación del riego eficiente para los 17 agricultores de Santa Juana beneficiados, Camilo Cornejo, ingeniero agrónomo encargado de las implementaciones tecnológicas y el trabajo directo con los productores, explicó que cada uno de ellos presenta distintos grados de necesidad en este ámbito. Por ejemplo, hay seis a quienes se les debe efectuar una revisión completa de su sistema eléctrico para hacer funcionar el riego. A otros hay que ayudarlos revisando paneles fotovoltaicos, de bombas sumergibles, de estanques, por mencionar algunos.

El profesional explicó que todas las mejoras mencionadas siempre fueron consideradas por el proyecto Agroceler, no obstante, las repercusiones causadas por los incendios forestales cambiaron las prioridades en la iniciativa. "Por ejemplo, a Marco igual se le tenía que modificar la bomba y hacer un sistema completo de tendido eléctrico, con o sin incendios se iba a desarrollar igual, pero la emergencia aceleró el proceso. Todo esto se iba a efectuar de todas maneras", acentuó.

A la ceremonia efectuada en el sector Río Lía de Santa Juana también arribó Iván Valenzuela, jefe de la División de Fomento e Industria del Gobierno Regional, quien explicó que, en general, el proyecto Agroceler va encaminado a la agregación de valor de los productores de berries y cherries locales. "Hoy, muchas de las familias rurales se dedican a una pequeña agricultura, una agricultura campesina que sirve de sustento familiar y aporta al desarrollo económico y social de su comuna y de la Región. Pero la pregunta que debemos hacernos es, cómo a esa agricultura le agregamos valor y que ellos no estén comercializando sus productos solo en una época del año, cuando cosechan. En ese sentido, ese es el trabajo que hemos estado haciendo con la Universidad Andrés Bello de agregarle valor a sus productos, no solamente en la forma de comercializar, sino que también enseñándoles a cómo producir e incorporar tecnología", comentó.

La autoridad añadió que todos estos cambios se pueden hacer posibles en la medida que los gestores del conocimiento, que en este caso son las instituciones de educación superior, lo pongan a disposición de los agricultores.

En representación del Dr. Carlos González, vicerrector de la sede Concepción de Unab, asistió a la actividad en Santa Juana Verónica Jiménez, académica de la Facultad de Ciencias Exactas y coordinadora de Investigación de esta casa de estudios superiores. Consultada acerca de la importancia del proyecto para la universidad, Jiménez señaló que, desde una perspectiva institucional, la ejecución de este tipo de proyectos responde a la misión que tienen de vincular la generación de nuevo conocimiento con el desarrollo de las comunidades en las cuales están insertos como entidad. "No estamos haciendo esta vinculación como una actividad extracurricular, sino que es parte de nuestra actividad central como institución que aporta a la zona con el conocimiento que tenemos", enfatizó.

Verónica Jiménez se refirió en particular a la actividad realizada en el predio de Santa Juana, comentando que se atiende a una comunidad tremendamente dañada por los incendios y las desigualdades estructurales presentes en la Región. "Como institución hemos puesto nuestro foco en aquellas zonas donde no es fácil llegar, acá no estamos en el Gran Concepción y esa es una mirada que tenemos como universidad", dijo.