Corfo a través de los años: un importante actor en el desarrollo de Chile en el último siglo
Un antecedente relevante en la historia de la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo) se vincula con los efectos causados por la Gran Depresión de 1929, la cual generó importantes consecuencias en la economía nacional y, por supuesto, en la internacional. Esto motivó que durante el Gobierno de Arturo Alessandri Palma se comenzara a discutir la necesidad de fortalecer el desarrollo industrial de Chile.
Este tema continuó dominando las conversaciones de importantes actores nacionales hasta que en enero de 1939 se produjo el terremoto que tuvo como epicentro Chillán. Tras esa catástrofe, era necesario sacar adelante el país, para lo cual se requería una institucionalidad nueva que se hiciera cargo de esta tarea.
De esta forma, el 29 de abril de 1939 se promulgó la ley 6.434 de Reconstrucción, Auxilio y Fomento de la Producción, por medio de la cual se creó Corfo, además de la Corporación de Reconstrucción y Auxilio.
La misión inicial de la Corporación de Fomento de la Producción fue generar y ejecutar los Planes de Acción inmediata, los que debían dar respuesta a las necesidades causadas por el sismo y remediar de esta forma a la emergencia asentada en gran parte del territorio nacional. Los planes se desarrollaron en diferentes sectores productivos, como la minería, la agricultura, la energía eléctrica, el comercio y el transporte, entre otros más.
Industrialización
Tras dejar atrás la emergencia más inmediata, Corfo proyectó un objetivo mucho más ambicioso y de largo plazo: ser el pilar de la industrialización del país. Para tal efecto se crearon diferentes empresas que asentaron las bases del desarrollo de Chile, como por ejemplo la Compañía de Acero del Pacífico (CAP), la Empresa Nacional de Electricidad (Endesa) y la Empresa Nacional del Petróleo (Enap).
Otro aspecto importante de la gestión temprana de Corfo se relaciona con los estudios económicos. A partir de la década de 1950 confeccionó las Cuentas Nacionales, lo que dio pie, por primera vez, a tener una referencia acerca del ingreso nacional y de su Producto Interno Bruto. (PIB).
Los años posteriores la conformación de nuevas instituciones ocupó parte importante de los esfuerzos de Corfo. La Empresa Nacional de Telecomunicaciones (Entel) y Televisión Nacional de Chile son dos ejemplos de la labor efectuada por la corporación durante la década de 1960. De manera paralela, la investigación enfocada en el apoyo a la industria también fue impulsada por Corfo, lo que se materializó en instancias como el Instituto de Fomento Pesquero (Ifop), el Servicio de Cooperación Técnica (Sercotec) y el Instituto de Recursos Naturales (Iren).
La dirección de Corfo cambió durante el Gobierno del Presidente Salvador Allende. Pasó de ser un generador de proyectos que el sector privado no podía concretar a administrar propiedades que pasaron a manos estatales. De esa manera, la corporación comenzó a manejar más de 500 unidades productivas. Tras el término de ese mandato, las propiedades públicas fueron privatizadas.
Con el retorno a la democracia, Corfo nuevamente experimentó una transformación en sus orientaciones. Fomentar el emprendimiento y la innovación se volvieron una labor fundamental de la institución. Apoyar a quienes partían alguna actividad, colaborar con iniciativas productivas de distintos tamaños y tipos y fomentar la ciencia y la tecnología se volvieron relevantes en el quehacer de Corfo.
La institución tuvo una importante prueba tras el terremoto y tsunami de 2010 que afectó la zona centro sur de Chile, momento en que Corfo proporcionó medios para que muchas pequeñas, medianas y grandes empresas volvieran a levantarse, de la misma forma como ocurrió en los orígenes de la corporación.
La pandemia planteó un nuevo desafío en el trabajo de Corfo, entidad que respondió entregando apoyo a quienes vieron en el emprender una forma de independizarse y lograr sobrellevar la emergencia sanitaria. La innovación es otro de los puntos fuertes de la corporación en nuestros días, lo que apunta a conseguir que el medio productivo nacional sea más sostenible en el tiempo, pensando en las próximas décadas del siglo XXI.