El largo trayecto navegado por Asmar para ser una empresa de primer orden mundial
El arsenal instalado en 1817 en Valparaíso es el antecedente más antiguo de la labor de mantención de buques navales en el país.
Asmar es una de las empresas más importantes del país y una joya de la Ingeniería Naval. Desde su creación a fines del siglo XIX, ha contribuido al desarrollo económico y tecnológico del país. Tiene una amplia gama de negocios que van desde la construcción y reparación naval hasta la producción de equipos y sistemas para la Armada de Chile, entre otros. Su capacidad técnica y profesionalismo son reconocidos, siendo una de las empresas más importantes del sector en América Latina.
Uno de sus principales segmentos de negocios es la construcción naval, que desarrolla en modernas instalaciones que cumplen con los más altos estándares de calidad y seguridad. Desde su creación, ha construido gran cantidad de buques para la Armada de Chile, tales como fragatas, submarinos, patrulleros y buques de apoyo logístico. Asimismo, ha desarrollado nuevos proyectos como el diseño y construcción del Buque Multipropósito Antártico y el Buque de Investigación Oceanográfica, destinados a fortalecer las capacidades de la Armada en la Antártica y los océanos.
Otro segmento de negocios es la reparación y modernización naval a terceros. En este sentido, cuenta con modernos diques y talleres especializados para la reparación y modernización de todo tipo de embarcaciones, incluyendo cruceros, buques de carga y pesqueros. La calidad de sus servicios, sumado a su ubicación estratégica en el Pacífico Sur, convierten a Asmar en una alternativa muy atractiva para las empresas navieras que necesitan reparar o modernizar sus embarcaciones en la región.
Además de su actividad comercial, ha demostrado su compromiso con la sociedad. En pandemia, diseñó y produjo un Aparato de Asistencia Ventilatoria (AAV) para apoyar al sistema de salud. Asimismo, en el ámbito ambiental, ha desarrollado proyectos para el tratamiento y disposición adecuada de residuos, así como para la reducción del consumo de energía y la emisión de gases de efecto invernadero.
Su impacto en la Región va más allá de lo económico y tecnológico. También ha contribuido al desarrollo del turismo en la zona, especialmente en el segmento de cruceros de lujo. Los cruceros que navegan desde Europa hasta América del Sur consideran la Antártica como un destino turístico, lo que convierte a Talcahuano en un punto estratégico para la reparación y mantenimiento de estas embarcaciones.
Además, se destaca por su compromiso con el medioambiente y la sostenibilidad. En su gestión, ha implementado medidas para reducir su huella de carbono y minimizar el impacto ambiental de sus operaciones. Por ejemplo, ha implementado tecnologías de tratamiento de aguas y residuos, así como también ha incorporado energías renovables en sus instalaciones.
Otro aspecto es su capacidad de innovación y adaptación a los cambios tecnológicos y del mercado. Asmar ha sabido diversificar su oferta de servicios y productos parla responder a las demandas de sus clientes, tanto en el ámbito naval como en otros sectores. Asimismo, ha invertido en la formación y capacitación de su personal, lo que le ha permitido contar con un equipo especializado y competente.
Por último, es un ejemplo de empresa pública exitosa en Chile. A pesar de su dependencia del presupuesto del Estado y de las fluctuaciones del mercado, ha mantenido una gestión eficiente y sostenible, generando empleos y desarrollo económico en la Región del Biobío y contribuyendo al fortalecimiento de la industria naval en el país.
Los Astilleros y Maestranzas de la Armada (Asmar) es una empresa estatal, con administración autónoma, que tiene como objetivo la reparación, construcción y servicios generales a las naves de la Armada de Chile, como también realizar prestaciones a embarcaciones o insumos pertenecientes a terceros.
Todo esto requiere que Asmar cuente con la infraestructura, equipamientos y personal competente para tales tareas, capacidad y experiencia que es puesta a disposición de la Marina de Chile y de otras instituciones similares alrededor del mundo, además de empresas navieras nacionales y extranjeras.
La historia de Asmar se remonta a la creación del primer arsenal de la Armada de Chile, el cual se habilitó en Valparaíso en diciembre de 1817, ciudad que era la base de la Escuadra Nacional. En 1870 el arsenal ya poseía en sus dependencias una maestranza, en la cual laboraba un ingeniero, un mecánico, herreros y carpinteros. Posteriormente, se sumó un constructor naval.
La demanda por la reparación y mantención de los buques de la Armada hizo necesaria la construcción de un dique de carenas con mayor capacidad a los ya operativos en el país. Con este objetivo en el horizonte, se desarrollaron los estudios para tener la mejor opción para la institución uniformada. De esta manera, en 1896 se inauguró el Dique Seco de Carenas 1, en el sector de Bajo Marinao, en la Bahía de Concepción, en Talcahuano.
Además de estas instalaciones se concretaron talleres y laboratorios para apoyar los trabajos de reparación, transformándose en el complejo industrial más importante con el cual contaba el país a fines del siglo XIX.
Pero los arsenales no solo se ubicaron en Valparaíso. En 1896, Puerto Zenteno, en Magallanes, ya contaba con este tipo de instalaciones. Unos pocos años después se trasladaron a Punta Arenas, en u sector de la avenida Independencia. Décadas después se situaron en 21 de Mayo, el 1 de febrero de 1953, iniciándose sus actividades como Subdepartamento de Ingeniería Naval. Se trata del astillero más austral del mundo.
A medida que la Armada fue sumando unidades más grandes se hizo cada vez más necesario contar con una mejor capacidad de mantención y reparación de las naves. A eso responde la construcción del Dique Seco 2, el cual cuenta con una mayor envergadura. La adquisición del acorazado Almirante Latorre impulsó en gran medida esa obra, la cual se inauguró el 15 de julio de 1924.
Pero este tipo de avances no solo servían para atender a los buques de la Armada de Chile, sino que también recibir requerimientos de parte de armadores del país y del extranjero, cuando sus embarcaciones transitaban por la costa sur oriental del Océano Pacífico.
El paso definitivo en el ámbito de la construcción, reparación y mantención fue dado el 6 de abril de 1960, con la inauguración de los Astilleros y Maestranzas de la Armada (Asmar), bajo una administración autónoma, lo que le ha permitido desarrollar importantes capacidades técnicas para enfrentar las necesidades cada vez más específicas presentadas por los buques de la Armada de Chile, como de otras marinas y armadores.
A lo largo de los años, su incesante actividad le ha permitido mantener la operatividad de las unidades de la Armada y le ha valido a Asmar el reconocimiento de armadores nacionales y extranjeros, los cuales se acercaron a esta empresa para contar con buques seguros y modernos.
Luis Felipe Slier Muñoz
Director de Ingeniería Comercial
Universidad San Sebastián
Asmar,
una joya de la Ingeniería Naval al servicio de Chile
A medida que la Armada fue sumando unidades más grandes se hizo cada vez más necesario contar con una mejor capacidad de mantención y reparación de las naves. A eso responde la construcción del Dique Seco 2,
el cual cuenta con una mayor envergadura. La adquisición del acorazado Almirante Latorre impulsó en gran medida esa obra, la cual se inauguró el 15 de julio de 1924.