Avances y dificultades de la reconstrucción
Según datos entregados esta semana por la Delegación Presidencial del Biobío, desde el 11 de febrero hasta el pasado martes 18 se ha levantado casi el 60% de las 1.450 edificaciones que se requieren en las zonas afectadas por los incendios forestales de febrero pasado, es decir, alrededor de 700 viviendas de emergencia, pese a que el Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres, Senapred, catastró de forma anterior que eran 1.248 viviendas las que se requerían para la zona.
Con la entrega de este dato fue posible confirmar que resta más de medio millar de casas para cumplir con la meta definida por el Presidente Gabriel Boric, que proyectó que todas las viviendas de emergencia necesarias para la zona debían estar habilitadas la primera semana de mayo. Si se abordan las cifras de avance sin ningún tipo de análisis contextual, la primera conclusión sería que las autoridades no han cumplido con la exigencia autoimpuesta , pese a las instrucciones precisas entregadas por el Jefe de Estado respecto de las prioridades, a la luz de los acontecimientos es claro que los hechos que impiden el avance requieren una análisis mucho más profundo.
De hecho, hace algunas semanas se duplicó el número de soluciones temporales levantadas, ya que a fines de marzo la cifra solo alcanzaba las 435, lo que se traducía en un 34% de cumplimiento del total requerido, lo que indica que los esfuerzos por dar a las familias damnificadas una solución habitacional existen y se han coordinado las tareas para ello. Esta semana, sin embargo, además de los nuevos datos sobre el progreso de la reconstrucción, fueron dados a conocer algunos de los factores que dificultan el proceso y que vuelven a tener relación con las empresas a cargo de las obras en las distintas comunas de la Región.
El delegado presidencial regional (s) Humberto Toro explicó si bien hay algunos problemas atribuibles a la logística, el mayor de los obstáculos corresponde al cumplimiento de contratos por parte de algunas de las empresas comprometidas, lo que afecta directamente el nivel de cumplimiento logrado.
La autoridad dijo que "llevamos un 60%, y nos quedaremos con la dificultad de cumplir la meta de instalar todas las viviendas de emergencia la primera semana de mayo. Hay situaciones que no dependen de nosotros, como el cumplimiento de las empresas y que las viviendas llegarán. Estamos poniendo el énfasis en avanzar y con nueve empresas esperamos seguir con buen ritmo considerando que algunas ya están instaladas y otras vendrán a sumarse a las labores".
En el detalle, las autoridades debieron terminar los contratos de dos empresas que estaban realizando labores las comunas de Nacimiento y Tomé, donde se aseguró que en ambos casos se detectó que había zonas donde no habían comenzado las obras comprometidas para la instalación de las viviendas de emergencia en las fechas solicitadas, lo que generaría impactos concretos en los plazos de entrega de las mismas y, en otros sectores, hubo que exigir mejoras en el mismo proceso, para velar por la calidad de la casa que se entregaría posteriormente a las personas afectadas por los siniestros.
.La situación también fue abordada por los alcaldes en la última asamblea de la Asociación de Municipalidades del Biobío, el pasado viernes en Mulchén, donde se puso el foco en la lentitud del proceso y la preocupación por la llegada de las primeras lluvias. Respecto a la situación actual de Nacimiento, el alcalde Carlos Toloza precisó en el último concejo municipal que faltaban 160 viviendas de emergencia en la comuna.
La delegada presidencial para la reconstrucción, Paulina Saball, que estuvo en la zona el viernes, presentó los detalles del plan de reconstrucción y abordó el proceso de ayudas tempranas.
Sobre la complejidad del avance afirmó que "hemos estado haciendo un esfuerzo muy grande para recuperar el tiempo y gestionar con la mayor celeridad la instalación de las viviendas y su habilitación".
En las presentaciones que realizó Saball, se detalló que un universo de 1.022 viviendas requerirán ser construidas producto de la destrucción por los incendios forestales de febrero, así como también la reparación de otras 133 viviendas que resultaron con daños leves o moderados. En materia de salud mental y apoyo psicosocial, el plan de reconstrucción contempla la creación de equipos en Consultorio de Salud Mental móviles en 16 comunas y la instalación de equipos de apoyo a respuesta en Salud Mental en los cuatro servicios de salud de la Región.
El proceso de reconstrucción es y debe seguir siendo uno de los temas centrales de preocupación de las autoridades de la Región de Biobío y también de quienes integran el nivel central. Todas las revisiones, esfuerzos y fiscalizaciones necesarias que se deban aplicar demostrarán no sólo eficiencia, sino también un real interés por la situación de quienes, dos meses después, siguen enfrentando las dificultades posteriores a la tragedia.
Pese a las instrucciones precisas entregadas por el Jefe de Estado respecto de las prioridades, a la luz de los acontecimientos es claro que los hechos que impiden el avance requieren una análisis mucho más profundo.