Necesidad de recuperar el empleo femenino
La tasa de desocupación nacional fue de 8,4% en el trimestre móvil diciembre de 2022-febrero de 2023. Sin embargo, la desocupación de las mujeres se situó en 9,0% y en los hombres, la tasa fue 7,9%, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadísticas (INE). Asimismo, la ocupación informal se ubicó en 27,3%, con una fuerte incidencia de las mujeres. Pero es necesario señalar que estos son trabajos más riesgosos y sin protección social.
Es evidente que aún no se recupera la situación del empleo femenino en el país, el que fue muy afectado durante la pandemia de coronavirus. Todos los informes indican que la crisis económica que se derivó de la emergencia sanitaria afectó especialmente a la ocupación de las mujeres, lo que ha significado un retroceso en los avances que se habían logrado en materia de participación laboral.
En 1990, la fuerza laboral femenina en Chile alcanzaba un 31% y previo a la pandemia de covid promediaba el 48%, aunque fue uno de los segmentos más afectados por el desempleo y las alteraciones que sufrió el mercado laboral con la crisis sanitaria. Sin embargo, a pesar del crecimiento económico sostenido del país en las últimas décadas, es todavía una de las participaciones más bajas entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde).
Además, persiste la brecha laboral y salarial entre hombres y mujeres. Según el INE, entre los años 2014 y 2017, las mujeres que trabajaron en el país recibieron en promedio un ingreso por su ocupación principal un 29% menor respecto de los hombres, en igualdad de funciones. Las mujeres muestran mejores tasas de escolaridad que los hombres, incluso en las áreas más rurales y deprimidas, y que tienen menor deserción en el nivel escolar y en educación superior, pero por paradoja, al llegar a analizar el empleo, se presenta una diferencia desfavorable para ellas. Las mujeres acceden a trabajos más precarios y peor pagados. Las causas detrás de esto revelan un problema social, ya que aún en algunos sectores son percibidas como menos capaces para la realización de trabajos como para aspirar a cargos de mayor responsabilidad.
Las autoridades han tratado de dar prioridad a reforzar las políticas de empleo y asegurar una mayor participación a las mujeres en sectores que dinamizan la economía, así como abordar la pérdida de ingresos de ese segmento de la población.
Hay áreas en las cuales la participación femenina es menor que la de los hombres, como es el caso de las ciencias y las empresas ligadas a las tecnologías. Con el fin de obtener información relevante sobre la participación de mujeres en el área de tecnología e identificar las capacidades requeridas, ONU Mujeres encargó a la consultora E&Y el desarrollo del estudio "Radiografía de las mujeres en el sector tecnológico en Chile: Diagnóstico y recomendaciones". En una encuesta a 140 empresas que usan tecnología en Chile, se determinó que el 81,4% de ellas declara tener menos del 40% de mujeres en el área tecnológica. Se determinó también que pocas empresas cuentan con políticas de igualdad de género en el reclutamiento y selección, donde solo el 21% de las organizaciones tiene definidos indicadores de rendimiento para la contratación de mujeres, los que suelen ser a nivel general y no por áreas.
ONU Mujeres recomienda capacitación, para fomentar la contratación de mujeres en la industria tecnológica, aplicando políticas de género y recalcando la necesidad de que exista igualdad en todos los ámbitos. Para eliminar las barreras de entrada a mujeres, se propone capacitar con perspectiva de género a quienes participen en los procesos de selección, incorporando lenguaje inclusivo en las publicaciones de ofertas de empleo y evitar sesgos en las preguntas y requerimientos. Asimismo, sugiere aumentar los convenios con instituciones de formación para potenciar el talento de mujeres y la constante revisión de indicadores para llevar mediciones de contratación femenina.
La tasa desocupación de los hombres es de 7,9%, mientras en las mujeres llega a 9%. La pandemia afectó más al empleo femenino. En cambio, la ocupación informal ha crecido más entre las mujeres.