Proyectan temperaturas sobre lo normal para este otoño y lluvias "cortas e intensas"
Asimismo, el profesor de la Universidad de Concepción Juan Inzunza indicó que el registro de temperaturas del verano que acaba de culminar fue "anormal" en la capital regional y que se asemejó al de ciudades más cercanas a la cordillera como Chillán o Los Ángeles.
Con "valores récord" describió el informe de tendencias climáticas de febrero, de la Dirección Meteorológica de Chile (DMC), la situación de la zona centro sur en la temporada estival 2023. Tras el cese de intensos meses, cuyas temperaturas marcaron un registro histórico en varios sectores del país, para este otoño se estiman cifras superiores a lo que normalmente se observa, sobre todo en la capital regional.
Entre las principales características climáticas para esta nueva temporada se consideran períodos de lluvia más cortos, pero al mismo tiempo más intensos, y una proyección de lluvia que podría superar el rango habitual (173 a 244 milímetros de agua) durante marzo, abril y mayo, desde la Región del Biobío hacia el sur.
Asimismo, fueron cuatro las olas de calor que se registraron entre Santiago y Temuco en el verano. En Concepción, por ejemplo, la máxima en febrero alcanzó los 34.4 grados Celsius, como parte de una ola de calor que se extendió por, al menos, cuatro días continuos.
El doctor en Ciencias de la Atmósfera y académico de la Universidad de Concepción, Juan Inzunza, realizó proyecciones para el otoño e invierno y analizó algunas características del verano. En esa línea, clasificó como "anormal" el registro de temperatura en Concepción, pues éste suele observarse en ciudades más cercanas a la cordillera, como Chillán y Los Ángeles.
"Tuvimos un verano de los más calurosos de los últimos tiempos. Se registraron valores máximos de temperatura récord en décadas en algunas localidades del Biobío", explicó. Además, producto de estas olas de calor, cuya causa está asociada el incremento del cambio climático, se registró la mínima más alta de los últimos 63 años, según el académico.
Tras el cese del fenómeno de "La Niña" que se extendió durante los últimos tres años, y entre cuyos efectos se encuentra la disminución de la temperatura en sus meses estivales, "no necesariamente comenzará otro evento meteorológico, y es muy probable que las condiciones se mantengan neutrales", aseguró.
Condiciones de cara al invierno
En contraste con el 2022, donde se proyectó un déficit de precipitaciones, el Pronóstico Estacional trimestral de la DMC para marzo, abril y mayo 2023 indicó que las lluvias serían más abundantes durante este año, manteniéndose entre un rango normal (173 a 244 milímetros) y "sobre normal".
El profesor de la UdeC detalló que en un año regular en Concepción caen 1.100 milímetros (mm), de los cuales cerca de 800 se concentran en el invierno meteorológico, que corresponde a junio, julio y agosto, y que en un sistema frontal regular pueden caer de 40 a 60 mm de agua. Sin embargo, también mencionó que en comparación con las últimas cinco décadas las lluvias han disminuido alrededor de un 10% a raíz de la crisis climática.
Entre sus efectos también se contemplan sistemas frontales más acotados. Esto no significa que las lluvias serán más escasas, sino que éstas se concentrarán con más intensidad en dichos períodos. "Antes, los eventos duraban 24, 48 horas continuas. Ahora son más cortos, pero mucho más intensos" sostuvo.
En ese sentido, advirtió sobre los efectos que podría conllevar esta situación. "Ahora, (el frente) puede durar 12 horas y, por lo tanto, los posibles daños que van a producir las precipitaciones en invierno; inundaciones, deslizamientos de tierra, desbordes de ríos, pueden ser más notorios que en años anteriores", precisó.
Ante ese eventual escenario, llamó a las autoridades a considerar el pronóstico de los investigadores para que coordinen acciones preventivas. "La Dirección Meteorológica y los científicos que estudian el clima dan las alertas e indicaciones necesarias para que quienes deben tomar las decisiones se preparen para enfrentar de buena manera el invierno que está por llegar y reducir al máximo los efectos negativos", puntualizó.
En el informe se estima que la tendencia cálida se mantendrá en gran parte del país durante el período marzo, abril y mayo, y en un nivel "sobre normal". En la capital regional, el rango normal oscila entre los 8 y 9 grados Celsius, mientras que las máximas varían entre 18 y 19 grados, cifras que podrían verse superadas. Pese a ello, Inzunza señaló que "no debería esperarse un otoño demasiado caótico".
10% ha disminuido el nivel de lluvia en comparación con las últimas cinco décadas en la Región del Biobío.