Prevención del cáncer de cuello uterino
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que una buena parte de la población sexualmente activa sufrirá cáncer de cuello uterino en algún momento de su vida. Por ello, se ha conmemorado el día de la prevención de esa patología, con diversas actividades destinadas a informar a la población sobre la importancia de que las mujeres se efectúen en forma periódica controles ginecológicos, considerando que es la segunda causa de muerte por cáncer en mujeres mayores de 35 años, en todo el mundo. En Concepción, las actividades se desarrollaron en el Cesfam "Víctor Manuel Fernández".
Esta enfermedad es causada por el Virus del Papiloma Humano (VPH), que se contagia por contacto sexual. Desde el año 2014, el Ministerio de Salud de Chile incluyó dentro del Plan Nacional de Inmunización la vacuna contra el VPH en dos dosis, para niñas de cuarto y quinto básico en todos los colegios. Sin embargo, los estudios indican que los hombres trasmiten el virus, pudiendo ser portadores sin tener conocimiento de esta condición, por lo que se sugiere la vacuna también para los niños. La aparición de este cáncer es más frecuente entre los 35 a 55 años, pero debido a que el tiempo entre la infección por VPH y el desarrollo de la patología es de veinte años en promedio, las personas con más riesgo de infectarse son las niñas y adolescentes. Por ello, se recomienda la vacunación a la edad más temprana posible.
Éste un virus muy común, pero dependiendo de sus características de riesgo, puede causar en las mujeres más de 70% de los cánceres uterinos y de vagina. De ahí la seriedad con la que los gobiernos han asumido este plan de inmunización. Los especialistas señalan que este cáncer no presenta síntomas hasta que se encuentra ya avanzado, de manera que la prevención es fundamental para evitar que se desarrolle esta enfermedad, que en Chile causa más de 600 muertes anuales de mujeres jóvenes. La tasa de incidencia de este tipo de cáncer en nuestra Región del Biobío es de 17,8 por cada 100 mil habitantes, que implica cerca de 150 casos anuales. Este cáncer es el cuarto de mayor incidencia entre todos los tipos que se registran en nuestra zona. Si bien el principal factor de riesgo es la infección por el virus del papiloma humano, también influyen el tabaquismo, el consumo prolongado de anticonceptivos orales, la inmunodepresión, la edad temprana en el momento de la primera relación sexual y el número elevado de parejas sexuales.
Desde el inicio de esta campaña en 2014, se han aplicado más de un millón de dosis de vacunas en el país en este grupo objetivo y no se han presentado efectos adversos de consideración, por lo que se trata de una vacuna segura, que requiere de dos dosis, con un intervalo de un año entre la primera y la segunda. Pero hace unos años se difundió el rechazo a la inmunización, lo que se explicaba por la desinformación de los padres. Incluso surgieron movimientos para oponerse a través de las redes sociales a que se aplicaran las vacunas, argumentando temores y dudas que circulan a través de Internet acerca de la efectividad y supuestas consecuencias negativas que podrían acarrear, aunque sin una base científicamente probada. De hecho, se ha estudiado a más de 65 millones de personas vacunadas en los Estados Unidos, sin descubrir reacciones adversas distintas a las de cualquier vacuna incluida en los programas nacionales.
La Sociedad Chilena de Obstetricia y Ginecología, ha señalado que hay que establecer acciones de educación y entregar información relevante para evitar este tipo de patología. Por ello, recomienda la vacunación rutinaria para niñas de 9 a 17 años. Si no se ha recibido a esta edad, se aconseja la vacunación hasta los 26 años. También la entidad ha sugerido que las mujeres se realicen el test del VPH a partir de los 30 años, el Papanicolaou cada tres años, a partir de los 25 años, mantener una dieta equilibrada, evitar el sobrepeso, no fumar y usar preservativo durante las relaciones sexuales.
La tasa de incidencia de este tipo de cáncer en nuestra Región del Biobío es de 17,8 por cada 100 mil habitantes, que implica la aparición de cerca de 150 casos anuales.