Fiscalización de licencias médicas electrónicas
Cada cierto tiempo irrumpen las noticias sobre fraudes vinculados a la emisión de licencias médicas y sorprenden las cuantiosas sumas de dinero involucradas. Esta parece ser una mala práctica socialmente tolerada. En ocasiones, se señala que unos pocos profesionales extienden miles de licencias y por lo mismo cada vez aumenta el número de permisos médicos y los millonarios recursos que significan su pago.
El decreto número 46 del Ministerio de Salud dispuso que desde enero de 2021 las licencias médicas emitidas por los médicos, matronas y cirujanos dentistas deben ser emitidas solo en formato electrónico. Esa disposición modificó el Decreto Supremo número 3, de manera que el formato papel de dicho documento solamente será aceptado en casos especiales, donde no se cuente con los medios tecnológicos adecuados.
Ese sistema da mayores facilidades a los afiliados y empleadores, a la vez que representa una reducción importante en los costos, respecto del documento en papel, y simultáneamente permite un mejor control. Esto significa que los afiliados al sistema de salud no tienen que llevar personalmente su permiso por enfermedad al empleador, mientras que éste tampoco tiene que incurrir en mayores gastos de traslado de los formularios.
La licencia médica utiliza un sistema de información que permite emitir el documento a través del computador del consultorio u hospital, la que luego será recibida por el empleador adscrito al sistema. Cabe estacar que la emisión de licencias médicas electrónicas se inició en el año 2007 para cotizantes de las Isapres y años más tarde se fue ampliando en forma progresiva para los trabajadores afiliados a Fonasa, hasta entrar en plena vigencia desde enero de 2021. Su vigencia llevó a que los recintos asistenciales incorporaran esta tecnología, por lo que casi la totalidad de los documentos se realizan actualmente por vía digital, que es más ágil, y también permite fiscalizar de forma más oportuna su uso.
Sin embargo, cada cierto tiempo se conocen casos de fraudes por la emisión de permisos médicos no fundamentados y el cobro de beneficios no justificados. En el Congreso Nacional se encuentra el proyecto que modifica la ley N° 20.585 sobre el otorgamiento y uso de licencias médicas, para fortalecer las facultades de los organismos reguladores y fiscalizadores, y aumentar las multas y períodos de suspensión de los emisores.
La iniciativa considera que si se acredita la emisión de una o más licencias sin fundamento, en ausencia de una patología que genere incapacidad laboral temporal, la superintendencia respectiva aplicará las siguientes sanciones: Suspensión de 180 días de emitir licencia médica y estar en el Registro Nacional de Prestadores Individuales, y una multa de 140 UTM. En el caso de falta reiterada, la multa puede ser el doble. Suspensión de un año de emitir licencia médica y estar en el Registro Nacional de Prestadores Individuales, y una multa de 200 UTM, en el caso de reincidencia en un lapso de cinco años. Suspensión de tres años de emitir licencia médica y estar en el Registro Nacional de Prestadores Individuales, y una multa de 350 UTM, si se trata de segunda reincidencia en un lapso de cinco años. Suspensión perpetua de la licencia de médico cirujano, cirujano dentista o matrona y la cancelación perpetua en el Registro Nacional de Prestadores Individuales y una multa de 600 UTM, en el caso de tercera reincidencia en un lapso de cinco años.
Es de esperar que la licencia electrónica dé finalmente los resultados esperados y que se sumen las fiscalizaciones más efectivas consignadas en el proyecto en estudio, para que el sistema se consolide y permita un mejor control de los permisos por enfermedad, evitando las prácticas de abuso del mecanismo, en el que, finalmente, pagan justos por pecadores.
En el Congreso se encuentra el proyecto que modifica la ley N° 20.585 sobre el otorgamiento y uso de licencias, para fortalecer las facultades de los fiscalizadores y aumentar las multas.