Emprendedores apuestan por reactivar sus negocios pese al efecto del fuego
Hay casos en donde costará mucho más progresar. Pese a ello, creen que en un largo plazo y con un giro en su quehacer cotidiano sí es posible repuntar.
El papá de Alejandra Ortega, Luis, tiene 65 años . Cuando vio el fuego acercarse a su complejo turístico ubicado en Tomé decidió quedarse para combatir las llamas y salvar lo que se pudiera. Resguardado por el agua de una piscina y con los únicos medios a mano, finalmente logró salvar -en un acto temerario- el salón de eventos y una pérgola. El sector de hospedaje, tinajas, motores, punteras y las bodegas repletas de materiales terminaron convertidas en ruinas.
A días de la emergencia, Alejandra recalca que pese a las pérdidas lo que más valora es haber vuelto a ver con vida a su padre y que sí o sí tratarán de sacar adelante el complejo "Entre Bosques", empresa familiar con foco en el agroturismo. De hecho, una vez que logren retirar todos los escombros y basuras esperan iniciar la venta de almuerzos para reactivar el negocio que les permitía sobrevivir económicamente durante el año. La meta es comenzar este trabajo a mediados de febrero.
En un escenario similar, el emprendedor santajuanino Ceffer Olivera cuenta que más del 60% del recinto que administra se quemó, aunque en mayor medida el área silvestre y de árboles nativos que servían para que la gente del camping y piscinas "Giseloy" pudiera salir a caminar, respirar aire puro o recoger yerbas medicinales como poleo o menta.
Independiente del actual contexto, igualmente se muestra optimista en salvar el verano una vez que todo amaine. Es más, recalca que la idea es aprovechar las instalaciones en buen estado y utilizarlas para el bienestar mental de su comunidad, es decir, abrirlas de manera gratuita al público para que la gente y niños de Santa Juana se distraigan de la tragedia.
Más al sur, en Nacimiento, Jenny Aguilera, dueña de "Lazos de mi tierra", lamenta lo ocurrido, pues en su caso todo fue destruido por el fuego, incluido su hogar. Por lo mismo, reconoce que es difícil volver a levantarse, sobre todo cuando su emprendimiento se dedicaba a relevar la vida de campo y las virtudes del paisaje rural, el mismo que ahora luce desolado.
Según proyecta, la única opción de volver a levantarse podría darse recién en un largo plazo, cuando todo vuelva a crecer. Eso sí, a medida que relata lo ocurrido advierte que está optimista y que sí es posible encontrar soluciones, pero a través de un giro: "Quizá, sí es posible funcionar si logramos instalar tinajas de agua caliente y sistemas de hidromasajes, alguna cosa que no tuviese que ver directamente con el paisaje".
Análisis municipal
Representantes de parte de los municipios más afectados estiman que el daño al turismo y el emprendimiento local es grande. Robinson Sandoval, encargado del Departamento de Comercio, Fomento y Turismo de Santa Juana, dice que el golpe fue tremendo para aquellos emprendedores turísticos, uno de los sectores más dinámicos que tenían en su economía.
Precisa, además, que más del 80% de la superficie afectada es productiva, situación que interrumpe los sistemas de cultivo, los invernaderos y el abastecimiento que se hace normalmente a las ciudades aledañas. "Acá se afectaron los grupos agrícola, forestal y turístico, y el daño es mucho peor que un terremoto. Estimamos que de manera directa unos 500 emprendedores formales fueron afectados", puntualiza Sandoval, de acuerdo a datos recogidos en la semana.
En Tomé, la alcaldesa Ivonne Rivas cree que lo vivido es peor que el tsunami de febrero de 2010 y que el número de emprendimientos perdidos "es demasiado". "Teníamos emprendedores y familias que vendían productos de sus invernaderos en una feria en Bellavista, pero también recintos turísticos que, en algunos casos, contaban con una inversión bastante grande y que hoy se destruyó", plantea la autoridad.
Desde Florida, en tanto, la directora de Desarrollo Comunitario, Patricia Saldía, dice que en los primeros días de la semana pudieron identificar algunas instalaciones turísticas dañadas, principalmente rurales y que estaban en proceso de regularización. Eso sí, y al igual que muchos de los municipios, el catastro definitivo será entregado una vez que se termine por completo la emergencia.