Empresas se abren a "40 horas", pero piden aumentar productividad local
Un 87,3% de los encuestados va por esta opción. Desde el Ejecutivo pretenden que la medida ya sea ley para el próximo 1 de mayo.
Medir y controlar la evolución real de la productividad y promediar la jornada laboral de manera anual, trimestral y bimensual fueron los principales resultados del sondeo realizado por la Cámara de la Producción y del Comercio (CPC) Biobío entre sus asociados. La encuesta abordó algunos aspectos relacionados con el proyecto que reduce la jornada laboral de 45 a 40 horas semanales, norma que hace unos días fue despachada, en particular, de la comisión de Trabajo y Previsión Social del Senado. Tras este hito, miembros del gobierno aseguraron que la idea es que el próximo 1 de mayo, Día del Trabajador, esta iniciativa ya pueda figurar como ley de la República.
De los consultados, el 87,3% se manifestó de acuerdo con disminuir la jornada laboral ordinaria a 40 horas semanales, siempre y cuando esta se condicione a un incremento real de la productividad y a través de una fórmula de medición al llegar a la reducción gradual de 42 horas.
En tanto, tal como se observa el panorama en función de la discusión actual del proyecto de disminución de la jornada laboral, los encuestados indicaron mayoritariamente en un 70,3% que la reducción a 40 horas como promedio semanal provocaría en su empresa un incremento de costos, lo que conllevaría a un aumento de precios a los consumidores finales de productos y servicios.
Mirar la productividad
"Queda de manifiesto en esta encuesta que el mundo de la empresa está de acuerdo con que sus colaboradores puedan acceder a más tiempo para su vida personal y familiar, pero ello debe ir vinculado a indicadores de productividad para apuntar a mejorar un aspecto en donde nuestro país exhibe ciertas debilidades en su competitividad, según varios estudios publicados", sostiene Álvaro Ananías, presidente de la CPC Biobío.
El líder gremial señaló que la recesión económica que se enfrenta a nivel nacional e internacional exige de manera urgente incentivar el crecimiento económico y las inversiones, "y para ello se requieren políticas públicas que la fomenten, así como también que incentiven el empleo formal". En ese sentido, agregó que es importante que las autoridades consideren las distintas variables que enfrentarán las empresas al momento de aplicar esta reforma laboral.
Considerando que el proyecto planteará la posibilidad de tener jornadas flexibles, el 73% de quienes respondieron la consulta desearían una compensación horaria que fuese mixta y acordada por las partes para el funcionamiento sostenible de su empresa. Además, el 37,8% sostiene que debiera promediarse de forma anual, 32,4% trimestral y el 16,2% bimensual.
Al preguntar por las medidas de adaptabilidad que preferirían incorporar para acotar el impacto de una jornada ordinaria de trabajo de 40 horas, un 48,6% elige la opción de contar con márgenes en los horarios de salida o bien manteniendo la actual jornada en ciertos períodos y disminuyéndola en otros, mientras que un 32,4% lo haría disminuyendo la jornada en uno o dos días y un 18,9 atrasando la hora de ingreso diariamente.
Cabe recordar que la Cámara de la Producción y del Comercio Biobío cuenta con 130 empresas y siete gremios pertenecientes a diversos sectores de la economía regional, que se componen de la siguiente manera de acuerdo a su tamaño: micro (4%), pequeñas (13%), medianas (10%) y grandes (74%).