Incendios forestales: prevenir es la única solución
rodrigo jara, Director regional de la Corporación Nacional Forestal, Conaf,
El 99% de los incendios forestales tiene su origen en la acción humana, ya sea por irresponsabilidad, negligencia o intencionalidad. Una lamentable realidad que nos obliga a insistir en la urgencia de ejecutar buenas prácticas que permitan una relación sana y responsable con el medio ambiente y nuestros ecosistemas boscosos.
Consciente de este complejo panorama ambiental y social, acrecentado aún más en los últimos años por los efectos del cambio climático, es que tenemos la responsabilidad de agotar todos los medios para evitar que sigan ocurriendo. El cambio climático está, no solo generando periodos de sequías prolongadas, sino también días con temperaturas fuera del rango normal para nuestra región, lo que se traduce, por ejemplo, en la reducción del contenido de humedad, así como otras situaciones que están condicionando la vegetación y haciéndola más propensa a que se produzcan siniestros más grandes y peligrosos.
Y ante ello es preciso mencionar que para minimizar la ocurrencia y daño de incendios forestales, se requiere de un trabajo mancomunado, permanente, sistemático y especialmente focalizado con los habitantes de aquellas comunidades más directamente expuestas a la amenaza y vulnerabilidad.
Desde la Corporación Nacional Forestal (CONAF) estamos constantemente trabajando y reforzando lo anterior con todos los actores involucrados: Delegación Presidencial Regional del Biobío, Gobierno Regional, empresas forestales agrupadas en Corma, Armada y Ejercito de Chile, Carabineros y PDI, Senapred, municipios, Essbio y Red Comunitaria de Prevención, quienes han sido clave para enfrentar las emergencias durante la temporada.
En ese sentido, es importante destacar que esta semana lanzamos la nueva campaña de difusión sobre prevención de incendios forestales 2022-2023, destinada a sensibilizar a las personas acerca de las lamentables consecuencias que provocan estos siniestros en términos sociales, ambientales y económicos, porque prevenir es la única solución. Se entregan sencillos consejos, como llamar oportunamente al 130 de CONAF, recoger basura o evitar uso de herramientas que generen chispas en días de altas temperaturas, que pueden marcar la diferencia.
Se trata de un gran desafío, pero con un trabajo colaborativo podemos evitar estas tragedias. Y es por ello que dejo la invitación abierta a crear una extensa red de comunidades preparadas para prevenir y combatir los incendios forestales. Que sus consecuencias y el trabajo de quienes combaten el fuego -hombres y mujeres brigadistas- no nos sean indiferente. Colaboremos con la protección de nuestros ecosistemas boscosos y formaciones xerofíticas del país, con la infraestructura habitacional rural y de zonas de interfaz; pero por sobre todo cuidemos la vida humana, porque prevenir un incendio forestal es más fácil que combatirlo.