Por Estefany Cisternas Bastías

La cereza es uno de los frutos rojos más apreciados, y no solo por los chilenos, sino que también en el extranjero. Eso lo confirma la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (Odepa) en su reciente "Boletín de la Fruta Diciembre 2022" y la alta demanda también se nota en el aumento de la superficie para sus plantaciones, las que utilizan un 13,9% de la superficie total.

Sobre la situación de nuestra región durante el año pasado, José Miguel Stegmeier, presidente de la Sociedad Agrícola del Bio Bío (Socabio) y del Consorcio Agrícola del Sur (CAS FG), destacó la relevancia de la zona en cuanto a la producción de arándanos, cerezas, manzanas, nueces y avellanas europeas. Estos, además de la importante producción de vinos de alta calidad, que cada vez va tomando relevancia.

"Necesitamos avanzar en materias de productividad y legislación acorde con el desarrollo productivo, de especial manera respecto de la producción de alimentos, y así darle sustento a lo que se entiende como Seguridad Alimentaria. Necesitamos, desde las autoridades gubernamentales y legislativas, compromisos mayores al respecto, de tal manera se generen políticas públicas coherentes con este desarrollo", comentó el presidente de Socabio.

FRUTA DE EXPORTACIÓN

La exportación de la cereza, solicitada en gran cantidad por China a causa de su tradicional celebración del Año Nuevo, también provoca cambios en el mercado interno tras la alta producción de esta fruta.

En lo referente a nivel país, Odepa evaluó que en promedio el valor de la cereza cayó un 31,5% en las ferias libres y un 8,5% en supermercados, registrando que en diciembre 2022 su precio por kilo en promedio fue de $987 en las ferias, mientras que en supermercados fue de $4.565.

Pero no solo la cereza es una de las frutas más demandadas en el extranjero, ya que según cifras de Odepa hasta noviembre del año pasado se exportaron 9.930 kilos de arándanos azules en estado fresco desde la Región del Biobío, con un aumento en un 20% al año anterior.

En cuanto a su valor, la variación entre el 2022 y el 2021 fue de -21%, mientras que la exportación del mismo producto congelado y endulzado en 2022 fue de unos 9.053 kilos, un 66% más que durante el 2021 y con un aumento del 86% en su valor en dólares.

La seremi de Agricultura, Pamela Yáñez, se refirió a la producción y exportación de arándanos y concluyó que "se trata de una cifra al menos relevante a la producción anual de este producto a nivel regional".

El desarrollo en el cultivo de las frutas del Biobío, y su exportación, se ve afectado por diversos factores, entre estos se encuentra las condiciones del mercado tanto local como global, las características del clima, la disposición de agua para un riego adecuado, los acuerdos de comercio internacionales, e incluso la capacidad emprendedora de los agricultores.

PROYECCIONES

En cuanto a las exportaciones, Stegmeier agregó que "las perspectivas de esta temporada, sobre todo respecto a los aspectos logísticos, es bastante más favorable que la temporada pasada. Lo referente a transporte marítimo y operación portuaria está mucho más eficiente y expedita que lo ocurrido el 2021 y 2022".

Anteriormente, la recepción de la fruta local en el extranjero se vio dificultada, pero se está trabajando en mejorar la logística y los costos del proceso.El dirigente aseguró que la producción de estos alimentos requiere de todos los actores trabajando en conjunto, y que "para avanzar en ese sentido, necesitamos que las propuestas nazcan desde los propios involucrados mediante sus gremios y que no sea el poder central el que imponga políticas que, aunque puedan ser bien intencionadas, al final del día dañan el potencial que el sector rural tiene en estas materias".

Además, destacó la importancia de promover activamente las frutas nacionales y sus exportaciones, enfatizar su calidad y sus cualidades en mercados internacionales, y no quedar atrás de las iniciativas que aplican los competidores directos de Chile.

La nueva Ley de Biocombustibles Sólidos abordó el seminario organizado por la Secretaria Ministerial de Energía del Biobío, con el objetivo de informar sobre sus principales elementos. La instancia también permitió generar un trabajo colaborativo para materializar de forma adecuada lo dispuesto en la norma.

La disposición se enmarca en el paquete de medidas energéticas impulsadas por el Gobierno y forma parte del programa Chile Apoya, que busca reducir los índices de contaminación de las ciudades y contribuir a la salud de la sociedad, al formalizar el mercado de la leña, pellet, briquetas, carbón vegetal, entre otros energéticos.

La seremi de Energía, Daniela Espinoza sostuvo que, "todos los asistentes demostraron mucho interés. La idea, es recoger la visión regional y que esta quede plasmada en la nueva norma. Valoramos el entusiasmo de los principales actores para poder implementar la normativa en el Biobío".

En la nueva disposición también se definen las especificaciones técnicas mínimas de calidad para la comercialización de los biocombustibles sólidos y se crean registros obligatorios para los productores y comercializadores de este tipo de combustibles. Esto último obliga a los productores a certificarse mediante el Sello de Calidad que otorga el Ministerio de Energía y la Agencia de Sostenibilidad Energética, el cual avala que los productos disponibles en el mercado cuenten con los estándares mínimos.

El gerente de Planta de Green Pellets Concepción, Hugo Pulgar, este seminario fue una muy buena iniciativa. "Hay que difundir la ley para que todos los actores la conozcamos y la podamos compartir con la comunidad y así cumplir con ella. Fue una muy buena instancia de diálogo".

La implementación de la nueva ley cobra especial relevancia en la zona centro-sur, donde un 72% de las viviendas consumen leña para calefacción o uso doméstico.

El último IPER nos arroja como resultado 51 puntos, el más alto desde diciembre 2020, 51 puntos que marcan más bien neutralidad que optimismo, por parte de los empresarios del Biobío. Tal como diciembre 2020, ocurre un fenómeno asociado a la comparación a bases bajas, pues en esa entrega, que registró 53 puntos, veníamos de salir de largas cuarentenas, para volver a generar nuevamente "economía" después de los 32 puntos de julio 2020, el peor indicador de la historia de la medición, cuando la pandemia causaba estragos en la economía mundial.

La comparación reciente tiene que ver con estados que nos acercan a la esperanza de la normalización de varios factores, y sin duda, el ambiente interno tiene que ver con proyecciones "menos malas", entre otros, una leve, pero mejor proyección al último IPER respecto a las ventas de las empresas , en sus utilidades y que los costos de materias primas en un porcentaje importante baja en sus proyecciones de aumento, dando cabida a una incipiente percepción de mantención en el precio de los insumos, esperando estabilidad en lo precios asociados a estos en el mediano plazo.

En el último tiempo hemos visto que las expectativas de alzas de tasas más moderadas de la FED (Sistema de la Reserva Federal de EE. UU.) han debilitado el dólar a nivel mundial, y que la inflación bajara en contra de las proyecciones en noviembre del país norteamericano. Sumado a ello la flexibilidad en las medidas sanitarias de China ha tenido implicancias en el alza del precio del cobre, lo que se a traducido en una apreciación del peso chileno.

Claro está que este 2023 será un año recesivo, con un consumo continuando a la baja, y un nivel de inversión muy frágil, la proyección del PIB según los expertos será de un retroceso del 2% el 2023, dada la caída de la demanda interna, para volver a las tasas positivas el 2024 y los empresarios del Biobio en un gran número, van en esa proyección, pues en un 49% creen que decreceremos.

Este neutral IPER de diciembre 2022 muy probablemente esté fundamentado, además, en que nuestras empresas asocian al rechazo de la nueva constitución como un grado de estabilidad muy valorada, pues para las empresas eran cambios radicales en las condiciones de operación, despejando esa variable, que fue una preocupación sostenida durante 2022 en términos de incertidumbre. Hoy saben que, rechazada, solo deben afrontar un escenario recesivo general.

Los elementos que se mantienen y frenan el IPER son variables como las proyecciones a la inversión en la región, un muy bajo nivel de inversión en las empresas (menos de 5 MM US$), amparados en la incertidumbre, una preocupación sostenida en la seguridad pública, violencia en la macrozona sur, y los aumentos en los costos de operación asociados a la reforma de pensiones, a la jornada de 40 horas y a la reforma tributaria.

Se viene un 2023 complejo, pero este nuevo índice de percepción empresarial, puede ser el punto de inflexión que añoramos para la ansiada recuperación proyectada para el 2024.

Ricardo Fuentes

Director carrera de Ingeniería Comercial

Universidad Andrés Bello sede Concepción