Aumento de personas en situación de calle
Fue notorio que durante la pandemia hubo un aumento de las personas que viven y duermen en la calle, a la entrada de las galerías, bajo marquesinas, debajo de los puentes o pasos sobre nivel, en los quioscos de las plazas o en el acceso a la Catedral, donde de hecho fueron instaladas rejas para evitar el exceso de ocupación.
Personas sin recursos económicos, desplazadas o quienes no tienen un lugar donde quedarse sobreviven muchas veces gracias a la solidaridad ciudadana, de la ayuda que les llevan los voluntarios de instituciones formales u otras que han surgido por motivación de jóvenes que buscan mejorar en algún sentido su situación.
En diversos sectores del centro levantan sus carpas, instalan colchones, cartones y trasladan en carros de supermercados sus frazadas y otros enseres. Otros se instalan en sitios eriazos o en paraderos del transporte público, incluso, en los últimos meses ha sido factible ver carpas ubicadas en el parque Ecuador y en los alrededores del Hospital Guillermo Grant Benavente en Concepción.
La situación parece no disminuir pese al término de las restricciones sanitarias y, por el contrario, solo se observa en aumento. De acuerdo con el Hogar de Cristo, en la Región del Biobío hay alrededor de 1.400 personas en situación de calle, de las cuales la mitad corresponde a Concepción. Al igual que en otros puntos del país, el número se ha visto incrementado por la pandemia, mientras que poblaciones que anteriormente no estaban en esta condición, hoy están apareciendo, como es el caso de migrantes que, de alguna manera han ido emergiendo. Por otro lado, están quienes tradicionalmente han hecho de las calles su hogar.
Nuestros lectores dan a conocer por medio de cartas o fotografías el drama de estas personas, que muchas veces fueron abandonadas por sus familias o las dejaron por iniciativa propia, porque adicciones a las drogas o el alcohol los llevó a preferir la soledad. Esto es preocupante, ya que en los últimos meses se ha producido incidentes por quienes no sólo habitan la calle, sino también son acompañados de perros, que terminan formando grupos que atemorizan a algunos transeúntes, sobre todo por la territorialidad con que actúan en los sectores donde se instalan.
La pregunta que formulan los lectores es si no hay hogares colectivos donde estas personas puedan ser acogidas para darles el techo y la comida que requieren, pero la verdad es que se trata de una problemática que no es tan sencillo de resolver, porque muchos se rehusan a ir a los centros de acogida y es indispensable contar con su aprobación para realizar esos trámites.
El invierno pasado, la Seremi de Desarrollo Social mantenía albergues y hospedajes para quienes viven en la calle, pero durante en el verano la cantidad de albergues permanentes se reduce o, incluso, se elimina, además de los hospedajes tradicionales, como el del Hogar de Cristo. Las personas en situación de calle deben tener un proceso de intervención social más amplia e integral que les permita escalar hacia la salida de la pobreza en que viven a la vista de todos. En los albergues se les recibe sin tratamiento psicosocial, pero al alojar en un hospedaje deben contar con algunos requisitos, como dejarlas drogas o el alcohol y mantener hábitos de higiene. La Municipalidad de Concepción tampoco cuenta con programas especiales si no que cuando se registran situaciones críticas se gestiona para que las personas puedan acceder a los Programa Calle del Ministerio de Desarrollo Social.
Las personas en situación de calle tienen la característica de ser itinerantes y van recorriendo, incluso, distintas comunas. Buscan colchones, carpas, mantas y ropa. Como carecen de hogar, tampoco tienen arraigo con una ciudad, por lo que es importante que se tome la iniciativa en torno a buscar una solución conjunta, de diversas autoridades e instituciones, para al menos dejar de observar su aumento sin hacerse cargo de su compleja situación.
Las personas en situación de calle deben tener un proceso de intervención social más amplia e integral que les permita escalar hacia la salida de la pobreza en que viven a la vista de todos.