Durante el 2022 el comercio se empezó a adaptar a un periodo con menos restricciones. Sin embargo, la economía mundial todavía presenta grandes afectaciones, por lo que las empresas están implementando diversas medidas para sacar adelante sus operaciones.
Para crear una estrategia empresarial que enfrente estos retos, se requiere de herramientas novedosas, como la implementación del metaverso y la realidad virtual, pues durante 2021 este mercado tuvo un valor de 500.000 millones de dólares y seguirá creciendo hasta quintuplicarse en 2030.
Hay ciertas tendencias de mercado que se harán efectivas durante el 2023, las cuales adelantamos a continuación.
Marketing de influencers: Principalmente al inicio del año se prevé que las marcas opten por apoyar sus campañas de marketing con la ayuda de personas con un vasto número de seguidores en redes sociales. Obviamente, las empresas deben cuidar que el influencer esté genuinamente relacionado con sus productos o servicios, para que la mención de los mismos no sea percibida como forzada por parte del público objetivo.
Esta herramienta es muy eficaz para encontrar clientes potenciales, por ejemplo, es de gran ayuda para el marketing de nicho, además de ser muy rentable. Se estima que el marketing de influencers aumenta un 30% el retorno de la inversión.
Protección de la naturaleza: Actualmente una gran cantidad de consumidores está preocupada por el cuidado de la naturaleza y busca contrarrestar los efectos del cambio climático, reducir el uso excesivo de plástico y otros materiales agresivos con el medioambiente. La gente preferirá productos que sean elaborados de manera sostenible y amigable para el planeta, así como las marcas pet friendly.
Construcción de metaversos: Por medio del metaverso se pretende crear para los consumidores experiencias virtuales que impulsen el comercio electrónico. Entre ellas está construir un universo digital en 3D a través de la realidad aumentada, como ya lo han hecho los videojuegos. El objetivo de este año será que todas las actividades que se realizan en la vida real también puedan hacerse de forma virtual dentro del hogar, con ayuda de la Inteligencia Artificial.
Entretenimiento y diversión: Las personas están predispuestas a interactuar con marcas que les brinden una experiencia divertida, les permitan relajarse y reducir el estrés, además de dejar un poco de lado el aburrimiento de la rutina diaria. Cualquier contenido (o dinámica) que genere entretenimiento o bienestar será totalmente bienvenido por prospectos y clientes frecuentes, ya sean juegos, acertijos, frases ingeniosas, videos animados, memes, test, entre otros.
Atención personalizada: En este punto interviene la analítica para determinar el comportamiento de los consumidores. Es fundamental conocer cuáles son sus intereses y sus pasatiempos, e identificar cuál es su ubicación geográfica. Esto hace posible segmentarlos por grupos para crear campañas de marketing y contenidos especiales para cada uno.
Ética y causas sociales: Cada vez son más las personas que se unen a iniciativas de consumo responsable y ético, es decir, se preocupan por los valores con la que se rigen las empresas, así como el bienestar que procuran a sus empleados. Están surgiendo cambios de paradigmas para dar lugar a la igualdad de género, así como la inclusión de grupos minoritarios, tanto étnicos, como de personas de la comunidad LGTB. Otro movimiento a la alza es el amor propio y el «body positive», que cuestiona los estereotipos con los que se suele catalogar a las personas.
Neuromarketing: Es indiscutible que las emociones interfieren en el comportamiento de los consumidores. Por eso, otra de las tendencias fuertes para este año es el estudio de las reacciones de la mente humana ante los estímulos de una marca, principalmente sus anuncios publicitarios en diferentes formatos, logos, colores, empaques y diseños de productos. La Neurociencia y la Psicología representan una gran ayuda para comprender cuáles son los factores emocionales que interfieren en la decisión de compra de las personas.
Adaptación de cadena de suministro: Los estragos económicos de la pandemia han afectado los niveles de inflación de todos los países, por lo que las empresas deben estar prevenidas ante el aumento de precios, especialmente de materias primas para la fabricación de sus productos. Para ello es necesario reformular la cadena de suministro, ya sea para buscar proveedores locales, incluso producir directamente los materiales necesarios.
Tienda oscura o dark store: Hemos sido testigos de cómo el comercio electrónico ha tomado un fuerte protagonismo en el mercado, por lo que múltiples empresas están optando por convertir tiendas físicas tradicionales en almacenes de productos para atender los pedidos en línea. Debido a la crisis, en algunos casos, es más rentable realizar este cambio que mantener tiendas físicas.