Prevención de los incendios forestales
Las autoridades de la Región del Biobío han realizado un llamado a la ciudadanía para prevenir los incendios forestales. La preocupación es muy procedente considerando que en los últimos días se dieron las alertas por siniestros declarados en Tomé y Santa Juana.
Las estimaciones de los expertos indican que la temporada de incendios forestales una vez más será complicada, considerando que ha habido pocas lluvias, el país enfrenta una prolongada sequía de más de doce años y que se prevé un verano con altas temperaturas y viento cálido. En lo que va de la temporada, en el país ya han ocurrido 1.399 incendios forestales, de ellos 416 en la Región del Biobío.
Con anticipación las autoridades presentaron el plan de protección contra los incendios forestales, destinando a la vez los recursos para el trabajo de las instituciones públicas encargadas del control del fuego, mientras las empresas forestales privadas también han preparado todos sus recursos para enfrentar las emergencias. Una de las medidas que se han adoptado es aumentar la cantidad de cortafuegos en puntos críticos identificados en las comunas con más ocurrencia de fuego en las zonas de interfaz o urbano-forestal. Esos cortafuegos permiten disminuir los efectos en la zona y dar protección a las viviendas que se encuentren en áreas de riesgos.
Asimismo, se ha realizado el desmalezamiento de las fajas anexas a las carreteras, como ha sido la Ruta de la Madera, la vía Concepción-Cabrero y la Ruta Itata. Tanto Conaf como la Corporación de la Madera han trabajado en la construcción de una zona de protección entre Cabrero y Yungay, con el fin de que en el caso de que se declare el fuego, ese corredor permita frenar o disminuir la intensidad de avance de las llamas, para proteger la vegetación, a la población y también la infraestructura crítica. La franja de un ancho cercano a quinientos metros tiene una extensión de 36 kilómetros, de los cuales 18 corresponden a la Región del Biobío e igual número a Ñuble.
En Chile operan dos sistemas de protección contra incendios, aunque el trabajo es complementario. La acción del Estado, a través de Conaf, resguarda a pequeños propietarios y las áreas protegidas, como parques nacionales, reservas y monumentos naturales. El otro sistema de protección corresponde al de las grandes empresas, que resguardan con sus propios recursos más de un millón y medio de hectáreas de plantaciones forestales, desde la Región del Maule hasta La Araucanía. Aviones, helicópteros, brigadas de combatientes, vehículos lanzaespuma retardante, puestos de mando móvil satelital para la planificación y coordinación, camiones cisterna, skidders y drones, entre otros, forman parte de los recursos que se destinan para apagar las llamas.
La última temporada de incendios se caracterizó por la alta intencionalidad que se registró, especialmente en la llamada macrozona sur. De acuerdo a los expertos, a esta situación se suma un nuevo factor de riesgo, derivado de la post pandemia, con la migración de familias urbanas a zonas rurales, nueva variable que hay que asumir para prevenir incendios, ya que muchas de ellas tienen poca cultura preventiva y desconocimiento de la mantención y limpieza que hay que hacer entre los bosques y las zonas pobladas, para eliminar todo el combustible que podría propagar las llamas.
Por eso, el trabajo preventivo que se está realizando es importante, ya que se prevé que el verano en la Región será seco y con temperaturas más elevadas que lo usual. La prolongada sequía, el fuerte viento y las altas temperaturas son factores que agravan la propagación del fuego. En Chile se producen todos los años entre 5 mil a 7 mil de estos siniestros, que dejan daños económicos, ambientales y sociales. Pero sobre todo, se considera que el 99% de estas catástrofes se producen por la acción humana, ya sea por premeditación o por negligencia.
Una de las medidas que se han adoptado es aumentar la cantidad de cortafuegos en puntos críticos, para disminuir los efectos y dar protección a las viviendas que se encuentren en áreas riesgosas.