La dramática eliminación de Uruguay: venció a Ghana, pero le faltó un gol para avanzar
La "Celeste" se impuso 2-0, pero un agónico gol de Corea la dejó fuera del Mundial. Suárez no se aguantó las lágrimas ni la rabia.
Desazón "charrúa". Uruguay cumplió con su parte de la tarea y se impuso 2-0 a Ghana, pero no le alcanzó para meterse en los octavos de final del Mundial.
Dos goles de Giorgian De Arrascaeta, quien inentendiblemente solo había jugado 28 minutos en Qatar, le dieron el triunfo a la "Celeste", que con eso se metía en la ronda de los 16 mejores de la Copa del Mundo. Pero el agónico tanto coreano frente a Portugal (ver nota secundaria) echó por tierra las posibilidades de Uruguay.
Buscaron los sudamericanos el tercer tanto, que les hubiese dado la clasificación, pero este finalmente no llegó y tuvieron que despedirse del Mundial por el más mínimo margen: al estar igualados en puntos y diferencia de goles, Corea clasificó por tener cuatro goles anotados contra los tres de los charrúas.
Dominio celeste
Tras igualar sin goles ante Corea y caer 2-0 con Portugal, el entrenador Diego Alonso cambió su esquema y se la jugó por un equipo más ofensivo, poniendo desde el inicio a Luis Suárez, a Facundo Pellistri y al propio De Arrascaeta, quien en los pocos minutos que estuvo ante los lusos le cambió la cara a su equipo.
Uruguay necesitaba ganar y, en caso de que Corea venciera a Portugal, como finalmente ocurrió, necesitaba anotar dos goles más que los asiáticos. Con eso en mente, los "charrúas" salieron a atacar desde el principio, buscando la clasificación.
Sin embargo, un torpe penal cometido por el arquero Sergio Rochet parecía botar a la basura cualquier amague de hazaña, pero el propio meta tapó de gran manera el disparo de Andre Ayew. Las comparaciones con lo ocurrido en elMundial de Sudáfrica 2010 fueron inevitables.
Tras esto, los de Alonso crecieron en espíritu y juego, y rápidamente encontraron la tranquilizadora ventaja con los goles del volante del Flamengo: primero aprovechó un rebote del portero Zigi para anotar de cabeza y luego una gran asistencia de Suárez para fusilar al arquero de Ghana.
Todo siguió transcurriendo tranquilo hasta que, a pocos minutos del final, llegó la noticia del gol coreano y surgió la urgencia por el tercer tanto uruguayo. El partido se puso de ida y vuelta pero no llegaron más goles, condenando a los uruguayos a una triste eliminación, graficada explícitamente en las desgarradoras lágrimas de Suárez.