Diario El Sur y sus 140 años
Cuando el 15 de noviembre de 1882 comenzó a publicarse El Sur, la prensa escrita estaba extendida en todo el país, con periódicos incluso en pequeñas localidades. Su nacimiento fue el reto creador de un grupo de esforzados penquistas que se empeñaron en que el periódico ejerciera, desde sus primeras ediciones, una misión informativa, pero a la vez un rol orientador y de vínculo con una extensa región que requería precisar las ideas que condujeran a avanzar en la resolución de sus problemas y a fomentar su progreso, en tensión con un centralismo persistente.
La declaración de principios de El Sur, en sus años iniciales, traducía la preocupación por asegurar a la comunidad local el grado suficiente de independencia administrativa y de atribuciones. Más adelante, y ya encauzado el diario, acometió a principios del siglo XX el cumplimiento de su misión como diario regional, empeñándose en la defensa de las prerrogativas locales y en el apoyo de cada obra de trascendencia. A lo largo de su existencia, ha sido decisivo impulsor de la creación de grandes industrias y de instituciones que han marcado la en la región.
La prensa no sólo informa, también interpreta y ayuda a los lectores a tomar decisiones informadas: ahí reside la fortaleza del diario, que en sus páginas da espacio a temáticas diversas y orientadas con ese fin. En la calma del hogar o en el ajetreo de la oficina, el lector posee puntos de vista que los periódicos deben exponer, junto a una interpretación de por qué ocurren los acontecimientos. Durante 140 años El Sur ha demostrado un compromiso con la Región del Biobío y ha sido uno de los fuertes exponentes del periodismo regional.
Mientras somos testigos del término de la circulación de algunos medios, esta casa editorial ha estado por sobre todos los cambios políticos, económicos y culturales, demostrando un criterio evolutivo, respetando la tradición, impulsando la modernidad, y teniendo como norte interpretar los criterios y las necesidades de los lectores. Cumplir 140 años no es algo menor, en una sociedad que tiene a la prensa como la expresión de una comunidad activa, que siente, que piensa, que tiene aspiraciones, necesidades, problemas, y que estos se reflejan en su diario.
Además, a través de su historia, El Sur ha sido una palanca que ha contribuido a impulsar el desarrollo regional. En sus páginas también se han reflejado los avatares, las tragedias, las circunstanciasque han moldeado el espíritu de empuje de los habitantes de esta zona, sin perder su aprecio y respeto por los valores del ser humano. Este medio es el conjunto de anhelos superiores y creadores de la comunidad, que se vierten todos los días en sus páginas. Porque también los lectores son real y verdaderamente el Diario, en la medida en que nos expresan sus aspiraciones, que hemos tratado de compartir e interpretar.
Desde sus inicios, el objetivo fue ser -y lo ha logrado- la expresión de las diversas visiones presentes en la comunidad regional. Es un elemento sustantivo en la pretensión de pluralidad informativa. Permite mantener las identidades propias, afirma a sus habitantes a sus raíces y suma valor en sus manifestaciones culturales y de vida. Los mismos valores que han hecho que El Sur permanezca en el tiempo son su vocación local y regional, la adhesión y defensa de la libertad de expresión y de la democracia como sistema de gobierno, así como también el respeto a la dignidad de las personas en su diversidad.
Todos ellos se expresan en el trabajo periodístico cotidiano y en la interpretación que hacemos de los acontecimientos, con responsabilidad y respeto. Ese ejercicio impone rigor, reflexión y perspectiva en un mundo que en la actualidad exige inmediatez, pero también profundidad. Así, estamos seguros de que vamos a cumplir muchos años más, caminando junto a nuestra audiencia y a la comunidad regional.
La prensa no sólo informa, también interpreta y ayuda a los lectores a tomar decisiones informadas: ahí reside la fortaleza del diario, que en sus páginas da espacio a temáticas diversas y orientadas con ese fin.