Festival de cine "Frontera sur" vuelve a la presencialidad luego de dos años
Desde mañana comenzará a rodar la quinta versión del evento dedicado al cine de no ficción, la cual se extenderá hasta el 29 de noviembre próximo, sumando 116 cintas.
En formato híbrido, así es como se realizará la quinta versión del Frontera Sur, Festival Internacional de Cine de No Ficción, que parte mañana, para extenderse hasta el 27 de noviembre, dividido en dos bloques.
Entre el 15 y 19 de noviembre se realizará con actividades presenciales, luego de casi tres años de una pandemia, que obligó a la organización a llevar las actividades de manera remota.
Es así que, durante toda esta semana se realizarán exhibiciones de películas y diálogos con cineastas en las salas del Teatro Biobío, Aula Magna Arzobispado, UdeC (Sala Marta Colvin Pinacoteca, Auditorio y Sala David Stitchkin), Alianza Francesa, Balmaceda Arte Joven, Instituto Profesional Santo Tomás y Punto de Cultura Federico Ramírez.
Luego, del 20 al 27, en plataforma digital del evento que es producido por 3 Tigres Films y Forma Colectiva, con aportes del Fondo de Fomento Audiovisual del ministerio de las Culturas.
Una forma de programación que, explican, permitirá poner en pantalla más de 100 películas presenciales y 50 online, donde se consideran secciones especiales dedicadas al cine de Jean-Luc Godard y Marguerite Duras; siempre enmarcadas en propuestas del género de la no ficción.
"Obras que renuevan las posibilidades expresivas del cine, tensionan los discursos hegemónicos y promueven el pensamiento crítico", resume Cristian Saldía, director del festival, sobre la línea editorial del mismo.
Saldía acota que considerando estos aspectos, siente que ésta es una edición especial del Frontera Sur. "Después de dos años de realizar el festival en forma virtual (2020 y 2021), volvemos a la presencialidad, lo que añorábamos como equipo", apunta el creador de la instancia en 2017. y que en 2019 no se realizó.
-Nada como la presencialidad de la pantalla, la sala, el cine.
-Nos parece que la esencia del festival ocurre en lo presencial, donde el cine tiene un rol social y colectivo, y el festival se transforma en un lugar de encuentro, diálogo y reflexión en torno a éste y la realidad. Además, el festival cumple cinco años y nos parece un buen momento para celebrar ese trayecto recorrido, pero también para revisar lo que ha sido este tiempo de alegrías, errores y mucho aprendizaje.
Pensar el cine
Una de las características que ha mantenido el festival es su carácter no competitivo, permitiendo que el público vea 116 películas provenientes de 33 países, entre las 14 secciones, entre oficiales y parciales.
Allí aparecen "No reconciliados", "Tierra en trance", "Como me da la gana" e "Impresiones", entre otras, y donde se consideran 70 estrenos en Chile.
"El bloque online incluirá 59 de estas 116 películas", adelanta Saldía, sobre títulos que estarán disponibles a través de https://online.fronterasurfestival.com/.
- ¿Secciones nuevas este año?
- Sí, los focos a directores destacados aumentaron de tres a cinco y, además, tenemos dos secciones programadas por curadores/as invitados/as: "Ecos de territorios propios" (curada por Mónica Delgado) y "Cartografías peruanas atravesadas" (curada por Mauricio Godoy, Edward De Ybarra y Nicolás Carrasco).
- Sienten que el Frontera Sur está más grande como festival?
-Ha ido creciendo en estos años, sobre todo, en su conexión con distintas audiencias. Al pasar de la presencialidad a la modalidad virtual, llegamos a espectadores de todo Chile y Latinoamérica, generándose espontáneamente una suerte de comunidad en torno al cine de no ficción. Por eso mismo, es que este año decidimos realizarlo en modo híbrido, es decir, volvemos a la presencialidad con todas las actividades, pero al mismo tiempo una parte importante de las películas estarán también en modo online.
- También han mantenido que no hayan competencias. No han pesando sumarlas?
- No nos interesa que las películas compitan unas con otras, nuestro interés es que las obras que escogemos dialoguen entre ellas, a partir de múltiples conexiones. Pensamos la curatoría como un gran mapa visual y sonoro, que puede ser transitado por el público. Ese mapa está construido por una red de interconexiones, que permite abrir preguntas que nos interpelan, levantar discursos periféricos, disputar espacios controlados por el mercado, disentir ante puntos de vista hegemónicos y poner en tensión las formas de representación dominantes. Con todo ello, pensar el cine y las distintas realidades que nos rodean.