Por Karlyng Silva Leal
La agenda de la subsecretaria de Derechos Humanos, Haydee Oberreuter, en su primera visita al Biobío estuvo concentrada en avanzar hacia la reparación de familias y víctimas de vulneración a los Derechos Humanos durante la Dictadura y el estallido social. Así también, en entrevista con diario El Sur, detalló algunos de los proyectos en curso y su opinión respecto a temas relevantes de la cartera.
"En esta oportunidad visito la Región del Biobío para dejar instalada la mesa de reparación para las víctimas del estallido social, pero -además- cada vez que acudo a regiones aprovecho de reunirme con las diferentes organizaciones de Derechos Humanos", señaló la autoridad.
Así, adelantó que el 14 de noviembre instalarán el Plan Nacional de Búsqueda en la región, ya que Biobío "tiene una historia muy relevante relacionada con violación a los DD.HH., tanto en el pasado dictatorial como en el presente de normalidad institucional. Ese es un tema que como subsecretaría de DD.HH. tenemos la obligación y el mandato presidencial de aportar."
En esta línea recordó que la violación de los derechos fundamentales es por definición "agravios que se cometen contra las personas, ciudadanos, por parte de los agentes del Estado, siendo una obligación del propio Estado investigar y determinar las características de ese agravio para hacerse responsable".
- ¿Por qué es importante educar en materia de Derechos Humanos?
-Creo que las garantías de no repetición más importantes son la educación y formación, no solo en materia de Derechos Humanos que se escucha a ratos como tan críptico y duro, sino que la formación en respeto, en fraternidad, en empatía, en enseñar a los niños a ponerse en el lugar del otro. Y eso constituye un derecho humano, el derecho a tener una vida normal, armónica, fraterna, libre de la violencia del estado y de cualquier violencia. Creo que es fundamental y falta sin duda alguna avanzar en ello.
- ¿Qué prioridad para el Gobierno tiene el mantener vigente la memoria sobre violaciones a los DD.HH.?
-Siempre se dice que un país que no tiene memoria es un país sin futuro ni historia, es como el Alzheimer, no sabe para dónde viene, para dónde va, su nombre, qué ni quién le importa. Si lo que queremos es construir un futuro que cuente con garantías democráticas de no repetición, que lo que impere sea el diálogo y la fraternidad entre las personas, entonces es fundamental que tengamos memoria y conciencia para afrontar aquellos aspectos en que nos hemos equivocado, que hay que enmendar y corregir; y en los que hay que avanzar como sociedad y encontrar mecanismos de resolución de los conflictos que sean dialógicos.
- ¿En qué etapa se encuentra el Plan Nacional de Búsqueda?
-En estos días estamos en las primeras conversaciones con las agrupaciones de detenidos desaparecidos y ejecutados políticos sin entrega de restos, pero también con aquellas personas no agrupadas, porque como Estado tenemos el deber y la obligación de buscarlos a todos. Aún cuando para nosotros es muy importante el aporte de agrupaciones, sobre todo en mantener vigente y vivo el tema de la desaparición forzada.
- En materia judicial ¿qué avances se observan en la región?
-La información que tenemos hasta ahora es de 29 casos de la región en tramitación, respecto a los cuales hay 5 que corresponden a querellas presentadas en este gobierno en el marco de las 355 causas pendientes que no se ha presentado una querella por persona detenida desaparecida o ejecutado político. Esa ha sido parte de una política activa que hemos implementado en este gobierno para dar cumplimiento a esto de buscarlos a todos, a aquellos que tienen familiares agrupados y no agrupados, pero también aquellos a quien nadie ha buscado (…). El día 14 de noviembre también presentaremos 3 nuevas querellas en el marco del Proyecto 355.
- Respecto al estallido social ¿en qué consiste la mesa de reparación?
-La convocatoria a las víctimas del estallido social es amplia, ellos se han vinculado a través de las propias organizaciones que conforman, en general es un segmento etario bastante juvenil (…). Además, hacemos un manejo muy reservado del lugar al que concurren, porque nos interesa especialmente que puedan sentirse parte de un espacio de confianza y seguridad en el cual pueden evaluar cuál ha sido el tipo de acompañamiento que las instituciones del Estado les han prestado. Pueden hacer una evaluación crítica o muy crítica de ello, considerar los aspectos en los que el Estado podría mejorar y las sugerencias para hacer funcionar finalmente el proceso de reparación. Todo esto en perspectiva de generar un informe que se le entregue a la autoridad para que convoque a realizar un proceso de calificación que luego deviene en reparación.