Lula recibe a Alberto Fernández y prepara transición a pesar del silencio de Bolsonaro
Un tenso "día después" vivió el ganador de la segunda vuelta presidencial. Al cierre de esta edición, el presidente en ejercicio aún no reconocía su derrota y camioneros mantenían bloqueados más de 230 puntos en protesta por el resultado.
El Partido de los Trabajadores (PT) del presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, espera poder iniciar el proceso de transición en un plazo de 48 horas, como indica la ley, aunque el gobernante Jair Bolsonaro, hasta el cierre de esta edición, aún no había reconocido formalmente su derrota en las elecciones y llevaba por lo menos 24 horas de absoluto silencio tras la segunda vuelta del domingo.
La presidenta del PT, Gleissi Hoffmann, explicó que el partido realizó una primera reunión interna y deberá definir mañana el nombre del coordinador y del equipo de transición, que estará integrado por 50 personas.
"Por ley tenemos 48 horas para iniciar eso (la transición), para organizarnos y después conversar con el Gobierno", precisó la dirigenta del PT.
Con el 100% de las urnas escrutadas, Lula ganó las elecciones presidenciales por un ajustado margen al recibir el 50,9% de los votos frente al 49,1% que obtuvo el actual gobernante.
Si bien Bolsonaro no había emitido ninguna declaración pública, su hijo mayor, el senador Flávio Bolsonaro, afirmó que no van a "desistir" de Brasil y agradeció el apoyo de los votantes de su padre.
"¡Gracias por cada uno que nos ayudó a rescatar el patriotismo, que rezó, fue a la calle, dio su sudor por el país que está funcionando y dio a Bolsonaro la mayor votación de su vida!", indicó el senador en un mensaje ambiguo en el que no especifica si reconoce o no el triunfo de Lula da Silva.
Según medios apostados en Brasilia, ayer ministros y militares aconsejaron a Jair Bolsonaro, quien parece haber seguido el libreto de Donald Trump tras perder la elección contra Joe Biden, de reconocer cuanto antes de manera pública el triunfo de Lula, para evitar una reacción "incontrolable" de sectores radicales.
Lula y fernández
La primera reunión del mandatario electo con otro jefe de Estado ocurrió ayer mismo enSao Paulo, luego de la visita que realizó el presidente argentino Alberto Fernández.
"Me dio la gran alegría de contarme que la primera visita que va a hacer será a Argentina", afirmó Fernández tras reunirse con el presidente electo en un hotel de la capital paulista.
La visita incluso podría ocurrir antes del próximo 1 de enero, día en que se produce el cambio de mando en Brasil.
Fernández aseguró que conversaron sobre la necesidad de que la "democracia se consolide en todo el continente" y sobre la necesidad de que los procesos electorales "sean debidamente respetados".
"Hablamos más del futuro que del pasado, de lo que tenemos que encarar por delante", recalcó Fernández.
Lula y maduro
Da Silva, de 77 años, también fue saludado por el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y ambos acortaron por teléfono retomar la agenda de cooperación bilateral, venida a menos en el último sexenio.
Maduro informó, en su cuenta de Twitter, que sostuvo una "buena conversación" con Lula, a quien le agradeció "su disposición" para "trabajar duro por el fortalecimiento de América Latina y el Caribe, y por el desarrollo económico y social de nuestros pueblos".
Bolsonaro reconoció en 2019 al opositor Juan Guaidó como presidente encargado de Venezuela, al igual que medio centenar de países.
Bloqueos de camioneros
En las rutas brasileñas, mientras tanto, los camioneros mantenían 236 bloqueos en carreteras nacionales y regionales al cierre de esta edición, según fuentes oficiales.
Los bloqueos e interdicciones en carreteras en al menos 20 de los 27 estados del país, que no pasaban de una decena en la noche del domingo tras ser proclamada la elección de Lula, ya habían subido a unas 70 hacia el mediodía de ayer y más que triplicaron al finalizar el día, según las estadísticas de la Policía Federal de Carreteras.
Los manifestantes, que bloquearon las carreteras con sus camiones o con neumáticos en llamas, contestaban la victoria en las elecciones de Lula y algunos piden una "intervención" de las Fuerzas Armadas a favor de Bolsonaro.
El Ministerio Público de Brasil le exigió a la Policía Federal de Carreteras informaciones sobre las medidas adoptadas para despejar las carreteras y advirtió que puede abrir investigaciones por omisión contra los agentes que se nieguen a desbloquear las vías.