Por Redacción

Ya de vuelta en los entrenamientos de Universidad de Chile, Martín Parra se refirió ayer al incidente del que fue protagonista en el Clásico Universitario ante Universidad Católica, cuando dos bombas de ruido explotaron a pocos metros de él, obligando a la suspensión del encuentro cuando apenas se habían jugado cuatro minutos.

"Sabemos que los jugadores y la gente que está dentro de la cancha está expuesta a este tipo de cosas, es algo que en los últimos años se ha normalizado, pero así no debería ser", partido diciendo en conversación con el club azul.

"Creo que hay que tener un poco más de cuidado, poner más ojo, no dejarlo pasar, porque son situaciones que afectan mucho al jugador, en este caso a mí, y también a la familia (...) Esto no debería pasar, tendría que haber más resguardo a los jugadores y a la gente que está en un espectáculo", añadió el portero.

Sobre lo ocurrido ese día en el estadio Elías Figueroa de Valparaíso, Parra relató que "cuando me doy vuelta para reanudar el partido después del gol siento que explota la primera (bomba de estruendo) mi intención es al tiro intentar correrme porque pensé que podían seguir cayendo más. Después me di cuenta que siguen explotando y me tiro al piso porque no podía sostener de pie".

"Recuerdo llegar a la clínica en buenas condiciones, incluso me levanté y fui al baño, pero cuando me trasladaron a la habitación, las veces que me tenía que levantar al baño, en la vuelta sentía mareos, dolor de cabeza, y eso se repitió por tres o cuatro días en mi casa", añadió, el arquero, quien aseguró que "no escuchaba nada".

Por último, reveló que su audición todavía no está al cien por ciento, que se irá evaluando semana a semana, y agradeció el apoyo y el cariños de los hinchas universitarios.

"depende de nosotros"

Por otro lado, el entrenador de la U, Sebastián Miranda, habló ayer en conferencia de prensa y se refirió al trascendental duelo que sostendrán mañana ante Deportes La Serena, un rival directo en la lucha por la permanencia en Primera División.

En esa línea, destacó que "es un partido muy importante" y que "seguimos dependiendo de nosotros".

Gustavo Quinteros ya se prueba la corona. El entrenador de Colo Colo habló ayer en conferencia de prensa en la previa del duelo de mañana ante Curicó Unido que podría darles el título a los albos, premio que, según el DT, "se merece" su equipo.

El argentino nacionalizado boliviano, además, se abrió a seguir el próximo año en el Cacique, aunque llamó a "aspirar a más", apuntando principalmente a la Copa Libertadores.

"Colo Colo merece ser campeón por este proyecto que hemos hecho hace dos años. El año pasado se nos escapó por varias situaciones, no todas futbolísticas, y este año se nos dio para lograrlo. Ojalá lograrlo este fin de semana porque en general fuimos el mejor equipo", afirmó.

"Hoy estoy muy contento porque estamos cerca de lograr el objetivo (...) Estamos cerca pero todavía no lo hemos logrado por lo que estamos muy concentrados en trabajar, en los rivales que nos quedan. Tenemos varias opciones para conseguirlo y estoy muy contento, ilusionado", prosiguió.

Consultado sobre su futuro, Quinteros, quien ya habría sido sondeado desde otros equipos, fue claro: "Estoy muy motivado con estar en este club (...) Después nos sentaremos a hablar con los dirigentes pero no tengo dudas que nos vamos a poner de acuerdo en todo".

A pesar de sus dichos, hizo un llamado a la dirigencia de Blanco y Negro. "Ojalá el proyecto sea ambicioso en lo deportivo (...) Ojalá seguir en el club y poder aspirar a más. Todos debemos ser ambiciosos para tratar de mantener a Colo Colo en los primeros lugares", avisó el entrenador.

El Cacique recibirá a Curicó mañana a las 17:00 en el Estadio Monumental. Con un triunfo se consagrará campeón.

El Gobierno de la provincia de Buenos Aires separó del cargo ayer al jefe del operativo policial destinado al partido de la noche del jueves entre Gimnasia de La Plata y Boca Juniors, que fue suspendido a los 9 minutos por graves incidentes en los que, al menos, una persona murió y otras ocho sufrieron heridas.

En un comunicado oficial, el Gobierno provincial informó que se ordenó que se pongan todos los elementos a disposición del fiscal que está interviniendo, en tanto voceros indicaron a la agencia de noticias EFE que los "policías identificados en los videos fueron corridos a la espera del análisis de la situación".

El encuentro entre Gimnasia y Boca Juniors en la ciudad de La Plata, fue suspendido en el minuto 9 por los graves disturbios iniciados fuera del estadio por aficionados que no pudieron entrar, y que motivaron la intervención de la policía de la provincia de Buenos Aires con balas de goma y gases lacrimógenos.

Un hombre de 57 años, identificado como César Regueiro, falleció producto de una muerte súbita y paro cardiorrespiratorio no traumático e ingresó al hospital sin vida, informó el Gobierno provincial.

"Es inadmisible" que "miles de platenses hayan tenido que vivir lo que vivieron y más aún, que se produjera el lamentable hecho de que César Regueiro perdiera la vida en el marco del encuentro", dice el comunicado oficial de ayer, que informó que ya han sido dadas de alta siete de las ocho personas que sufrieron heridas.

"Es evidente que el operativo realizado no fue capaz de brindar seguridad a quienes asistieron", reconoce el Gobierno provincial, que indica que la Justicia investiga una posible "sobreventa de entradas".

Sin embargo, desde el club platense emitieron un comunicado en el que señalaron que cumplieron "con los protocolos establecidos por los organismos de seguridad. No hubo sobreventas de entradas y el comportamiento de nuestros socios y socias e hinchas fue el correcto".

Gimnasia anunció, además, que se presentará como querellante en la investigación judicial, para lo que contrató al abogado Mariano Cúneo Libarona.