Por Millaray Mariqueo

Desde las 12 y hasta las 2o horas se realizará hoy una jornada abierta con diversas actividades en el campus de la Universidad de Concepción, en el marco de la cuarta versión del Festival de las Ciencias, FECI, que durante toda la semana ha tenido diversos eventos y que concluye mañana.

El FECI nace como parte del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación en el marco del Programa Ciencia Pública perteneciente a la División Ciencia y Sociedad, con el objetivo de acercar ambos actores.

Si bien, antes se consideraba el primer domingo de octubre como el Día de la Ciencia, ahora la jornada se ha ido expandiendo hasta abarcar toda una semana. Este año el festival se está celebrando entre 2 y 9 de octubre con distintas actividades a lo largo de todo Chile, e incluso en algunas localidades se extienden durante todo el mes.

En todas las regiones hay un FECI que está al alero de Explora y, en el caso de Biobío se realizan instancias de difusión y participación en tres comunas: Curanilahue (Centro Cultural Curanilahue), Nacimiento (Parque Jorge Alessandri) y Concepción (Universidad de Concepción).

Las actividades contemplan charlas, espectáculos, talleres, conversatorios, entre otros. Entre las presentaciones destacadas se encuentran obras como "Peter Mago" y "La Diosa Chotacabras", y durante la jornada de hoy se encuentran el mago Javier, Zitito Zitoti y el cierre con Pancho Molina Jazz Trío.

Presencialidad

Aunque este festival se viene realizando desde el 2018, este es el primer año de vuelta a la presencialidad completa, por lo que se quiso innovar respecto a la modalidad de su ejecución.

"Las convocatorias las quisimos hacer en comunas y no en capitales regionales, para seguir la línea de descentralización, Requínoa, San Clemente y Arauco, son sectores donde los niños, niñas y adolescentes lo pasaron mal en pandemia, entonces quisimos llevarles una obra y generar un impacto, no tanto en la cantidad de gente convocada sino que al hacer esto en lugares donde no se acostumbra" indicó la seremi de Ciencias, Tecnología, Conocimiento e Innovación, Sofía Valenzuela.

Las actividades del festival son para todas las edades, para conocerlas se puede ingresar a un calendario través de la página web www.festivaldelasciencias.cl que incluye los formularios de inscripción para aquellas que lo requieran.

"Nuestro objetivo es acercar cada vez más el arte y la ciencia a la sociedad, entonces la idea es transmitir un mensaje científico relacionado al cambio climático a través de charlas dinámicas cortas que te entreguen información de formas simples" indicó la autoridad macrozonal.

Cabe destacar que la premisa de este año se enfoca en el cuidado del agua, promoviendo y divulgando iniciativas sociales en torno a esta problemática.

"La ciencia tiene festival, la idea es que la comunidad no se inhiba y vaya a conocer las distintas actividades porque nunca se termina de aprender, habrá charlas y talleres para niños, niñas y adultos" sostuvo la seremi, quien además enfatizó la necesidad de derribar la barrera entre el conocimiento científico y la colectividad.

"Es importante que mientras más nos acerquemos ciencia y sociedad, vayamos perdiendo la lejanía a lo científico. Son instancias con científicos que van a explicar lo que se está haciendo y como nos sirve e impacta hoy en día, especialmente sobre el cambio climático explicando no sólo los problemas a los que nos estamos enfrentando, sino que también las soluciones respecto a lo mucho se puede hacer con colaboración de la comunidad" finalizó.

20 hrs concluye la jornada de hoy, que incluye actividades infantiles, charlas, conversatorios y un cierre musical.

"No aguanto más", se repetía mentalmente hace dos años Diana Pino Villaroel, durante uno de los más duros confinamientos en nuestro país, porque tenía que ocuparse de su trabajo y de su hogar al mismo tiempo. Como ella, muchas mujeres en Latinoamérica padecen "burnout", más conocido como agotamiento extremo.

El síndrome de "burnout" cada vez está afectando a más mujeres, en especial a aquellas que se dedican a trabajar desde la casa o en la oficina, a la crianza de los hijos y a las distintas labores de cuidado a las que se enfrentan cada día.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) el "burnout" se ha manifestado como el "síndrome del trabajador fundido", pero en las mujeres esto llega a un desgaste emocional. Un síndrome que figurará en la próxima Clasificación Internacional de Enfermedades relacionado con estrés crónico, desgaste físico, despersonalización de las tareas, bajo rendimiento y cuadros de depresión y ansiedad.

Durante la pandemia se incrementaron las tareas que realizaba la mujer; cifras de ONU Mujeres señalan que, a nivel mundial, antes de la covid-19 ya hacían al menos dos veces y media más tareas domésticas y de cuidados no remunerados que los hombres.

El informe Women in the Workplace 2021 (Mujeres en el lugar de trabajo 2021), de Mckinsey, muestra que el 42% a nivel mundial padece agotamiento frente al 35% de los hombres. En el 2020, el 32% de las mujeres se sintieron en estado de "burnout", en comparación con el 28% de los hombres. En el 2021 la diferencia creció a 7 puntos porcentuales.

Trabajar y ser mamá

"Fue acostarme una noche a dormir y sentía mucho dolor de cabeza y tensión en el ojo izquierdo. Cuando me desperté al día siguiente mi ojo estaba totalmente rojo e inflamado, se me había estallado una venita", recuerda Diana.

Para ella al principio era una maravilla poder tener a sus hijos y a su marido en casa todo el tiempo, pero luego todo se multiplicó y empezó a requerir más atención, lo que se mezcló con el trabajo y fue aumentando la saturación.

"Me daban ganas de llorar ante cualquier crítica", comenta esta mujer que teletrabaja para una compañía española de 2:00 a.m. a 10:00 a.m., es dueña de casa y cría dos niños (uno de 7 años y el mayor de 16 con un nivel medio de discapacidad mental). Llegó al límite cuando el ojo izquierdo le advertía de un derrame.

"Todos los días dormía muy poco y al estar pendiente de los niños, que se conectaran a clases, la comida y demás, me ponía muy ansiosa. Cuando me desperté con el ojo rojo fuimos a urgencias y el médico me dijo que mi sistema nervioso había colapsado", cuenta.

No son "supermujeres"

En América Latina, el 76% de la población padece el síndrome de "burnout". En un estudio de la OCDE "¿Cómo va la vida en América Latina?" de 2021, México es el primer país del mundo en "burnout" laboral con 75%, donde ocho de cada 10 mujeres lo padecen, superando a países como China (73 %) y Estados Unidos (59%).

La Unesco resalta la necesidad de visibilizar los problemas que viven las mujeres, el apoyo de las instituciones y seguir insistiendo en repartir las tareas del hogar con los hombres.

"La carga adicional de trabajo doméstico, de cuidado a niños y otros miembros de la familia no ha cambiado, preocupa muchísimo la salud mental", explica Mary Guinn Delaney, asesora del organismo para América Latina y el Caribe.

Además, la incertidumbre económica también afecta su bienestar pues las presiones vienen a nivel social, laboral y familiar al querer que sean "supermujeres", como asegura Delaney, y "no podemos seguir exigiéndonos más si no tenemos un sistema equitativo en la casa que apoye a la mujer".

El psicólogo clínico Pedro Pablo Ochoa señala que se debe "cambiar el rol de que el hombre solo trabaja, para que las mujeres puedan acceder a otros espacios". Además, se estigmatiza aún más el papel de la mujer cuando se sienten mal anímicamente: "Vivimos en un medio que nos demanda todo el tiempo que tenemos que estar bien y no siempre podemos estar bien".

De "burnout" a los tacos

Ana Lucía Pinzón, una colombiana madre de mellizas, sufrió este síndrome cuando la crianza, trabajar en la casa y el temor ante el covid-19 le generaron cuadros de ansiedad.

"En ese momento yo asumí el papel de mamá y niñera de dos niñas de meses, cuando empiezas a vivir todos los días la misma rutina y sumado a la pandemia sentí que se me desconectó la cabeza del corazón y del cuerpo", dice esta mujer que decidió dejar su carrera de Publicidad para dedicarse a la crianza y el hogar, mientras su marido siguió ejerciendo como médico.

"Se me olvidó ser mujer, esposa, amiga y todo se redujo a ser una cuidadora, lo que me obligó a buscar ayuda", cuenta.

Su rol la llevó a entender que cuidar del hogar no debe ser algo discriminatorio porque "la gente cree somos unas mantenidas, que no hacemos nada y nadie sabe el trabajo que hay en un hogar", señala Ana Lucía, quien armó un proyecto en Instagram con el que quiere empoderar a las amas de casa: "Amadecasaentacones"

Para ella, el hecho de que los hombres participen pasa por la educación: "Eso mismo hice con mi esposo, mostrarle cómo funciona. Es aprender a involucrarlos, hay que hablarlo y es necesario".

Según ONU Mujeres, el desbalance de tareas n o remuneradas sumado a un contexto económico adverso explica por qué muchas mujeres han regresado al mercado laboral bajo esquemas más flexibles o permanecen en sus empleos, pero con un desgaste emocional mayor, que las lleva a padecer "burnout" o a la tendencia de la renuncia silenciosa. "Si no abordamos las diversas causas estructurales de esta sobreexigencia seguiremos viendo mujeres con problemas de depresión y demás causas. ¿Cómo prevenirlo? Es un proyecto de largo aliento que empieza por cambiar esas normas de género que van reproduciendo este modelo para construir hogares más equitativos", explica Mary Guinn Delaney, asesora del organismo para la región.