La memoria de Juan Rivano cruzó un siglo completo
"Evocaciones" (Ediciones Tácitas) es la reedición de los recuerdos del filósofo chileno Juan Rivano. En un tomo de casi 700 páginas pasa por el amor, la miseria y el exilio.
Por Cristóbal Gaete
Juan Rivano (1926-2015) iluminó la filosofía chilena del siglo XX. Maestro fundamental en la Universidad de Chile y en la Universidad de Concepción entre 1955 y 1975, año en que su trayectoria es interrumpida por la DINA. Exiliado en Suecia, continuó escribiendo libros de los grandes temas de su disciplina. Suyo es el "Curso de Lógica Moderna y Antigua" (Ed. Universitaria);"El punto de vista de la miseria"; "Contrasofistas";"Introducción al pensamiento dialéctico", entre otras cincuenta publicaciones que también pasean por el teatro, la novelas y el ensayo.
"Evocaciones" (reeditado por Ediciones Tácitas) muestra la cara más íntima de Juan Rivano. Durante la primera década de este siglo, el filósofo apuntó breves fragmentos hasta el año 2009. Pasa por una evocación en Europa a otra en Valparaíso. También deambula por su mundo intelectual, en el que comparte libros, diarios, películas e incluso televisión.
Iván Jaksic, Premio Nacional de Historia 2020, uno de los más fieles discípulos (Rivano lo considera "un hijo"), aparece en varios fragmentos. Enfrentado a ellos, Jaksic afirma que "son recuerdos exactos, de una exactitud fotográfica. No hay nada que no calce perfectamente, también en las personalidades que yo conocí".
"Evocaciones" es un libro lleno de nombres, de gente.
Así nos explica Jaksic la memoria de Rivano: "Tenía una memoria privilegiada, muy entrenada por la formación en matemática y lógica. Es una combinación de algo innato junto con memorizar muy bien. Todo lo que él recuerda le ha enseñado una lección, lo ha impactado".
"Estudiando lógica con él uno debe tener en la mente ciertos principios y fórmulas enteras. Lo vi desarrollar en el pizarrón ecuaciones interminables, que exigen una capacidad de retención de lo que se ha ido desarrollando. La memoria no es absolutamente maleable, sobre todo para una persona como él, muy reflexiva. También está la musicalidad de la poesía, la métrica. Por eso es capaz de recordar canciones, tangos y décimas, porque tiene la clave lógica y matemática de cómo se construye un poema o una canción", complementa Jaksic.
En tanto su hijo Emilio, luminaria a su vez de la lingüística y cognición, acota que "la memoria de mi padre -extraordinaria, por cierto- es facultad central y a veces tema en sus textos". Enumera varios títulos vinculados a la memoria: "Un Largo Contrapunto", "Los Márgenes del Señor Aravena", "Saga de los Milenios", "Un Largo Viaje por la Vida de Juan Rivano", "Hace Tiempo que Tengo un mismo Sueño", además de "Evocaciones".
Emilio Rivano, que ha editado otros libros de su padre como "Diario del exilio y el retorno" (UDP), confirma que en estas "Evocaciones" su padre va y "está con su memoria en el lugar y en el momento".
"Va por centenares de ocasiones, espacios, personas, situaciones, accidentes, peripecias, adversidades, en una odisea chilena y global que al menos a mí me llama, me atrae y me retiene cada vez que me acerco a ella", comenta su hijo, frente al acceso de este amplio disco duro que es el libro y sus distintas geografías.
Autocrítica
Juan Rivano comienza sus "Evocaciones" en un momento muy especial, cerca del año 2000. Ya había recorrido el siglo XX en gran parte. No sólo es un tiempo importante para la humanidad, sino que tiene una fuerte carga íntima.
Así lo explica Iván Jaksic: "Está escribiendo cuando su esposa está internada y se está haciendo preguntas autocríticas, implacables. Salen cosas que se imagina que no puede decir, recuerdos procaces, quiere compenetrarse de lo que vio, lo que pensó".
Esa dureza también se traspasa a los demás. El mundo intelectual no queda liberado de juicios drásticos. Jaksic apunta que "al autor lo hace el lector. Algunas personas se van a sentir afectadas, impactadas. Si, por ejemplo, concibo que la filosofía es una torre de marfil, voy a quedar escandalizado", advierte.
Lo dice el mismo JuanRivano: "aquí también hay dioses". Eso es "cuando él ve temas filosóficos profundos con el lustrabotas o con alguien de la aristocracia", acota Jaksic.
Su discípulo identifica las etapas más intensas de estas "Evocaciones": "En lo puramente sentimental el amor por su esposa Ilse es algo recurrente. Una y otra vez vuelve a comentar cómo la conoció, los momentos de enfermedad. La otra es su paso por las prisiones. Y después el exilio".
Una perspectiva interesante es que algunas anotaciones de "Evocaciones" están hechas sobre la marcha. Rivano es un filósofo que no sólo recuerda, sino que está reflexionando sobre su época.
"Va desarrollando sus ideas, porque para él es necesario entender la política y la cultura contemporánea y cómo las tecnologías van cambiando nuestra percepción, nuestras vidas", apunta el Premio Nacional.
Para Jaksic, en "Evocaciones"hay una "interacción" entre el mundo exterior e interior.
"Son casi inseparables, se conjugan. Uno puede ver la realidad a través de su subjetividad. Para poner un caso el tema de la miseria; si tú naciste en cuna de oro muchos pasajes que no te harán sentido. Pero si uno conoce la miseria, cuando Rivano reconstruye el mundo de su infancia, el mundo de su abandono, gracias a su subjetividad y su experiencia es capaz de definir una realidad que no todos ven".
"De mi punto de vista este libro es el sueño de un historiador, información que uno puede cotejar con muchos testimonios. Es un tesoro", remata.