Destacado director brasileño guiará a jóvenes músicos en gran concierto
El músico dirigirá la presentación final del Encuentro Regional de Orquestas Juveniles e Infantiles, que será hoy en el Teatro Biobío.
Mientras disfruta de la naturaleza que envuelve las instalaciones del Colegio Concepción en Pedro de Valdivia, Arthur Barbosa comparte las impresiones de su primera visita a la ciudad.
Es en la capital del Biobío donde estudiantes y profesores realizan los últimos ajustes para el concierto que se realizará hoy, 19 horas, en la Sala Principal del Teatro Biobío, cerrando IV Encuentro de Orquestas Juveniles e Infantiles.
El compositor brasileño participará por primera vez como director en este evento que reúne a más de 300 niños y adolescentes de las 18 comunas de la región.
Todo ello tras volver del Festival Internacional de Orquestas Sinfónicas Juveniles Eurochestries, que se realizó en Francia a mediados de agosto.
"He dedicado mi vida a trabajar con los jóvenes, además de ser músico y compositor. Pero uno va llegando a cierta edad y realmente sientes que es una responsabilidad dejarles algo a ellos, porque son el futuro y no queremos que la música desaparezca del mundo", enfatiza el violinista de 57 años sobre las motivaciones que lo impulsan a participar en este tipo de iniciativas.
El intérprete vivió en Chile durante sus primeros años de carrera -en la década de los 90- y fue integrante de la Orquesta Filarmónica de Santiago. También ha sido parte de conjuntos musicales en Argentina y en su país natal, además de ser invitado a la dirección en agrupaciones de Estados Unidos y Europa.
Un diálogo musical
Son jóvenes de hasta 22 años los que ahora pudieron cultivar aún más sus habilidades musicales gracias a trayectorias como la de esta batuta. Se suma la oportunidad del encuentro de compartir con otros docentes, cuyos frutos también son alabados por el brasileño.
"La oportunidad que tienen ellos de trabajar con un director que estuvo por todo el mundo, es muy importante: es infundir conocimiento y entender la música como un lenguaje universal. Nosotros siempre recomendamos a los alumnos que no se queden con un solo profesor toda la vida. Es bueno que compartan con otras ideas, porque esa diversidad es la que hace que se formen como músicos, y las clases magistrales también sirven para eso", enfatiza el también compositor.
La presentación final se dividirá en dos orquestas según el nivel técnico de sus integrantes: básico e intermedio-avanzado.
En ellas Barbosa guiará tres obras. Una participación que fue posible gracias a la invitación que extendió el fundador de la Escuela de Vientos del Biobío, Miguel Galdames.
El carioca resalta que el valor de esta iniciativa -incluso- trasciende del aprendizaje técnico que implica convivir con otras personas que también hacen música. "Para tocar en las orquestas tienes que aprender a escuchar al otro, es como la vida. Uno no está hablando todo el tiempo: uno habla, luego escucha, y eso es conversación. Entonces, se crean diálogos musicales y aprenden a respetar al otro. Además, todos interpretan con un propósito en común, en una misma dirección", explica.
Es por ello que los más de 130 millones de pesos entregados por el Gobierno Regional para la realización de esta nueva versión, para Arthur Barbosa son una inversión para la ciudadanía.
"Un pueblo que puede tener acceso rápido, fácil y a veces gratuito a la cultura es un país más rico, porque no tienes condiciones o acceso a eventos culturales. Además, también sirve para tener un sentido de democracia mucho más fuerte", explica.
Sin barreras etarias
El inicio de Arthur Barbosa en la música está ligado a iniciativas que promueven la cultura. Según relata, con 9 años fue parte de un proyecto del Servicio Social de las Industrias, que enseñaba distintas disciplinas a hijos de personas que trabajaban en la manufactura. "No solo ofrecía orquesta, sino también clases de danza, ballet, coro infantil y varios deportes", detalla el intérprete.
La voluntad de dedicarse de forma profesional a la música -a los 16 años- le permitió a impulsar su carrera artística, pese a la oposición de su padre.
Afirma que esta disciplina es posible explorarla a cualquier edad, considerando las facilidades de aprender tempranamente. "Tenemos que ver que el ser humano está siempre disponible, hay personas que trabajan con gente más adulta y no hay problema en ello", concluye el director.