Juicio por presunta corrupción de Cristina Fernández se reanuda a pocos días del intento de asesinato
Comienza fase de alegatos de la defensa. Vicepresidenta declararía el 19 de septiembre. Mauricio Macri advirtió por palabras del ministro del Interior.
El juicio oral al que es sometida la vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández, por presuntas irregularidades en la concesión de obras públicas durante su Gobierno (2007-2015), afronta hoy el inicio de la fase de alegatos de su defensa.
El intento de asesinato sufrido el pasado jueves por la exmandataria a las puertas de su domicilio en el barrio de Recoleta marca la nueva fase de este juicio, en la que deben comparecer los acusados ante el Tribunal Oral Federal 2 de Buenos Aires.
Los abogados de Fernández deberán presentar los alegatos de su defensa dentro de dos semanas; por el momento, el que fuera presidente de la Administración General de Vialidad de la provincia de Santa Cruz de 2005 a 2006, Héctor Garro, será el primero en comparecer.
La Fiscalía había pedido tres años de prisión en suspenso por presunta administración fraudulenta para Garro, que se hará presente físicamente, mientras que el resto de los involucrados estará por videoconferencia.
El juicio oral se reanudará en medio de un contexto diferente tras el atentado contra Cristina Fernández, para quien los fiscales Diego Luciani y Sergio Mola pidieron 12 años de prisión y la inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos.
De acuerdo con el cronograma, Fernández tendrá que presentar su defensa el 19 de septiembre próximo y cada acusado tendrá hasta tres oportunidades para exponer sus alegatos.
La exmandataria está acusada de los delitos de asociación ilícita y administración fraudulenta de fondos públicos, debido a supuestas irregularidades en la concesión de 51 obras públicas a firmas del empresario Lázaro Báez durante su mandato y el de su marido, el fallecido Néstor Kirchner, en Santa Cruz, cuna política del kirchnerismo.
Tras el pedido de prisión de la Fiscalía, la vicepresidenta aseguró que no existen pruebas en su contra y que ninguno de los citados a declarar durante el juicio apoyó la versión de los fiscales, a quienes culpó de adoptar un "guión" de los medios de comunicación afines a la actual oposición.
A mediados de agosto, Fernández consideró que "la sentencia ya estaba escrita", responsabilizó al "lawfare" (guerra judicial o jurídica) y aseguró que "este no es un juicio a Cristina Fernández, este es un juicio al peronismo, a los Gobiernos nacionales y populares".
Ayer el expresidente Mauricio Macri volvió a condenar el atentando, pero cuestionó que "está siendo utilizado por el kirchnerismo de forma partidaria para iniciar una cacería de enemigos simbólicos a los que se les atribuye, sin ninguna racionalidad, la instigación a ese ataque".
"El propio ministro del interior (Eduardo de Pedro) estableció un vínculo directo entre editoriales de diarios, radio y televisión y el ataque. Esta atribución es tan irracional como el propio atentado y puede poner en peligro la vida de periodistas, la integridad de los medios independientes y hasta la democracia misma", agregó Macri.