Lota Schwager desciende a la Tercera B en una temporada donde las cosas no salieron
Los dirigidos de Andy Lacroix cerraron entre lágrimas y lamentos un torneo donde las polémicas, sanciones y la falta de buen juego propiciaron la caída del cuadro del Carbón a la quinta categoría.
Pese a que la planificación inicial ponía a Lota Schwager como uno de los favoritos para sortear de buena forma el torneo de Tercera División A que había diseñado la ANFA, el correr de las fechas y andar del campeonato mostraron que las expectativas solo se quedaban en eso.
El cuadro minero igualó en la última fecha de la primera fase del torneo por 1-1 ante Provincial Osorno en el Federico Schwager de Coronel, resultado que lo envía al descenso a la Tercera B después de tres temporadas en la cuarta categoría del fútbol nacional, al quedar último del grupo sur con 15 puntos y menor diferencia de gol de Colchagua.
Un descenso que resulta doloroso desde todas las dimensiones, luego de años en que el cuadro de la Lamparita no pudo entrar a la cancha e incluso vimos la excentricidad de que dos Lota jugaran frente a frente. El ascenso de la temporada 2019 había sido un buen aliciente para la administración liderada por la familia Castro y se proyectaba el objetivo cierto de lograr en el corto plazo llegar a la Segunda División.
Pero la pandemia y los malos resultados complicaron el andar por la Tercera A, considerando que en 2020 se cayó en cuartos de final por penales ante Ranco y en 2021 ante Mejillones por 2-1, con un polémico enfrentamiento que trajo aparejadas sanciones.
Caída libre
La temporada actual tenían un buen inicio para los dirigidos de Mario Salgado, que hasta la fecha siete estuvieron en los primeros cuatro lugares.
Tras ello, una seguidilla de empates y derrotas llevaron al precipicio a los mineros, que motivó la salida del "Bambino" de la banca y la llegada de Andy Lacroix.
Esto sumado a las sanciones con partidos sin público y la polémica con Rancagua Sur, producto de la denuncia de arreglo de partidos en contra de la dirigencia de la Lamparita, anticipan un complejo panorama. Todo hasta el último partido jugado ayer en Coronel, donde debían sumar una victoria de al menos dos goles de diferencia para evitar el fatal destino del descenso.
Pese a todos los intentos, la apertura de la cuenta de Enzo Figueroa a los 16' y el penal atajado por Víctor Fuentealba, el destino quiso otra cosa. El empate de Patricio Ruiz a los 53' fue un balde de agua fría y desató la tristeza de los casi dos mil asistentes al mítico recinto minero.
La cuenca del Carbón llora otro descenso de la Lamparita, el primero en casa y ahora solo queda apelar a la fuerza minera, a la correcta administración para así apostar a un mejor futuro.