Máxima tensión: Pelosi visita Taiwán a pesar de amenaza militar de China
Presidenta de la Cámara de Representantes de EE.UU. llegó ayer a la isla sin importar las presiones de Pekín y los movimientos de tropas. La Casa Blanca dice que "no busca ni quiere una crisis", aunque están preparados para responder.
La presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, llegó ayer a Taiwán en una visita sin anunciar que aumentó las tensiones entre su país y China, que considera el viaje una provocación a la que reaccionó.
Pelosi aterrizó en Taipéi poco antes de las once de la noche local procedente de Kuala Lumpur poniendo fin a las especulaciones, ya que su visita no se había confirmado con anterioridad pese a que medios estadounidenses y taiwaneses la daban por segura desde la víspera.
Minutos después de aterrizar, la alta funcionaria, segunda en la línea de sucesión a la Casa Blanca, señaló en Twitter que su visita "honra el compromiso inquebrantable de Estados Unidos con el apoyo a la vibrante democracia taiwanesa" y "no contradice las políticas mantenidas desde hace un largo tiempo" por su país.
En tanto, el ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, condenó la "deplorable traición" de Estados Unidos en la cuestión de Taiwán, vaticinó que la actuación del país norteamericano "perjudicará su credibilidad a nivel internacional" y volvió a calificar como "línea roja" para China el principio de 'una sola China'.
Por su parte, la portavoz de la Cancillería china, Hua Chunying, apunto que es "difícil imaginar una acción más temeraria y provocadora" que la visita de Pelosi, al tiempo que extendió la posibilidad de "consecuencias desastrosas si Estados Unidos se equivoca en su juicio" no solo para Taiwán, sino para la "prosperidad y seguridad del mundo entero".
Se trata de la primera visita de un presidente de la Cámara de Representantes de EE.UU. (y también la de ese nivel) a Taiwán desde la que hizo en 1997 el republicano Newt Gingrich.
La primera respuesta concreta del gigante asiático fue prohibir hoy la importación de cientos de productos alimentarios taiwaneses, a la vez que mantiene un despliegue militar que incluye el cierre de áreas marítimas por maniobras navales en el Mar de China Meridional y en el de Bohai.
Ee.uu. preparado
"Estados Unidos no busca ni quiere una crisis. Estamos preparados para gestionar lo que Pekín decida hacer", dijo en la Casa Blanca el coordinador de Comunicaciones del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby.
Kirby aseguró que las advertencias lanzadas por Pekín están "en la línea" con lo que Estados Unidos había anticipado, y defendió que "no hay ninguna razón" por la que el Gobierno chino use este viaje de "pretexto para aumentar su actividad militar" en la región.
Recordó que aviones militares chinos sobrevolaron el estrecho de Taiwán mientras Pelosi se aproximaba a la isla y predijo que China seguirá desarrollando maniobras de este tipo durante los próximos días, incluso después de la visita de la presidenta de la Cámara.
Ante las quejas de Pekín, el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional afirmó que el viaje "es coherente" con la política de "una sola China" defendida por Estados Unidos desde 1979.
"Hemos dicho que nos oponemos a cualquier cambio unilateral en el status quo por parte de cualquiera de los dos lados. Hemos dicho también que no apoyamos la independencia de Taiwán", afirmó.
Kirby dijo que el viaje es una "decisión" de Pelosi, quien representa un poder independiente del Ejecutivo, y que el presidente de EE.UU., Joe Biden, "respeta" su voluntad.
El portavoz sostuvo que la visita no supone "ninguna violación de la soberanía china" sobre la isla, como sostiene Pekín; rehusó dar detalles de eventuales maniobras militares de Estados Unidos en la región y dijo que su Gobierno hará "lo que tenga que hacer" para garantizar la seguridad de Pelosi.
Ante las informaciones publicadas por medios chinos de que Pekín habría llamado a consultas al embajador estadounidense, Nicholas Burns, para protestar, Kirby solo señaló que el diplomático "ha mantenido conversaciones con sus interlocutores de China".