Aumento de robos violentos de vehículos
El robo de vehículos es uno de los delitos que más ha aumentado en la última década en el país, tal vez por el gran crecimiento del parque automotor, porque las bandas los usan para cometer otros ilícitos o porque las sanciones no han sido suficientes. Algunos de estos delitos ocurren por la acción conocida como portonazo, que se ha acentuado, se ha hecho más violenta, e incluso ha dejado víctimas fatales y ha puesto en riesgo la seguridad de adultos y niños.
De acuerdo con cifras de Carabineros, el año 2021 se registraron 5.103 delitos violentos vinculados a automóviles. En ese período, ocurrieron en el país 2.863 encerronas y 2.240 portonazos. Y la Asociación de Aseguradores informó que este año, sólo hasta mayo, han sido robados 6.766 automóviles. Según estadísticas de Carabineros, el 76% de los robos de vehículos se producen mientras están estacionados, sin embargo, el otro 24% ocurre a través de la violencia, con un encuentro entre víctima y victimario. Muchos de los vehículos robados son robados desde la vía pública. Están estacionados en la calle y los delincuentes utilizan el sistema de clonación de la llave o llave electrónica.
Según informes de la Asociación de Aseguradoras de Chile, las marcas y modelos más sustraídos son Nissan Qashqai, Nissan NP300, Toyota Hilux, Kia Frontier y Mitsubishi L200. Mientras Carabineros ha indicado que el 54% de estos delitos son cometidos por menores de edad, ya sea actuando con violencia, como son los portonazos y encerronas, o sin violencia, como es el caso de autos que se encuentran estacionados. No obstante, se sabe que los robos no violentos son muchos más, porque los autores vulneran las cerraduras de los automóviles, no para llevárselos, sino para sustraer especies fácilmente transables en el comercio ilegal, como vestuario, celulares, notebook, rueda de repuesto, radio o herramientas. Las bandas asignan tareas a sus integrantes.
Sujetos jóvenes se ocupan de robar autos de modelos 2017 en adelante, especialmente en Santiago, ya sea mediante la modalidad de portonazos o encerronas, y posteriormente hay otras personas que participan en la comercialización en regiones, para lo cual modifican los números de chasis y utilizando patentes falsas, operación denominada clonación de vehículos. Normalmente fijan precios inferiores a los que se pueden encontrar en las automotoras, con el fin de interesar a los clientes y realizar una venta rápida y fácil.
Hace unos días, el Ministerio del Interior ha presentado su plan de seguridad para el país, con una de sus partes enfocada en la prevención del robo de vehículos. A la vez, con frecuencia, se desarrollan campañas de prevención para que los automovilistas adopten medidas de seguridad, y se acentúan las fiscalizaciones a las desarmadurías y locales de compraventa, para cerciorarse de la procedencia de las partes y piezas que se comercializan.
Muchas veces los delincuentes llevan el vehículo a lugares alejados para desvalijarlo o para salir de juerga. La mayoría de los automóviles robados en nuestra región se utilizan para "carretear", a diferencia de Santiago, donde predominan los robos violentos para luego cometer asaltos.
La policía ha recomendado prevención a los conductores, considerando que algunos no cuentan con elementos de seguridad, que son dejados en lugares oscuros, a veces con las puertas sin seguro y con especies a la vista en el interior, lo que es un incentivo para los ladrones. La mayoría de estos vehículos con encargo por robo son comercializados a través de redes sociales, ferias de las pulgas de cada comuna, y otras plataformas de venta en línea.
Se ha recomendado que las personas interesadas en la compra de un automóvil verifiquen en la página del Registro Civil -ya sea a través de un certificado de anotaciones vigentes o con un certificado de multas- que coincidan con los datos del vendedor y los que figuran en los documentos como el propietario del auto.
Según Carabineros, el 76% de los robos de vehículos se producen mientras están estacionados, sin embargo, el otro 24% ocurre a través de la violencia, con un encuentro entre víctima y victimario.