Relocalización de campamentos en la región
El Catastro Nacional de Campamentos que el Ministerio de Vivienda y Urbanismo realizó en 2019, identificó en Chile 802 de estos asentamientos, muchos de ellos ubicados en áreas de riesgos, porque estaban expuestos a aluviones, avalanchas, incendios forestales o inundaciones en el caso de aquellos que se sitúan al lado de ríos o zonas costeras bajas.
Hace unos días, la Seremi de Vivienda y Urbanismo ha dado a conocer que en la Región del Biobío hay 167 campamentos, con un total de 7.436 familias que viven aún sin las condiciones mínimas para desarrollar su quehacer diario. Del total de campamentos, 102 están emplazados en la provincia de Concepción, 37 en Arauco y 28 en Biobío. La situación más compleja corresponde a Lota y Talcahuano, que concentran las cifras de asentamientos irregulares más altas de la provincia.
A pesar de que hay indicadores de desarrollo que han tenido avances importantes en las últimas décadas, como el aumento del gasto público e inversión en vivienda subsidiada, que ha aumentado nueve veces desde la década de los '90, siempre hay segmentos de la población que quedan al margen de esos avances y que requieren la ayuda del Estado. La pérdida del empleo, los altos costos de los arriendos y razones de tipo económico llevan a muchas familias a tener que instalarse en esos asentamientos.
También la inmigración se ha transformado en los últimos años en un factor importante en el crecimiento de los campamentos. Por ello, se requiere la coordinación de diversos ministerios, para relocalizar a las familias, y la urbanización y radicación de terrenos que ya ocupan. Hay que considerar que muchos campamentos están en terrenos públicos o privados, lo que requiere de estudios para determinar la ocupación irregular de esos predios y cómo buscar una solución.
En la Región del Biobío, la mayoría de esos reductos de construcciones irregulares se encuentran ubicados en sectores donde hay riesgo de incendios forestales, lo que es crítico en verano, seguidos de aquellos que podrían verse afectados por inundaciones. Esos campamentos ya están siendo intervenidos para dar a las familias una solución habitacional. Algunos se encuentran en fase de diagnóstico, otros en plan de intervención, en radicación a través de un proyecto de urbanización; en relocalización, o en etapa de cierre, ya sea porque sus habitantes quedarán en el lugar, pero con proyectos de urbanización, mientras otros serán reubicados en lugares distintos.
La seremi de Vivienda, Claudia Toledo, dice que a la fecha hay un trabajo que busca mermar el fenómeno. Hay 42 campamentos que presentan una estrategia de relocalización, es decir, se aplica un proceso para que las familias se vayan del lugar, pero de la mano de una mejor opción habitacional. Otros 31 experimentan un proceso de radicación para potenciar el entorno urbano de las zonas en que actualmente se ubican y 37 que recién están etapa de evaluación. En tanto, en 57 se realiza una gestión de cierre administrativa.
Si bien muchos creen que las familias pasan de vivir en la calle a instalarse en campamentos, los estudios muestran una realidad distinta. Dos tercios de las personas que viven en los asentamientos precarios antes habitaban una vivienda, aunque la gran mayoría estaba en la condición de allegados. Aparte de los programas del Ministerio de Vivienda y Urbanismo para contrarrestar el aumento de campamentos, se hace necesaria una discusión de reformas en materia de políticas de suelo, ya que en muchas comunas escasean los sectores susceptibles de urbanización, mientras que otros resultan muy caros. Pero es indudable que el tema de los campamentos debe solucionarse eficazmente, avanzando en mejorar las condiciones de vida, porque la falta de una vivienda digna dificulta la cohesión de la familia y tiene una infinidad de derivaciones sociales negativas.
En la Región hay 167 campamentos, con 7.436 familias. Del total de ellos, 102 están en la provincia de Concepción, 37 en Arauco y 28 en Biobío. Lota y Talcahuano tienen la mayor parte de ellos.