Presidente de Sri Lanka huye de su casa ante invasión de miles de manifestantes
Multitudes salieron a protestar en Colombo por el manejo de la crisis económica en la isla. El mandatario Gotabaya Rajapaksa y el primer ministro, Ranil Wickremesinghe, renunciaron a sus cargos para "entregarlos pacíficamente".
Miles de manifestantes que ayer irrumpieron en las residencias oficiales del presidente de Sri Lanka, Gotabaya Rajapaksa, y el primer ministro, Ranil Wickremesinghe, e incendiaron la casa particular de este último, en una jornada de masivas protestas en las calles de Colombo contra el Gobierno, por su gestión de la crisis económica que vive el país insular del Océano Índico.
Mientras las calles se llenaban de cánticos contra el presidente Rajapaksa, que fue evacuado a un lugar seguro en barco, los mismos manifestantes iban publicando en redes sociales videos de ellos bañándose en la piscina de la residencia presidencial, ejercitándose en su gimnasio, bebiendo en los salones o incluso en dormitorios de la residencia.
El primero en anunciar su dimisión fue Wickremesinghe.
"Para asegurar la continuidad del Gobierno, incluyendo la seguridad de todos los ciudadanos, acepto la recomendación de hoy -ayer - de los líderes de los partidos para dejar paso a un Gobierno de unidad. Para facilitar esto, dimitiré como primer ministro", dijo el político en Twitter.
Posteriormente, el vocero del Parlamento de Sri Lanka, Mahinda Yapa Abeywardena, anunció además la dimisión de Rajapaksa.
"Porque quiere entregar el liderazgo del país pacíficamente, me pidió que informase a la nación de que su dimisión será entregada el miércoles el 13 de julio", dijo Abeywardena en un mensaje televisado.
Edificios del gobierno
Más temprano, cientos de manifestantes entraron en la residencia oficial de Rajapaksa tras romper el perímetro de seguridad, a pesar de que la policía recurrió a gases lacrimógenos para impedir la invasión, afirmó el diario esrilanqués Ada Derana.
El mandatario había previamente abandonado la zona, alertado por las fuerzas de seguridad sobre la masiva manifestación convocada desde hacía días en Colombo, aunque desde entonces el dirigente no se había mostrado en público. Su paradero era desconocido.
Quemaron su casa
Los manifestantes irrumpieron también en los edificios de la Secretaría Presidencial y en la residencia oficial de Temple Trees del primer ministro, cuyo despacho los acusó de haber incendiado la casa particular de Wickremesinghe al anochecer.
El diario esrilanqués Daily Mirror mostró a cientos de personas rodeando la residencia de Wickremesinghe en Colombo, con la casa en llamas al fondo.
La cifra de heridos al final de la jornada era de 55 personas que se enfrentaron con la policía, poco comparado con los 10 muertos y más de 300 heridos que dejaron las protestas de mayo, cuando Wickremesinghe fue nombrado primer ministro después de que el hermano de Gotabaya Rajapaksa, Mahinda Rajapaksa, fue obligado a renunciar.
Estados Unidos llamó a las autoridades de Sri Lanka a actuar "rápidamente" para abordar el "descontento" ciudadano que llevó a empujar a miles a sacar a los gobernantes de sus residencias oficiales, acusándolos de "excesos, gastos descontrolados y mal manejo" de las turbulencias económicas globales (ver recuadro), según publicó The New York Times.
Como ejemplo ponen al aeropuerto internacional de Hambantota, "construido hace una década en nombre de la familia gobernante de Sri Lanka, los Rajapaksa", pero donde no hay un solo pasajero. Lo mismo ocurrió con la construcción del estadio de cricket y un nuevo puerto.
El país llegó a la quiebra mientras sus habitantes hacían fila para abastecerse de combustible y alimentos básicos, una escena que se repite en varios países que sufren los efectos de la pandemia, la guerra en Ucrania y la inflación global.