Nuevo club de jazz apunta a centralizar la escena en Biobío
Agrupación invita a todo tipo de melómanos y agentes culturales, como también a los músicos, a ser parte de esta iniciativa que busca expandir la producción y rescatar un estilo que está muy arraigado a nivel regional.
Con gran entusiasmo e interés por rescatar la riqueza jazzística del Biobío, varios cultores de este género en la Región, melómanos y músicos comenzaron a inicios de este mes a concretar la idea de conformar un Club de Jazz, a 19 años del último registro de una entidad formal de tal carácter.
Es preciso recordar la valiosa historia de nuestra ciudad con esta música y escena, la cual reconoce como ubicación inicial la UdeC cuando, en 1957 y bajo el rectorado de David Stitchkin, se fundó el primer Club de Jazz en las dependencias de lo que ahora es el restaurante El Ombligo, bajo el Foro.
Sin embargo, es posible retroceder un poco más hasta 1945, pues ese año se produce el primer congreso nacional en la ciudad con participaciones de músicos que no eran profesionales, sino aficionados, provenientes de Santiago, Valparaíso y Los Ángeles.
No obstante, y de acuerdo a lo expresado por el periodista e investigador Rodrigo Pincheira, existen registros de que, en la década de 1920, hubo orquestas jazzeras en locales nocturnos de la capital regional integradas por orfebres, marinos y bandas del Ejército.
Así es como esta práctica avanza hasta fines de 1990 con la creación de "El Rincón de Santa María y el J", el último club que presenciará la ciudad del Campanil y que, precisamente, surge al interior de la cafetería de la Escuela de Derecho de la UdeC hasta su cierre, en 2003.
Vuelve la idea
Ahora, casi dos décadas después, el jazz se aleja un poco de esta casa de estudios para pronto convertirse en una corporación impulsada este mismo mes por el saxofonista y músico Ignacio González, el guitarrista y profesor Edgardo "Yayo" Durán, la cantante Cecilia Gutiérrez, y el contrabajista Pablo Vidal. Además, son parte de esta nueva entidad Rodrigo Pincheira, el pianista Marlon Romero y el productor y gestor cultural Germán Estrada, representante de Casa de Salud, espacio de la bohemia local que figura como sede principal para dicha sociedad.
"Esto nace con la intención de generar una agrupación que, de alguna manera, articule la comunidad jazzística. Esta escena no deja de crecer. En ese sentido, más allá de delimitarla, es contar con un espacio donde podamos reunirnos y localizar las actividades con condiciones técnicas para tocar, ensayar, impartir cursos y reunirse, entre otras cosas", indica el también Dj y productor.
Estrada reiteró que la principal motivación para fundar este "club" se asocia a la idea de presentar un lugar de reunión, como una práctica propia del jazz como estilo y vida y musical. "Es importante que otros locales de la zona también se comprometan a participar en esto, porque es así como las cosas ocurren", señaló.
Si bien la asociación está en su fase inicial, de hecho, todavía no definen el nombre oficial para este círculo. En su primera reunión -realizada el 3 de junio en la Unidad de Geriatría- se establecieron dos comisiones de trabajo que suscitan su desarrollo: una para acentuar los estatutos de carácter legal y otra enfocada en gestiones y programas.
En aquella instancia también se determinó que habrá tres tipos de socios: fundadores, honorarios y numerarios, "con igualdad de voz y voto, pero con diferentes derechos y deberes que serán determinados en los estatutos", informaron los encargados.
Valorar la memoria
Ignacio González, de origen santiaguino y penquista por adopción hace más de dos décadas, es otro de los pioneros en la creación de este plan. Al respecto, el saxofonista enfatizó en que una de las premisas más importantes es preservar el legado del pasado jazzístico de Concepción.
"Pese a que la comunidad del jazz es súper nutrida, está muy desarticulada. No trabaja en conjunto y no logra potenciarse. Por eso la idea es generar una sinergia entre los músicos y lograr tener una curatoría bien desarrollada. Finalmente, es crear una especie de cofradía, de hermandad, en torno a esta música bastante olvidada. Reconocer la memoria histórica de este sector y de los antiguos cultores es fundamental", manifestó el artista con más de 40 años de trayectoria musical.
En la junta inaugural se expusieron los resultados y conclusiones de una encuesta virtual dirigida a músicos y agentes culturales con el objetivo de sondear las líneas principales que debe seguir el proyecto.
"Estos encuentros nos permitirán mejorar. Lo que estamos formando es una oportunidad para reunirnos y conversar, tener acuerdos y desacuerdos, y así crecer como comunidad", sostuvo Yayo Durán, guitarrista, integrante de la comisión operacional y director de Surco, escuela de música popular a su cargo fundada en 2019.
A su vez, el pianista Marlon Romero, reconocido por ser uno de los cultores de este género a nivel regional con más trayectoria actualmente (sobre 50 años), cree que esta conformación es vital para inspirar y educar a las nuevas generaciones. "Para que jóvenes comiencen a interiorizarse en los instrumentos populares y en el jazz", comentó el pianista, destacando que ésta será una ventana abierta para compartir con músicos de más experiencia.