Cifras de las enfermedades respiratorias pediátricas
Durante este año, las enfermedades respiratorias que no corresponden a covid-19 han experimentado un explosivo aumento, principalmente en usuarios pediátricos. De acuerdo a las cifras entregadas esta semana por la Seremi de Salud de Biobío, las consultas de urgencias y hospitalizaciones en el grupo hasta los 14 años crecieron al menos cinco veces respecto al mismo periodo de 2021.
La información de la Autoridad Sanitaria detalla que de las 417 mil consultas de urgencia que se han realizado durante este año, el 36%, es decir 149.682, corresponden a pacientes pediátricos. En tanto, el año pasado hubo más de 209 mil atenciones de urgencia respiratoria, pero sólo el 14%, que se traducen en 28.908, correspondía a población de 14 años o menos.
Desde la misma entidad ministerial, se explicó que hay varios factores que inciden en este aumento y, especialmente, en la población pediátrica. Dentro de ellos, se alude a que en casi dos años no hubo interacción entre los niños y niñas, situación que se revirtió este año con el retorno masivo a los establecimientos de educación, ya sean básicos, medios o preescolares.
En otras palabras, una gran parte de los menores no han tenido contacto con los virus respiratorios del invierno en dos años, por lo que tienen más posibilidades de enfermar e, incluso, en el caso de los preescolares es posible que nunca hayan experimentando los efectos de los virus estacionales. Por lo tanto, esta situación implique la enfermedad los afecte de manera más intensa, lo que se traduce en un aumento de las consultas e incluso de las hospitalizaciones por los efectos que ella conlleva.
Las explicaciones tienen sentido si se comparan con las estadísticas, que a nivel de la Región del Biobío, indican que de las 3.158 internaciones que se registran durante 2022, el 25%, es decir 803, corresponden a menores de edad, mientras durante 2021 solo 163 de las 2.887 registradas correspondían al ámbito pediátrico, apenas el 6% del total.
De hecho, una de las acciones que podría concretarse a nivel de red asistencial es ampliar la cantidad de camas críticas pediátricas, debido a la alta demanda que existe y que, hasta hace unos días, había solo un 15% de disponibilidad de estas plazas a nivel regional. Para ello se evaluaba convertir plazas básicas en UCI (Unidad de Cuidados Intensivos) y UTI (Unidad de Tratamientos Intermedios) para este grupo etario.
Es en este contexto que esta semana se dio a conocer la decisión del Ministerio de Educación de extender las vacaciones de invierno de los escolares, que tradicionalmente se extienden por dos semanas en el mes de julio. Al realizar el anuncio, el ministro Marco Antonio Ávila, aseguró que la decisión tiene por objetivo hacer frente a la presencia de virus respiratorios que afectan especialmente a la primera infancia y, además, seguir en la línea del las recomendaciones realizadas por el Comité de Respuesta Pandémica del Ministerio de Salud.
La determinación corresponde a adelantar y extender en una semana las vacaciones de invierno. De esta manera, se ampliará de dos a tres las semanas las vacaciones de invierno desde las regiones de Arica y Parinacota a Los Lagos, donde el receso comenzará el jueves 30 de junio, para luego retomar las actividades educativas se retomarán el lunes 25 de julio. En tanto, se mantendrá el período de tres semanas establecidos para las regiones de Aysén y Magallanes.
Una de las consideraciones que el Gobierno enfatizó es que el servicio de alimentación que entrega la Junaeb en los establecimientos escolares se mantendrá durante los días extra, es decir, se entregarán raciones entre el jueves 30 de junio y el viernes 8 de julio en las regiones donde se extienden las vacaciones.
La decisión gubernamental no ha estado exenta de cuestionamientos, especialmente por lo que implica tomar una decisión que afecta no solo a los escolares, sino también genera impacto en la organización familiar. De hecho, la Dirección del Trabajo emitió un dictamen que permite que la madre o el padre que trabaja y que puede realizar sus labores de forma telemática pueda optar por esta herramienta durante el período de vacaciones de invierno, si es que tienen a cargo el cuidado de al menos un niño o niña menor de 12 años, lo que podría ayudar a replanificar la dinámica al interior de los hogares. Más allá de las consideraciones, las cifras respaldan la compleja situación que se está viviendo en el sistema de salud por el alza de las enfermedades respiratorias entre escolares y toda medida de prevención es necesaria, en especial para que el inicio del segundo semestre pueda realizarse con mayor estabilidad sanitaria y con riesgos disminuidos para quienes necesitan de una sana convivencia en sus establecimientos.
Gran parte de los menores no ha tenido contacto con los virus respiratorios del invierno en dos años, por lo que tienen más posibilidades de enfermar e, incluso, en el caso de los preescolares es posible que nunca hayan experimentando los efectos de los virus estacionales.