"Hubo mucha desinformación y hoy podemos darle certezas a la gente"
La doctora en Salud Pública repasó los once meses de trabajo, anticipó el proceso de salida y cuestionó el rol del gobierno anterior.
La Convención Constitucional vive la recta final de su trabajo estas semanas, a sólo 22 días de que finalice el plazo de entrega de la propuesta de carta magna al Presidente Gabriel Boric y se inicie la campaña de cara al plebiscito de salida del 4 de septiembre.
En medio de días decisivos y en el marco de su visita a la Región, la presidenta del órgano María Elisa Quinteros abordó junto a Diario EL SUR los alcances del proceso que por once meses ha tenido a 154 convencionales discutiendo la visión de país que se plasmará en el texto constitucional.
Para la doctora en Salud Pública, epidemióloga ambiental y representante de Maule por Movimientos Sociales Constituyentes, el cierre del proceso se ha vivido con la intensidad del trabajo de los últimos seis meses, pero también con la emocionalidad de un cierre con un espíritu colaborativo.
"Hay una disonancia entre lo que ocurre adentro, el ritmo que llevamos, y el ambiente de trabajo que es muy cordial, bien amable -con momentos tensos en el pleno- pero un trabajo bien tranquilo y de alta exigencia. Hay una disociación relacionada con lo que se comunica, que son los errores, problemas o características negativas de los convencionales, con clara intencionalidad", dice para reflexionar en voz alta: "He dicho que nunca se va a decir en el diario que uno u otro artículo es bueno, jamás. Eso da pena porque la opinión pública se forma de manera diferida a lo que considera la propuesta".
"Más allá de los egos de cada uno, lo importante es que la propuesta es un cambio total a lo que tenemos hoy y ha sido escrito en democracia, por gente común que fuimos elegidas para esto. Es parte de la política esta disociación entre el trabajo y lo que se proyecta, pero veo que la gente sabe cómo es esta estrategia y está esperando el producto final, para poder decidir en conciencia, sin creerse todo lo que sale afuera", añade.
-A usted, ¿la dejó conforme el texto constitucional que se ha conformado? Esta semana, Armonización definió en su propuesta reducirlo a 372 artículos, que se revisará en el pleno en los próximos días.
-Me gusta la propuesta, porque he sido parte de todo el proceso, desde las marchas en 2019 y veo que ha sido un proceso que ha incluido sangre, sudor y lágrimas, entonces uno no puede no valorar esas cosas. Creo que va en línea con lo que se planteó en los cabildos, y a mí no hay nada que no me guste, porque nos ha costado tanto construir esos dos tercios. Ha sido un trabajo enorme, y no veo norma que no me haga sentido.
Hay cosas que se han caído que para mí eran importantes, pero fue porque no llegaron a consenso, y todas las otras me parece que van en línea con el que yo encuentro es el artículo más bonito, que dice que Chile es un 'estado social y democrático de derecho'. Con ese me doy por pagada, porque es un cambio total, un giro enorme de lo que tenemos hoy como sociedad.
Reconocernos como una república solidaria, reconocer la igualdad y la democracia paritaria es un avance enorme para un país que no ha podido cambiar sus reglas hacia una sociedad más pluralista y respetuosa de las diferencias. Esta constitución es un buen punto de inicio, un piso que podemos ir mejorando con el tiempo, pero de ninguna manera es un techo.
A la hora de destacar el articulado, la presidenta de la Convención pone en valor los avances en materia de descentralización y de dar mayor poder a las regiones, apelando a que es una sentida demanda: "Al dar más autonomía a las regiones y comunas, se permitirá que las personas que habitan los distintos territorios puedan tener algún poder decisión sobre las propias políticas que afectan su vida. Hay un artículo que me gusta mucho, que dice que las políticas públicas deben tener un enfoque territorial y cultura, entonces no serán uniformes sino considerando la realidad local. Además, habilita mecanismos de solidaridad y asociatividad, lo que permite unirse con comunas más afines y trabajar juntos".
El proceso de salida
A la hora de abordar lo que ocurrirá después del 4 de julio, María Elisa Quinteros es clara y sin matices: "Se disuelve el órgano, y no hay más ejercicio de la labor de constituyentes ni de difusión. Ahí, sobre todo los que somos independientes, nos queda apoyar desde lo ciudadano, sobre todo quienes venimos de organizaciones sociales, articularnos con la sociedad civil, lo que ya está ocurriendo".
Junto con ello, apunta a que cada convencional podrá trabajar en campaña dependiendo de sus posibilidades -en su caso, indica que hará campaña y pedirá permiso sin goce de sueldo a la casa de estudios en que trabaja- y que "será variado, pero claramente desde como independientes no dejaremos el proceso botado e iremos a las bases".
-¿Qué tan clave será informar a los votantes más indecisos? La encuesta CEP revela un empate técnico, y pareciera que quiénes iban por aprobar o rechazar antes del proceso, mantienen su postura.
-Lo que reflejan las encuestas es que los indecisos no tenían claridad porque no había nada listo aún, un producto final, considerando que se aplicó el 29 de mayo. Lo mismo con la gente que votó apruebo al inicio y ha cambiado su voto, se puede explicar de la misma manera. Hubo mucha desinformación y ahora tenemos la posibilidad de darles certezas a la gente. No lo podíamos hacer antes de terminar todas las votaciones, eso nos jugaba en contra. El Gobierno tiene que informar si o si, le pedimos en marzo una campaña informativa para los meses de julio y agosto, ya que nosotros por mandato no podemos hacerlo porque el órgano se disuelve y se debe cumplir el derecho a la información por parte del Estado.
Lo que cada grupo puede hacer depende del análisis que se haga, viendo a donde llegamos y como lo hacemos. Necesitamos poner a disposición esas herramientas para que cada uno decida; nunca he sido de decirle a la gente que votar, sino de mostrar las opciones, y es obvio ver la opción al analizarlo.
Quinteros toma un segundo y hace una crítica a la idea de una tercera vía, levantada desde la derecha: "Es algo instalado, no es una necesidad de la gente. Es algo ficticio, como parte de una estrategia política".
-¿Que se pudo hacer mejor a la hora de comunicar el proceso? Usted en varias ocasiones me ha repetido que el mayor enemigo del proceso es la desinformación.
-Se debieron instalar comunicaciones desde agosto, haber fortalecido la secretaría de comunicaciones hubiese favorecido harto. Cuando llegamos no había nada, y no podíamos crear nada hasta que tuviésemos reglamento, lo que ocurrió en octubre. Cuando asumimos era una secretaría débil, recién en marzo la pudimos consolidar y los productos los vemos en mayo. Eso es algo que se pudo haber mejorado, pero no fue previsto ya que es el primer proceso de esta envergadura que tenemos en el país.
-¿Eso fue responsabilidad de ustedes como convencionales, o del gobierno de turno, que les debía proveer lo básico para funcionar?
-Nunca sabremos, pero asumimos que como órgano autónomo debíamos tomar nuestras propias decisiones. Y como no teníamos reglamento, estábamos entre la espada y la pared. Pero claro, si el gobierno anterior hubiese hecho un esfuerzo y hubiese tenido... La verdad es que no sé, no podría responder finalmente porque creo que son tantos factores que dificultaron la toma de decisiones.
Recuerdo haber visto a Elisa (Loncón) y Jaime (Bassa) las primeras semanas tratando sacar a flote todo con esfuerzos propios. No sé si hubiese servido que el gobierno hubiese puesto una secretaría de comunicaciones, porque también veíamos una intencionalidad negativa del gobierno anterior que fue muy duro los primeros meses. Los funcionarios me contaban lo tensa que era la relación.
En el cierre, Quinteros reflxiona y dice que "hemos sido respetuosos de los pasos jurídicos del flujo de la norma, y gradualmente hicimos fuimos construyendo los derechos, pero quizás comunicacionalmente debiésemos haber aprobado los derechos fundamentales primero y no dejarlos para el final. Si hubiésemos tenido esa estrategia, habríamos comunicado primero lo más importante, o haber hecho esa táctica de haber hecho ese cambio con fines comunicacionales, pero no lo vimos".