Prorrusos condenan a muerte a soldados extranjeros que combatieron por Ucrania
Se trata de dos "mercenarios" británicos, Shaun Pinner y Aiden Aslin, y uno marroquí, Braaguim Saadun, que lucharon contra las fuerzas rusas en Donetsk. Bombardeos rusos se intensifican sobre Severodonetsk, pero la autoridad local dice que con los cohetes de largo alcance que brinde Occidente, pueden recuperar la ciudad "en dos o tres días".
El ministerio de Relaciones Exteriores de Ucrania afirmó que no escatimará esfuerzos para lograr la liberación de los tres soldados extranjeros condenados este jueves a muerte por las autoridades prorrusas en la región de Donetsk.
Todos los extranjeros que luchan en territorio ucraniano como parte de las Fuerzas Armadas de Kiev son personal militar ucraniano, afirmó el vocero del ministerio, Oleh Nikolenko, a la agencia ucraniana RBC.
"De acuerdo al derecho humanitario internacional, caen bajo el estatus legal de combatientes," subrayó Nikolenko en referencia a los dos británicos y al marroquí a los que las autoridades separatistas en el Donbás califican de "mercenarios".
"Todo el personal militar ucraniano capturado por el enemigo tiene derechos como prisionero de guerra. El enemigo tiene prohibido someterles a actos violentos, intimidarles o tratarles de forma inhumana," indicó y calificó el veredicto contra los tres de "nulo y sin efecto".
"Estos juicios públicos ponen los intereses de la propaganda por encima de los de la ley y la moralidad y socavan los mecanismos para el retorno de los prisioneros de guerra," acusó.
Los prisioneros británicos Shaun Pinner y Aiden Aslin y el marroquí Braguim Saadun fueron condenados a muerte por el Tribunal Supremo de la separatista República Popular de Donetsk, según la agencia DAN.
De acuerdo con dicho medio, los tres admitieron las acusaciones de haber operado como mercenarios en el Donbás y de haber realizado actividades terroristas y disponen de un mes para recurrir la sentencia.
Reino unido alerta
El Gobierno británico se mostró "profundamente preocupado" a raíz de las condenas a muerte impuestas a los ciudadanos británicos, de 28 años y 48 años, capturados mientras combatían para las fuerzas ucranianas contra los rusos.
Un vocero de Downing Street reaccionó a la sentencia. "Obviamente estamos profundamente preocupados por esto. Hemos dicho continuamente que los prisioneros de guerra no deberían ser explotados para fines políticos", apuntó la fuente oficial del Gobierno de Londres.
El portavoz recordó que "en virtud de la Convención de Ginebra, los prisioneros de guerra tienen derecho a la inmunidad concedida a los combatientes y no deberían ser juzgados por su participación en las hostilidades".
Lo mismo expresó la organización humanitaria Amnistía Internacional (AI) al señalar que supone "una violación flagrante del derecho humanitario internacional".
Amnistía señaló que "los tres eran miembros de las fuerzas regulares de Ucrania y, bajo la convención de Ginebra, como prisioneros de guerra, están protegidos de ser procesados por haber tomado parte en las hostilidades".
La única excepción, recalca la organización, sería si estuvieran acusados de presuntos crímenes de guerra, en cuyo caso serían necesarias "suficientes pruebas admisibles" y un proceso "con estándares justos".
Ataques
Las tropas rusas controlan la mayoría de la ciudad de Severodonetsk, donde recurren a la táctica de tierra quemada con artillería, morteros y lanzamisiles múltiples para acabar con la resistencia ucraniana, mientras libran en paralelo la batalla por Sloviansk, siguiente objetivo de Rusia.
"Los ocupantes que efectuaron operaciones de asalto en la ciudad, no tuvieron éxito. Las hostilidades continúan", recalcó el Estado Mayor General de Ucrania.
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, afirmó que Severodonetsk sigue siendo el epicentro de la guerra en el Donbás, en el este del país y las tropas "defienden sus posiciones".
"Esta es una batalla muy feroz, muy dura. Quizás una de las más difíciles de esta guerra", recalcó el mandatario, al tiempo que sostuvo que "en muchos sentidos, es allí donde se decide ahora el destino de nuestro Donbás".
Según el gobernador de la provincia, Serhiy Gaidai, el enemigo ataca fuertemente la zona industrial, donde castigó la planta química Azot, donde se refugian unas 800 personas, según dijo la semana pasada.
"Si conseguimos rápidamente armas occidentales de largo alcance, comenzará un duelo de artillería y Rusia perderá ante Occidente y nuestros defensores podrán limpiar Severodonetsk en dos o tres días" de tropas rusas, enfatizó.