"Si pensamos un sistema integrado, debe aumentar la capacidad de fiscalización"
La autoridad nacional de la entidad que estuvo de visita en la zona entregando acreditaciones de calidad, se refirió al rol que tendrán en la reforma a la salud que se impulsa y que está en el borrador de la nueva Constitución.
Un compromiso activo en la creación de un sistema universal de salud (se propone un sistema integrado y no mixto como el actual) que redefina la misión en la protección de los derechos de salud e intensifique el rol regulador, fiscalizador y sancionatorio son los principales desafíos que se plantea el superintendente de Salud, Víctor Torres.
El médico y ex diputado (DC) designado en el cargo por el Presidente Gabriel Boric el pasado 5 de abril, estuvo en la Región del Biobío entregando acreditaciones de calidad en salud a diversos centros de Salud. En su visita se refirió a diversos temas, los que incluye el rol que tendrá la entidad en la reforma a la salud que pretende llevar adelante el Ejecutivo y que también está en el borrador de la Constitución que aprobó la Convención Constituyente.
-¿Cuál es el rol que podría jugar la Superintendencia de Salud, en el marco de lo que está propuesto en la nueva Constitución?
-Es algo que hemos conversado con el Ministerio de Salud. Nosotros vamos a participar activamente en la discusión de la nueva reforma y fundamentalmente en todo lo que implica el proceso de transición, sobre cómo vamos a pasar del sistema que hoy día tenemos, a uno como el que se propone, donde avanzaremos a un Fondo Único de Salud (FUS) y donde se generarán estos seguros complementarios regulados con mirada más bien sanitaria y no exclusivamente financiera o economicista.
-¿Pero específicamente cuál será el rol?
-La Superintendencia va a jugar un rol fundamental. Primero asegurar a las personas el acceso y las garantías que establezca la ley, respecto a este fondo único que se genere y respecto a los seguros complementarios, que hoy día no lo supervisa la Superintendencia de Salud, sino que lo hace la Comisión para el Mercado Financiero. Y por otro lado, aumentar también nuestra capacidad de fiscalización, de sanción y de normativa respecto a los prestadores. Si nosotros pensamos en un sistema integrado de prestadores público-privado, debemos tener también una mayor capacidad de fiscalización. Insisto, esto en el marco de garantizar a los pacientes el real acceso a las atenciones de salud, en los ámbitos que establezca el nuevo proceso y reforma.
-Entonces, ¿tendrán cambios sustantivos al trabajo que realizan ahora?
-No sé qué tan sustantivos, va a depender de la discusión que se dé, pero claramente si hay una situación que va a ser importante respecto al aumento de atribuciones que pueda tener la intendencia de prestadores para poder ampliar los distintos ámbitos de acción y no estar relacionado con la Ley de Derecho y Deberes del Paciente, con GES o la Ley de Urgencia, sino que tenga esta capacidad de fiscalización, supervigilancia respecto del funcionamiento habitual sobre todos de los prestadores. Y en el caso de la intendencia de fondo, ahí si va haber un cambio, porque las isapres dejarían de existir, y por lo tanto, el rol que nosotros debiéramos cumplir, es respecto al funcionamiento del FUS (Fondo Universal de Salud) y de los seguros complementarios, que es algo absolutamente nuevo, que hoy no lo ejercemos nosotros.
-Existe una percepción de parte de la población de que la salud pública es mala y que la privada es mejor ¿Ustedes, como organismo fiscalizador de los dos sistemas, efectivamente ven eso, que el privado entrega más seguridad que el público?
-Existe la percepción de la ciudadanía que lo privado es mejor sólo por ser privado y no necesariamente es así. Hay muchas prestaciones, sobre todo de alta complejidad, que se otorgan en algunas instituciones públicas que incluso no se hacen en instituciones privadas. Entonces, nosotros no podríamos decir que lo privado siempre es mejor, porque sería falso. Tenemos un sistema público, que obviamente requiere mejoras, pero que se desarrolla en un alto sentido de competencias, en el rol de prestación que realizan en el país, incluso venciendo los problemas de financiamiento que pudieran existir.
-¿Entonces se rompe un poco el mito de que el sistema privado es mejor que el público?
-Insisto, que si bien los prestadores públicos requieren mayor financiamiento, mejor capacidad de gestión (...), la mirada tiene que ser en su conjunto, con un sistema integrado y en ese sentido vamos a poder otorgar a la gente mejores prestaciones y evitar esta segmentación que existe por recursos o por otras condiciones.
-¿Cree que la pandemia permitió ver que efectivamente se puede tener un sistema público -privado integrado?
-La pandemia fue el mejor ejemplo, de que el sistema integrado funciona, es eficiente y nos permite enfrentar de mejor manera los problemas sanitarios en Chile.